Franck Gbaguidi, de Eurasia: ¡°Los legisladores no est¨¢n haciendo casi nada ante la crisis del agua¡±

Para Franck Gbaguidi (Par¨ªs, 1993), M¨¦xico era una parada natural en sus viajes de negocios este verano. Como director de sostenibilidad de Eurasia Group, su trabajo es ayudar al sector privado a navegar la actual crisis clim¨¢tica, pero su atenci¨®n se centra en el agua, un tema que r¨¢pidamente se ha elevado como urgente en la segunda econom¨ªa m¨¢s grande de Am¨¦rica Latina. A solo unas semanas de las elecciones presidenciales, las empresas tienen grandes expectativas sobre lo que pudiera hacer la pr¨®xima administraci¨®n respecto de la escasez de agua.

Despu¨¦s de ocupar varios puestos relacionados con energ¨ªa y el medio ambiente en el Banco Mundial, Gbaguidi se uni¨® a Eurasia en enero de 2022. Al a?o siguiente, la firma del reconocido analista Ian Bremmer incluy¨® la escasez de agua como uno de los 10 principales riesgos globales del a?o, junto con Rusia convirti¨¦ndose en un peligroso Estado rebelde y la alta inflaci¨®n. ¡°?Trabaj¨¦ duro para lograrlo!¡± dice en una entrevista con EL PA?S, en un caf¨¦ de Ciudad de M¨¦xico. Es la segunda semana de mayo y las temperaturas ya est¨¢n alcanzando m¨¢ximos hist¨®ricos.

M¨¦xico es el 26? pa¨ªs del mundo con mayor estr¨¦s h¨ªdrico, se?ala en una entrevista con EL PA?S, y el problema no va a desaparecer. En todo caso, la situaci¨®n empeorar¨¢ a menos que los formuladores de pol¨ªticas comiencen a asignar un presupuesto considerable para mejorar la infraestructura, establezcan l¨ªmites a las industrias focalizadas y lancen campa?as para cambiar la forma fundamental en que los humanos perciben el agua. ¡°La gente sigue utilizando el agua como si fuera un recurso abundante cuando, en realidad, es limitado¡±, afirma, ¡°tal vez la situaci¨®n tenga que empeorar much¨ªsimo, llegar a un punto sin retorno, para que esto cambie¡±.

Pregunta. ?Qu¨¦ tan preocupadas est¨¢n las corporaciones por la crisis del agua?

Respuesta. Ha cambiado mucho y muy r¨¢pido en los ¨²ltimos a?os. Cuando me un¨ª a Eurasia en enero de 2022, estaba tratando de presentar el tema a los clientes como un gran riesgo corporativo, pero en realidad no estaba en sus mentes. Cuando se trataba de medio ambiente, lo ¨²nico de lo que quer¨ªan hablar era sobre carbono y clima. Empec¨¦ a ver un cambio el a?o pasado despu¨¦s de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el agua, que fue la primera desde los a?os setenta, y que impuls¨® el tema a ser una prioridad mundial. Al mismo tiempo, vimos muchas emergencias relacionadas con el agua, no s¨®lo en pa¨ªses de ingresos bajos y medios, sino tambi¨¦n en los mercados desarrollados. Creo que eso es lo que hizo que esta crisis fuera global. La gente se dio cuenta: ¡°Oh, esto no discrimina¡±. Sucede tanto en Zimbabwe como en Francia, M¨¦xico y Estados Unidos. La capa adicional aqu¨ª, que hace que las corporaciones con las que habl¨¦ est¨¦n muy interesadas, es el hecho de que los legisladores no est¨¢n haciendo casi nada al respecto.

P. ?Quieres decir en M¨¦xico?

R. En todo el mundo. En M¨¦xico, tenemos el doble problema de la mala gesti¨®n y, muchas veces, de la culpa que se les echa a las empresas por el uso excesivo del agua. Esa culpa conlleva posibles restricciones. El riesgo es especialmente alto aqu¨ª en M¨¦xico, dado que es el vig¨¦simo sexto pa¨ªs del mundo con mayor escasez de agua. Hay ciudades como Ciudad de M¨¦xico donde el 40% del agua se pierde simplemente debido a la mala infraestructura. Ahora todo el mundo est¨¢ preocupado, todo el mundo es consciente. Las zonas del pa¨ªs con mayor escasez de agua tambi¨¦n son aquellas donde hay poblaciones y centros industriales. Este c¨®ctel hace que las grandes corporaciones se pregunten: ?voy a ser el objetivo de medidas pol¨ªticas, como racionamiento, restricciones o renovaci¨®n de concesiones? ?voy a ser blanco de disturbios sociales? ?Tendr¨¦ que luchar con las comunidades por el acceso al agua? Otro elemento es que no han planificado c¨®mo afectar¨¢ esto a sus negocios, a sus resultados, en los pr¨®ximos dos, cinco o siete a?os. Sabemos que el cambio clim¨¢tico se expresa a trav¨¦s del agua, pero la gente no esperaba que fuera tan grave, tan r¨¢pido y tan pronto.

P. Eurasia incluy¨® la escasez de agua como uno de los principales riesgos globales para 2023. Ahora estamos en 2024, pero ?eso ha cambiado?

R. El a?o pasado fue la primera vez en los 25 a?os de historia del grupo que el agua fue incluida como uno de los 10 mayores riesgos a nivel mundial. Fue muy importante para la empresa reconocer que esto afectar¨ªa tanto a las comunidades, como a los inversores y a las corporaciones. Este a?o incluimos a El Ni?o como riesgo principal, que tiene que ver con el agua. Mi teor¨ªa es que pr¨¢cticamente todos los a?os a partir de ahora tendremos uno de nuestros principales riesgos que, de alguna manera, afectar¨¢ al estr¨¦s h¨ªdrico, directa o indirectamente. Esta es la nueva normalidad. La mayor¨ªa de la gente, ya sea del lado p¨²blico o del sector privado, lo est¨¢ abordando como una situaci¨®n temporal. El enfoque de gesti¨®n de crisis o emergencia es de muy corto plazo. No es as¨ª como abordarlo. No solo lleg¨® para quedarse, sino que empeorar¨¢ con el tiempo. Desde la formulaci¨®n de pol¨ªticas hasta la gesti¨®n y la planificaci¨®n, todo debe ser de largo plazo. Lo mismo ocurre con las corporaciones: necesitan una estrategia con objetivos alcanzables. Y las comunidades necesitan cambios duraderos en t¨¦rminos de comportamiento. La gente todav¨ªa usa el agua como si fuera un recurso abundante cuando, en realidad, es limitado. Quiz¨¢s la situaci¨®n tenga que empeorar much¨ªsimo, llegar a un punto sin retorno, para que esto cambie.

P. En M¨¦xico empezamos a ver escasez, pero ahora estamos empezando a ver suministros de agua sucia o contaminada en diferentes partes del pa¨ªs. ?Es as¨ª tambi¨¦n como se ve la crisis del agua?

R. En un escenario en donde las cosas siguen sin cambio, s¨ª. La crisis del agua viene por etapas. La primera es tener niveles muy bajos del mismo. La segunda etapa es que no so¨®lo tenemos menos agua, sino que su calidad se est¨¢ deteriorando. En esta etapa se requiere m¨¢s energ¨ªa para limpiarla. La tercera etapa se convierte en la competencia por el recurso a medida que se vuelve m¨¢s escaso. A menudo las mayores tensiones se dan dentro de los estados alrededor de las cuencas h¨ªdricas, porque los diferentes actores que las necesitan est¨¢n luchando. Esto conduce a un mercado negro que deber¨ªa volverse cada vez m¨¢s sofisticado, incluyendo algunos sabotajes. Por ejemplo, un barrio corta el acceso al agua a otro si cree que tiene m¨¢s acceso. Ya se est¨¢ viendo esto en algunas partes de M¨¦xico. La cuarta etapa es una forma de adaptaci¨®n. Personas que subsisten con agua embotellada, por ejemplo, porque no tienen otra opci¨®n. Esto crea otros problemas, como los costos y el suministro. Hay una etapa cinco en la que los municipios invierten en infraestructura que aumentar¨¢ las facturas del agua para todos. Nadie quiere eso. Este es el escenario a futuro si nada cambia.

Pero, si un pa¨ªs experimenta alg¨²n tipo de despertar o avance en este tema, podr¨ªa obtener un plan nacional coordinado con un enfoque m¨¢s granular que considere las ¨¢reas con mayor estr¨¦s h¨ªdrico. Si ve ese cambio desde arriba, el pa¨ªs podr¨ªa evitar que estas etapas de las que hablo se repitan en bucle. Un tipo de sistema en el que el gobierno federal divide la responsabilidad 50-50 con los estados o municipios, como el que tiene actualmente M¨¦xico, es un sistema de gesti¨®n muy dif¨ªcil. La pr¨®xima administraci¨®n podr¨ªa hacer m¨¢s si el sistema estuviera centralizado.

P. ?Qu¨¦ pasa con la amenaza de que el crimen organizado se apodere del suministro de agua?

R. Todo el mundo aqu¨ª en M¨¦xico est¨¢ hablando de esto y mi opini¨®n sobre el tema puede ser sorprendente. Creo que esta cuesti¨®n es una distracci¨®n o excusa que los legisladores pueden utilizar para decir: ¡°es muy dif¨ªcil de manejar, no tenemos control sobre ella, no tenemos forma de cambiar el sistema tal como est¨¢ actualmente y, por lo tanto, realmente no hay nada que podamos hacer¡±. Pero hay un mont¨®n de cosas que se pueden hacer con respecto a la gesti¨®n del agua sin abordar el problema del crimen organizado que a¨²n ayudar¨ªa significativamente a resolver el problema del estr¨¦s h¨ªdrico en todo el pa¨ªs. Casi la mitad del suministro de agua en la Ciudad de M¨¦xico, por ejemplo, se pierde debido a una infraestructura deficiente. Si lo arreglas inmediatamente aumentas el nivel del agua en un 40% y no tiene nada que ver con el crimen organizado, ?no? Puede asegurarse de poner l¨ªmites al uso de agua para industrias espec¨ªficas, y hacerlo de manera que les ayude a utilizar su recurso de manera m¨¢s eficiente. Tambi¨¦n se puede empezar a generar datos m¨¢s detallados, algo que no se est¨¢ haciendo, dir¨ªa yo, a nivel global. La medici¨®n del agua, por ejemplo, es una de las muchas herramientas que nos permiten saber cu¨¢nta agua estamos usando y hacer predicciones para las reservas. La mayor¨ªa de esas herramientas son muy econ¨®micas, pero no tienen prioridad. Es una falta de voluntad pol¨ªtica.

P. Este es un buen momento para que M¨¦xico atraiga capitales que busquen salir de China y trasladarse m¨¢s cerca de Estados Unidos. ?C¨®mo influye la crisis del agua en el nearshoring?

R. El nearshoring podr¨ªa ser lo que est¨¢ empujando la crisis del agua a lo m¨¢s alto de la mente de la gente, porque los inversionistas se preguntan si hay un suministro de agua garantizado si se mudan a M¨¦xico. A algunas empresas se les pide, entre s¨ª, que dise?en planes de suministro de agua para los pr¨®ximos 100 a?os. Hay una raz¨®n para ser cautelosamente optimista aqu¨ª, porque creo que la voluntad de recibir todas esas inversiones presionar¨¢, en cierto modo, al gobierno para que act¨²e en la gesti¨®n del agua a largo plazo. No hay actividad de nearshoring a largo plazo sin un acceso muy seguro y gestionado de forma segura al suministro de agua.

P. Usted ha dicho antes que ¨¦sta es una crisis que requiere coordinaci¨®n internacional. ?Podr¨ªan los resultados de las elecciones en Estados Unidos afectar la situaci¨®n del agua en M¨¦xico?

R. Para que la crisis del agua se aborde adecuadamente, necesitamos ver lo que vimos en el lado clim¨¢tico durante la conferencia de Par¨ªs donde se alcanz¨® un acuerdo clim¨¢tico. La ONU ha abierto un puesto para un enviado especial para el agua, pero a¨²n no se ha cubierto. Una cosa es cuando esa persona es nombrada bajo una administraci¨®n que est¨¢ m¨¢s dispuesta a, digamos, abordar el agua como un tema global, versus otra administraci¨®n que puede no estar tan abierta a eso, y que puede considerar el agua como un tema espec¨ªfico. cuesti¨®n interna. M¨¦xico y Estados Unidos tienen algunos recursos h¨ªdricos compartidos, como el r¨ªo Colorado. La asignaci¨®n podr¨ªa verse afectada si, por ejemplo, Donald Trump gana las elecciones. Habr¨¢ muchas luchas internas entre los estados sobre la asignaci¨®n del agua y una administraci¨®n Trump podr¨ªa favorecer a los estados rojos sobre los azules en esas asignaciones. M¨¦xico entonces, en esa conversaci¨®n, perder¨ªa

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