Harfuch se hace fuerte en Sinaloa ante la amenaza arancelaria de Trump
El fin de la moratoria para que EE UU grave un 25% las importaciones de sus vecinos se acerca. El presidente estadounidense dijo el fin de semana que no estaba ¡®contento¡¯ con M¨¦xico
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
Termina febrero y se marchita la fr¨¢gil calma instalada en Am¨¦rica del Norte, un receso de cuatro semanas, los p¨²giles en las esquinas, tomando aire, y sus equipos al lado, dando ¨¢nimos. La amenaza arancelaria planea de nuevo sobre M¨¦xico y Canad¨¢. A principios de mes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunci¨® impuestos del 25% a las exportaciones de ambos pa¨ªses. A ¨²ltima hora recul¨® y dijo que retrasar¨ªa unas semanas la implementaci¨®n de su plan, tiempo en el que valorar¨ªa, argument¨® el mandatario, los esfuerzos de sus socios contra el fentanilo y la migraci¨®n. Pero el plazo se acaba y Trump, seg¨²n dijo el domingo, no est¨¢ contento.
No queda claro qu¨¦ ha disgustado al republicano en estas semanas, si ha sido m¨¢s M¨¦xico o Canad¨¢; si ha sido un tema relacionado con la migraci¨®n, o las drogas, o una mezcla de ambos. Y, sobre todo, si esa molestia ser¨¢ suficiente para colocar los aranceles de vuelta sobre la mesa. El pr¨®ximo fin de semana concluye la moratoria que impuso el mismo Trump y sus vecinos ya miran de reojo. El zar de seguridad mexicano, Omar Garc¨ªa Harfuch, viaja constantemente a Sinaloa, un mensaje al norte. Nadie dice nada de momento, pero los nervios agarran posiciones en el escenario. No es para menos. En el caso de M¨¦xico, su intercambio comercial con EE UU asciende a 800.000 millones de d¨®lares al a?o.
Marzo pinta complicado. A la amenaza arancelaria de Am¨¦rica del Norte se suma otra, de naturaleza global, enfocada en las importaciones de acero y aluminio. Trump dijo que a partir de mediados de marzo gravar¨ªa la entrada de los dos metales un 25%, incluyendo los env¨ªos desde M¨¦xico y Canad¨¢, posibilidad que pinta de negro el futuro. Este mismo lunes, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) se?alaba que la implementaci¨®n de esta medida supondr¨ªa un golpe de m¨¢s de 29.000 millones de d¨®lares a la econom¨ªa mexicana, una afectaci¨®n muy superior a la prevista en 2018, cuando el pa¨ªs sufri¨® la primera temporada de amenazas de Trump.
Tampoco queda claro con qu¨¦ margen de maniobra cuenta en este caso el Gobierno de M¨¦xico, que preside Claudia Sheinbaum. Desde hace d¨ªas, su secretario de Econom¨ªa, Marcelo Ebrard, mantiene reuniones en Washington con funcionarios del Gobierno de Trump, incluido el secretario de Comercio, encuentros que el funcionario ha calificado de positivos. ¡°Como resumen, fue un muy buen di¨¢logo de acercamiento. Estamos construyendo una relaci¨®n, en la que voy a trabajar mucho¡±, dijo Ebrard, sin dar m¨¢s detalles de lo que viene, ni alumbrar qu¨¦ nudos quedan por aflojar.
El Gobierno de M¨¦xico inicia as¨ª una semana y media de negociaciones al l¨ªmite, situaci¨®n que ya deja de sorprender. Sheinbaum toma aire y busca espacio para recolocarse. La mandataria ha transitado narrativas perif¨¦ricas estos d¨ªas, enraizadas igualmente en la relaci¨®n con EE UU, pero tangenciales a los omnipresentes aranceles. La carta que Ismael El Mayo Zambada public¨® la semana pasada, exigiendo su repatriaci¨®n a M¨¦xico, por ejemplo, le ha servido para mostrarse segura, s¨®lida. M¨¢s all¨¢ de la identidad del firmante, Sheinbaum ha defendido el debido proceso, ante la sospecha de que Zambada lleg¨® a EE UU secuestrado.
En busca de pisos estables, en un tablero donde las reglas las dicta el republicano, la presidenta se agarra a la frontera norte, escenario principal de la tragedia binacional, con el permiso de Sinaloa. Este lunes, la Secretar¨ªa de Seguridad y Protecci¨®n Ciudadana, que comanda Garc¨ªa Harfuch, ha actualizado los resultados del Operativo Frontera Norte, implementado a principios de mes, como parte del acuerdo de la moratoria con Trump. El despliegue de 10.000 guardias nacionales y el reenfoque del aparato de seguridad, en general, se ha saldado de momento con ¡°746 detenidos¡±, ¡°el aseguramiento de 705 armas de fuego, adem¨¢s de 80.000 cartuchos¡± y el decomiso de 11 toneladas de droga.
El D¨ªa de la Bandera ha abierto la semana en el pa¨ªs, refugio simb¨®lico ante el fuego de Washington. Mientras Sheinbaum agarra fuerza y afila argumentos contra su hom¨®logo, Garc¨ªa Harfuch ha viajado de nuevo a Sinaloa, en¨¦sima visita del zar de seguridad a la regi¨®n, laboratorio principal de la estrategia que lidera. Ej¨¦rcito, Armada, Guardia Nacional y agencias de seguridad en general tratan de desmantelar a los grupos criminales en pugna en el Estado, facciones del viejo Cartel de Sinaloa, que algunos expertos dan por extinguido. La pelea, en todo caso, arrecia. Batallan los facciones y las autoridades con ellos, particularmente contra una de las dos, Los Chapitos, liderada por los hijos de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n, visiblemente m¨¢s afectada que la otra.
En materia de detenciones y decomisos, la estrategia parece que funciona, argumento ideal para esgrimir ante Trump. Solo la semana pasada, las autoridades detuvieron a dos integrantes de alto nivel de Los Chapitos, al menos as¨ª lo dijo el mismo Harfuch. A uno de ellos, Jos¨¦ ?ngel Canobbio, lo buscaba el Departamento de Justicia desde noviembre. Pocas obsesiones m¨¢s visibles tiene la justicia estadounidense que los narcotraficantes sinaloenses. Pero son m¨¢s cosas las que hay en juego. Trump ha dicho que no est¨¢ contento. En M¨¦xico, esta semana, el gabinete trata de pensar c¨®mo convencerle de lo contrario.
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