Sara Lovera, periodista: ¡°No hay que venir del sufrimiento para ser feminista¡±
La pionera del periodismo feminista en M¨¦xico habla sobre el machismo en los medios, los derechos de las mujeres y la llegada de la primera presidenta al poder
Sara Lovera (Ciudad de M¨¦xico, 75 a?os) es una de las pioneras del periodismo feminista en M¨¦xico cuando el feminismo no cab¨ªa en los medios de comunicaci¨®n. Empez¨® a trabajar en la prensa a finales de los a?os 60 en una ¨¦poca en la que hablar y escribir sobre los derechos de las mujeres suced¨ªa con poca frecuencia. Tambi¨¦n eran tiempos donde las mujeres eran ¡°condenadas a la cocina del periodismo¡±, como ella misma se?ala. Escrib¨ªan de sociales y hac¨ªan cr¨®nicas de bodas y bautizos, pero nada de pol¨ªtica o econom¨ªa. Mucho menos deportes. Tambi¨¦n ha sido maestra de otras que han llegado despu¨¦s que ella. Desde hace m¨¢s de 50 a?os ha trabajado como reportera, editora, coordinadora y directora de diversos medios. Han pasado los a?os y todav¨ªa recuerda las palabras que le dijo la m¨ªtica periodista Adelina Zendejas cuando era muy joven: ¡°?Vienes a contar solo la historia de los se?ores o tambi¨¦n la de las se?oras?¡±. Y desde entonces, eso hizo.
Lovera ha escrito sobre las costureras, las trabajadoras del campo, las maquiladoras, el derecho al aborto, la violencia de g¨¦nero o la primera presidenta de M¨¦xico en m¨¢s de 200 a?os. ¡°Hay que ver a las mujeres, d¨®nde est¨¢n y lo que hacen¡±, dice la periodista sentada en el comedor de su casa, en Ciudad de M¨¦xico. Sus paredes son un museo de buenos recuerdos, momentos memorables y toda una vida entregada a hacer lo que m¨¢s le apasiona: contar historias y el feminismo, aunque no siempre fue f¨¢cil. M¨¢s de una vez se top¨® con la cultura machista que reina dentro de los medios. ¡°Para hacer periodismo sobre las mujeres ten¨ªas que escribir tambi¨¦n otro tipo de notas. Mi jefe me dec¨ªa: ¡®Adem¨¢s de tu nota de las costureras, ?trabajaste?¡±, recuerda. Muchos d¨ªas hac¨ªa una doble o triple jornada dentro y fuera de casa para llegar a todo. Un tema que sigue vigente.
En 1975 cubri¨® la primera Conferencia Mundial de la Mujer, celebrada en Ciudad de M¨¦xico, es socia fundadora de La Jornada, donde cre¨® el suplemento Doble Jornada que durante 11 a?os cont¨® la situaci¨®n social que viv¨ªan las mexicanas. ¡°Las mujeres siempre hemos sido invisibles, pero si hurgas en la historia, ver¨¢s que siempre hemos estado ah¨ª, en distintas ¨¦pocas, abriendo espacios. Quiz¨¢ nos hace falta rescatar la memoria de todas las que hablaban de lo que seguimos hablando hoy en d¨ªa¡±, dice la periodista. En 1988 fue cofundadora de CIMAC y en 1995, de la agencia multimedia Cimac Noticias. Actualmente sigue en activo y no piensa retirarse pronto. Este a?o fue nombrada editora de g¨¦nero de todos los peri¨®dicos de la Organizaci¨®n Editorial Mexicana (OEM), que agrupa a 46 cabeceras en el pa¨ªs, y lleva El podcast de la Lovera, en el que habla con especialistas sobre temas como el s¨ªndrome del ovario poliqu¨ªstico, la lucha contra el feminicidio o la importancia de hacer pol¨ªticas p¨²blicas con perspectiva de g¨¦nero.
Pregunta. ?Dir¨ªa que ha cambiado la forma en la que se cuentan las historias de las mujeres en la prensa mexicana?
Respuesta. S¨ª ha cambiado. Aunque creo que lo m¨¢s dif¨ªcil de la narrativa es desprenderse de la victimizaci¨®n de las mujeres y el sufrimiento. Creo que esa es la batalla cultural m¨¢s dif¨ªcil. Hay que dejar de victimizar a las mujeres para contar sus historias. Dejar de reafirmar sus papeles tradicionales de manera lacrim¨®gena e indefensa.
P. ?Y c¨®mo se logra eso?
R. Tenemos que hacerlo juntas. Para ello necesitamos al movimiento feminista. Necesitamos darle a todas esas mujeres la categor¨ªa de actoras pol¨ªticas. Contar su reclamo pol¨ªtico, su crecimiento personal. Las madres buscadoras, las sobrevivientes, las asesinadas... No solo las define la violencia o un expediente, son mucho m¨¢s. Vamos a quitarle el victimismo a la informaci¨®n que escribimos sobre las mujeres, no hay nada que me moleste m¨¢s que esa narrativa victimista. No hay que venir del sufrimiento para ser feminista. Eso yo lo aprend¨ª de mi abuela Sara, una comerciante s¨²per exitosa que ten¨ªa un puesto en La Merced.
P. ?C¨®mo dir¨ªa que ha evolucionado el movimiento feminista en M¨¦xico?
R. Su crecimiento fue de la calle a la academia. Despu¨¦s lleg¨® la creaci¨®n de las instancias para las mujeres en 1974 y durante los 80 la reivindicaci¨®n del aborto cobr¨® m¨¢s peso. Con L¨®pez Portillo, por ejemplo, se abri¨® la discusi¨®n sobre crear mayores excepciones de aborto. Aunque cabe recordar que el aborto se permit¨ªa en M¨¦xico desde los a?os 30 por violaci¨®n, peligro de la vida de la madre y una cosa muy simp¨¢tica que se llamaba ¡°imprudencia de la mujer.¡± A partir del 75, hubo mayor apertura en Naciones Unidas, lleg¨® el dinero internacional para hacer el trabajo feminista, fundamentalmente el que ten¨ªa que ver con los anticonceptivos, porque era una directriz del Fondo Monetario Internacional bajar la poblaci¨®n. Nosotras, en 1974, ten¨ªamos siete hijos por mujer en promedio. Actualmente tenemos 1,8. Y, poco a poco, se fue creando una cultura, un conocimiento del nivel que sea, en algunas ocasiones casi silvestre, donde ha quedado claro que es pol¨ªticamente incorrecto no decir que las mujeres tienen derechos. Yo creo que eso ha significado un cambio cultural.
P. ?Y qu¨¦ me dice de la violencia de g¨¦nero, tambi¨¦n fue una bandera del feminismo aquellos a?os?
R. S¨ª. Antes de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (2007), se trat¨® de legislar, lo que pasa es que las autoridades lo desvirtuaron y lo acabaron llamando violencia familiar, quitando la violencia contra la mujer del centro y poniendo al centro a los ni?os y los adultos mayores, pero la comprensi¨®n del problema siempre estuvo ah¨ª. Fue hasta los feminicidios en Ciudad Ju¨¢rez, en los 90, que recuperamos el tema.
P. ?Dir¨ªa que M¨¦xico ha avanzado en los derechos de las mujeres?
R. Las mexicanas podr¨ªamos dar clases de protecci¨®n jur¨ªdico-legal porque tenemos un andamiaje s¨²per completo, sin embargo, creo que tenemos un machismo muy acendrado, donde los hombres est¨¢n muy enojados. Yo encontrar¨ªa en ello una de las causas principales del aumento de la violencia contra las mujeres, una respuesta mis¨®gina no organizada. Existe un humor social, profundamente machista, y ?sabes qu¨¦?, autoritario. Un autoritarismo que hemos visto en una pel¨ªcula de proyecci¨®n lenta durante los ¨²ltimos seis a?os con el presidente L¨®pez Obrador.
P. ?Cree que con la llegada de una nueva presidenta estamos en una ¨¦poca nueva?
R. Los estudios dicen que las mujeres s¨ª gobiernan de manera distinta, pero no le pidamos antes de tiempo nada a la presidenta. Yo conf¨ªo en que ser¨¢ una ¨¦poca nueva porque adem¨¢s de nueva presidenta va a haber 13 gobernadoras, casi 1.000 presidentas municipales y los congresos tendr¨¢n un 50% de mujeres. Eso, simb¨®licamente, es un cambio muy importante. Tambi¨¦n creo que Claudia Sheinbaum, por ser mujer, ser¨¢ puesta en un lugar mucho m¨¢s vulnerable y puede ser que tengamos a una presidenta como la Thatcher, muy dura, porque tendr¨¢ que enfrentar el machismo directo y el indirecto, m¨¢s todos los problemas que haya en el pa¨ªs.
P. ?Qu¨¦ le dir¨ªa a la presidenta si la tuviera delante?
R. Le dir¨ªa que voy a entender todo lo que va a hacer, pero que no le permito que no nos vea y no nos pongan en el centro [a las mujeres], porque es una obligaci¨®n hist¨®rica que tiene. En este pa¨ªs hay miles de mujeres muertas por el feminicidio, por la violencia, por el crimen organizado y eso son familias llenas de dolor y de indignaci¨®n. Que no vuelva a repetir que no pasa nada en Chiapas, por ejemplo.
P. Cuando la presidenta jur¨® su cargo dijo que llegaban todas...
R. S¨ª, es una buena frase de un buen asesor medi¨¢tico... Yo creo que hay que recordarle que tiene por ah¨ª en el escritorio m¨¢s de una de las agendas de las mujeres.
P. ?C¨®mo ve el futuro de los derechos de las mujeres en M¨¦xico?
R. Creo que hemos creado una cultura y tenemos grandes luchadoras que no han parado estos seis a?os y que han estado haciendo su trabajo con menos recursos, pese a ser desacreditadas por el Gobierno. Sin embargo, ah¨ª est¨¢n. Creo que no vamos a parar, seguiremos teniendo avances pese a todo. Esta fiesta no ha terminado.
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