El hombre detr¨¢s del ¨¦xito televisivo de Silvia Pinal: ¡°Se convirti¨® en la segunda Virgen de Guadalupe¡±
El programa ¡®Mujer, casos de la vida real¡¯, de Televisa, convirti¨® a la diva en un referente de la televisi¨®n mexicana a trav¨¦s del ¡®remake¡¯ de una serie argentina llamada ¡®Las veinticuatro horas¡¯, creada por el escritor Jorge Lozano Soriano
Pasaban las 10 de la noche del 7 de febrero de 1985, cuando una rubia Silvia Pinal, vestida de color plateado, dio la bienvenida al p¨²blico: ¡°Buenas noches, es para m¨ª un gran placer entrar a sus hogares por medio de las c¨¢maras de televisi¨®n y, sobre todo, en este nuevo programa. Se llama Mujer¡ y semana a semana les presentaremos un d¨ªa en la vida de una mujer¡¡±. Era el inicio de una cita que durar¨ªa 22 a?os.
A mediados de los a?os ochenta, la actriz ya era una diva, una leyenda viva. Hab¨ªa hecho cine con Luis Bu?uel y Pedro Infante. Diego Rivera la inmortaliz¨® en un lienzo y era due?a de un teatro con su nombre donde montaba exitosas comedias musicales. Pero el proyecto que le ofreci¨® el escritor Jorge Lozano Soriano la convertir¨ªa en una figura a¨²n m¨¢s popular que entr¨® a los hogares mexicanos por la pantalla: Mujer, casos de la vida real. Lejos de los guiones rosas con finales felices de las telenovelas, el programa abordaba problemas cotidianos, reales, -violencia f¨ªsica y psicol¨®gica, pobreza y enfermedad- que cualquier mujer mexicana pod¨ªa ver como un espejo.
Mujer¡ se convirti¨® en un hito de la televisi¨®n mexicana entre 1985 y 2007. Pero lo que pocos saben es que, en realidad, inici¨® como un remake de un programa argentino creado por el escritor Lozano Soriano. Sentado en un sill¨®n de su departamento con vista a Polanco, el hombre dice: ¡°El programa original se llamaba Las veinticuatro horas¡±. Es un hombre mayor que se conserva fuerte, apuesto, y que comenz¨® a trabajar en la televisi¨®n mexicana en la d¨¦cada de los 60, de la mano de otro argentino, el actor y productor Ra¨²l Astor, y con la bendici¨®n de su amiga, la otra gran diva, Mar¨ªa F¨¦lix.
Lozano Soriano (Argentina, 1936) cuenta que a inicios de los ochenta, viviendo una temporada en Buenos Aires, fue convocado por la televisi¨®n argentina para presentar el piloto de un programa que competir¨ªa con otros nueve pilotos. Un grupo del p¨²blico y la producci¨®n elegir¨ªan al ganador cuyo premio, obviamente, era su realizaci¨®n y transmisi¨®n. ?l gan¨® con su idea.
¡°El programa era sobre lo que vive una mujer y quienes la rodean, veinticuatro horas antes o despu¨¦s de que ocurre un hecho que transforma por completo su vida¡±, cuenta.
Los cr¨¦ditos iniciales abr¨ªan con im¨¢genes superpuestas de m¨²ltiples relojes, antiguos, modernos, marcando diferentes horas, con sonidos de manecillas. ¡°Era algo m¨¢gico¡±, dice el escritor. La m¨²sica original fue escrita por Richard Clayderman.
Las veinticuatro horas se transmiti¨® semanalmente por el Canal 13 de Argentina entre 1981 y 1985. Fue un ¨¦xito por sus historias y porque las actrices Susana Campos y Luisa Vehil, leyendas argentinas, fueron sus conductoras. ¡°Similar a lo que m¨¢s tarde har¨ªa Silvia¡±, explica.
Por el programa pasaron actrices y actores argentinos de renombre, con experiencia en teatro y cine. ¡°El p¨²blico adopt¨® el programa, era un formato que cautivaba. Escribimos cientos de cap¨ªtulos¡±, dice.
Silvia
A mediados de los ochenta, Jorge Lozano Soriano comenz¨® a tener roces con el departamento art¨ªstico de la televisora argentina y se replante¨® continuar con el proyecto. Durante un viaje a Per¨², tuvo la idea de volver a M¨¦xico y buscar a Silvia Pinal.
¡°Hubo dos razones por las que llam¨¦ a Silvia. Porque era la estrella del cine de oro mexicano, aunque en ese momento se manten¨ªa m¨¢s vigente por el teatro. Pero en realidad, presentarle el proyecto fue regalarle ser la segunda Virgen de Guadalupe de este pa¨ªs, que fue en lo que se convirti¨® con el programa¡±, relata.
¡°Y ella me regalaba a m¨ª regresar a M¨¦xico por la puerta grande a la televisi¨®n¡±, refiere, agradecido.
Silvia Pinal, dice el escritor, luch¨® desde el inicio por hacer realidad el programa. Y para ello busc¨® a Emilio Azcarraga Milmo, El Tigre, presidente de Televisa y con quien tuvo una relaci¨®n amorosa durante la d¨¦cada de los 50.
¡°Al programa no se le pod¨ªa poner Las veinticuatro horas porque aqu¨ª ya exist¨ªa el noticiero que se llamaba as¨ª y conduc¨ªa Jacobo Zabludovsky y entonces le pusimos Mujer, casos de la vida real¡±, cuenta.
Los primeros cap¨ªtulos fueron escritos por Carmen Daniels. Lozano Soriano se sum¨® poco despu¨¦s, pues volvi¨® a Argentina a renunciar. ?l escribi¨®, con Lila Yolanda Andrade, cientos de cap¨ªtulos y, en particular, se encargaba del mensaje de bienvenida y despedida que daba Silvia Pinal.
El programa se anunciaba en los peri¨®dicos y se convirti¨® en una cita semanal ante la televisi¨®n a las 22:10 horas. Con los meses, a Silvia Pinal se le ocurri¨® la idea de pedir a la audiencia que les enviaran sus historias. Grandes bolsas con cientos de cartas llegaban continuamente al cuarto de escritores y poco a poco se fue diluyendo el formato original de narrar un d¨ªa en la vida de una mujer.
¡°Escrib¨ªan trabajadoras del hogar, mujeres de pocos recursos, que si su esposo era borracho, si las golpeaban o les hab¨ªan quitado a los hijos. Esto fue una idea de Silvia¡±, admite Lozano Soriano.
Silvia Pinal tambi¨¦n incluy¨® en el programa a actrices y actores mayores que enfrentaban dificultades para conseguir oportunidades laborales. Y por la pantalla pasaron todas las actrices de renombre de la ¨¦poca, como Ofelia Medina, Mar¨ªa Victoria, Chela Castro, Patricia Reyes Sp¨ªndola o incluso Silvia Pasquel, la hija mayor de Pinal, que procre¨® con el actor Rafael Banquells.
En los guiones poco a poco se fueron incluyendo temas que, para aquellos tiempos, eran tab¨²: donaci¨®n de ¨®rganos, homosexualidad, aborto, adopci¨®n. En un pa¨ªs marcado por la injusticia, el programa dio alivio al mostrar problemas con los que todos pod¨ªan verse reflejados. Y con los a?os pas¨® de ser semanal a transmitirse a diario.
¡°Recuerdo un cap¨ªtulo, con Ofelia Medina. Interpretaba a una mujer que fing¨ªa ante su familia que estaba embarazada. El d¨ªa que supuestamente va a dar a luz, se esconde en un hotel, donde se disfraza de enfermera y va a un hospital a robarse a un ni?o¡±, dice el escritor.
?ltimos a?os
Jorge Lozano Soriano estuvo en el programa alrededor de una d¨¦cada, aunque a la par desarroll¨® telenovelas exitosas como Mi peque?a soledad, con la diva ojiverde Ver¨®nica Casto, o Lazos de amor, donde la actriz Lucero interpret¨® tres papeles: las hermanas Mar¨ªa Fernanda, Mar¨ªa Guadalupe y Mar¨ªa Paula. ¡°Fue un gran suceso en la televisi¨®n¡±, dice el escritor.
Durante los ¨²ltimos a?os del programa, las escritoras principales fueron Rosa Salazar y Rosa Sabugal. El 30 de noviembre de 2007, Mujer, casos de la vida real, lleg¨® a su fin.
En sus memorias, Silvia Pinal reconoci¨® que Jorge Lozano Soriano le present¨® un proyecto que el p¨²blico mexicano adopt¨® como parte de su vida. Ante la muerte de la diva, ocurrido el pasado 28 de noviembre, ¨¦l public¨® una esquela en un peri¨®dico nacional en vez de asistir a su velorio y homenaje nacional en el Palacio de Bellas Artes.
¡°No me gusta ir a los velorios porque, por mi edad, es como asistir al m¨ªo propio. Claro, sin la grandeza del que tuvo el de Silvia. Siempre la recordar¨¦ y le agradecer¨¦ su lucha por haber logrado imponer Mujer, casos de la vida real entre el p¨²blico¡±, dijo Jorge Lozano Soriano.
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