Los supervivientes del exilio espa?ol: ¡°Ning¨²n pa¨ªs del mundo nos acogi¨® como lo hizo M¨¦xico¡±
Un documental y una mesa de debate en la FIL organizados por EL PA?S con miembros del exilio republicano profundiza sobre sus vidas en el pa¨ªs de acogida
Conchita Michavila volvi¨® a Espa?a en los a?os sesenta, casi tres d¨¦cadas despu¨¦s de haber salido rumbo a M¨¦xico siendo una ni?a de cuatro a?os como otros miles de exiliados republicanos. En Madrid pas¨® mucho tiempo con un t¨ªo suyo que le cont¨® cosas duras de aquella Espa?a de la que huy¨® su familia. Su padre era un abogado socialista y su t¨ªo, un militante falangista, que le dijo a su sobrina: ¡°Si tu padre no se llega a marchar, yo mismo lo hubiera matado. Pero no te angusties, si le veo ahora, lo que voy a hacer es darle un abrazo¡±. La an¨¦cdota la cont¨® este s¨¢bado la propia Michavila, de 86 a?os, en la mesa Los supervivientes del exilio espa?ol en M¨¦xico, organizada por EL PA?S en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, FIL, cuya edici¨®n de este a?o tiene a Espa?a como pa¨ªs invitado.
El episodio retrata bien la crueldad homicida del golpe militar de 1936 que acab¨® derrocando al gobierno democr¨¢tico de la Segunda Rep¨²blica espa?ola despu¨¦s de tres largos a?os de Guerra Civil. Unas penurias que contrastan con la infancia de aquellos ni?os que llegaron a M¨¦xico. ¡°Tuvieron una infancia gozosa y una juventud libre en el pa¨ªs que los acogi¨®¡±, explic¨® Carmen Mor¨¢n Bre?a, la periodista de El PA?S que moder¨® el evento, que arranc¨® con un documental producido por el diario que profundiza, con entrevistas y una detallada investigaci¨®n de archivo, en las vidas de los exiliados en M¨¦xico. Adem¨¢s, El Pa¨ªs Semanal publica hoy un n¨²mero especial dedicado al exilio mexicano.
¡°Fuimos ni?os felices, aunque es cierto que viv¨ªamos un poco en una burbuja¡±, cont¨® otra de las ponentes, A¨ªda P¨¦rez, de 86 a?os. Ella, como casi todo el resto de hijos de exiliados, estudio en el Colegio Madrid, junto al Vives, los dos centros educativos fundados por refugiados republicanos. ¡°Desde los choferes al jardinero, todos eran exiliados¡±, record¨® P¨¦rez, que considera que todos ellos llegaron verdaderamente a M¨¦xico cuando entraron en la UNAM, la gran universidad mexicana. Otro contraste m¨¢s, casi todos y todas estudiaron una carrera. El padre de P¨¦rez era telegrafista, su madre, ama de casa. Ella estudi¨® arquitectura. ¡°No se conceb¨ªa otra cosa que no fuera ir a la universidad¡±. En gran medida, la Rep¨²blica traslad¨® a M¨¦xico los ideales truncados por el golpe militar, como por ejemplo la educaci¨®n como herramienta de progreso y libertad. Michavila recuerda por ejemplo lo que le dec¨ªan sus amigas en Espa?a cuando les contaba que hab¨ªa estudiado biolog¨ªa: ¡°?Para qu¨¦? Si t¨² vas a cuidar a tu marido¡±.
M¨¦xico ayud¨® con armas y comida al bando republicano espa?ol durante la Guerra Civil. Conden¨® antes que ning¨²n otro pa¨ªs en la arena internacional la dictadura franquista. Fue el principal destino americano de los exiliados y sede del Gobierno durante los a?os cuarenta. El repaso al contexto hist¨®rico y pol¨ªtico corri¨® a cargo de Fernando Serrano Migall¨®n, 79 a?os, hijo del fiscal que acompa?¨® al Gobierno republicano durante su salida y al que su padre le puso de tercer nombre L¨¢zaro, por el presidente mexicano L¨¢zaro C¨¢rdenas, quien abri¨® la puerta a los refugiados. Economista adem¨¢s de historiador, Serrano Migall¨®n enfatiz¨® la identidad tan particular que constituy¨® para ellos el hecho de ser exiliados: ¡°La migraci¨®n es esperanza, pero el exilio es abandono y tristeza. Nosotros llegamos a M¨¦xico con una idea de temporalidad. ¡®Cuando esto pase vamos a dejar de estar aqu¨ª y vamos a volver¡±. Siguiendo con esa idea, cit¨® tambi¨¦n una frase de uno de los grandes escritores de la novela de la Revoluci¨®n, Mariano Azuela: ¡°Los exiliados llegaron a M¨¦xico dispuestos a todo menos a quedarse, que es lo que finalmente hicieron¡±.
Muchos de los que llegaron de ni?os s¨ª volvieron, pero a pocos de los padres, que se juraron no volver a su pa¨ªs hasta que muriera el dictador Franco, les dio tiempo a regresar. Los que s¨ª lo consiguieron, en 1987, fueron los de Conchita Michavila. Record¨® que en el avi¨®n iban todo el viaje exultantes cantando canciones republicanas. Pero cuando el piloto anunci¨® por megafon¨ªa que estaban entrando en territorio espa?ol, todo fue silencio y suspiros. ¡°Cumplieron el sue?o de volver a Espa?a, pero fue muy fuerte para ellos. Tanto que a los tres meses se murieron los dos¡±.
Michavila record¨® tambi¨¦n el agradecimiento a M¨¦xico, donde se cas¨®, form¨® su familia y ha vivido gran parte de su vida. P¨¦rez fue m¨¢s all¨¢ y cont¨® que ha participado en muchos foros con exiliados que llegaron a otros pa¨ªses, como Suecia o Noruega. ¡°Ning¨²n pa¨ªs del mundo nos acogi¨® como lo hizo M¨¦xico. No solo el Gobierno, el pueblo tambi¨¦n¡±.
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