M¨¦xico vislumbra una revisi¨®n m¨¢s r¨ªspida del TMEC de la mano de Trump
Los analistas advierten de que la evaluaci¨®n del acuerdo comercial, prevista para junio de 2026, ser¨¢ mucho m¨¢s radical en materia automotriz y energ¨¦tica
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene prisa. En menos de una semana ha firmado decenas de ¨®rdenes ejecutivas, ha anunciado proyectos y compromisos de inversi¨®n. Desde el despliegue de soldados en la frontera con M¨¦xico a la declaraci¨®n de emergencia energ¨¦tica y el amago de imponer aranceles generalizados del 25% a las importaciones mexicanas y canadienses, el mundo atiende a un alud de nuevas disposiciones dictadas desde el Despacho Oval de la Casa Blanca. El tratado comercial entre M¨¦xico, Canad¨¢ y Estados Unidos, el TMEC, no ha quedado fuera de su mirilla. El primer d¨ªa de su mandato, Trump pidi¨® ya un informe detallado sobre los beneficios del acuerdo para su pa¨ªs y, de acuerdo con el diario The Wall Street Journal, el republicano est¨¢ utilizando la amenaza arancelaria como palanca para acelerar la revisi¨®n del acuerdo comercial. La evaluaci¨®n del acuerdo entre los tres pa¨ªses firmantes est¨¢ agendada, hasta ahora, para junio de 2026.
Las fuentes consultadas por The Wall Street Journal afirman que una de las motivaciones del presidente de EE UU para agilizar esta revisi¨®n es su intenci¨®n de cambiar las reglas sobre el sector automotriz y as¨ª, promover el regreso de las armadoras estadounidenses afincadas en M¨¦xico a su pa¨ªs. Aunque oficialmente no se ha solicitado una nueva fecha para la evaluaci¨®n del acuerdo comercial, en su primer d¨ªa de mandato, Trump instruy¨® a su Gobierno a iniciar su propio an¨¢lisis sobre los beneficios del TMEC para Estados Unidos. Ese mismo d¨ªa, horas despu¨¦s, el mandatario declar¨® en una improvisada rueda de prensa que podr¨ªa aplicar las nuevas tarifas arancelarias a las importaciones mexicanas y canadienses a partir del pr¨®ximo 1 de febrero. Desde su campa?a, el republicano advirti¨® de que no dudar¨ªa en solicitar, incluso, una renegociaci¨®n del TMEC, si lo consideraba pertinente. Adem¨¢s del sector automotriz, otros de los puntos de inter¨¦s para EE UU apuntan a las cl¨¢usulas en materia laboral y energ¨¦tica.
El asunto de una revisi¨®n m¨¢s r¨ªspida del TMEC no es menor. Bajo el amparo del TMEC, M¨¦xico se ha convertido en el principal socio comercial de EE UU, desplazando a China y Canad¨¢. El pa¨ªs latinoamericano export¨® al mercado estadounidense bienes valuados en m¨¢s de 466.000 millones de d¨®lares de enero a noviembre de este a?o, seg¨²n cifras oficiales. Adem¨¢s de veh¨ªculos terminados y autopartes, las empresas mexicanas proveen a EE UU de aparatos mec¨¢nicos, equipo m¨¦dico, bebidas, licores y vinagre, frutas comestibles, enseres el¨¦ctricos, muebles, entre otros.
En respuesta a los amagos arancelarios y migratorios hechos por Trump, la presidenta de M¨¦xico, Claudia Sheinbaum, ha llamado a ¡°mantener la cabeza fr¨ªa¡± y a evitar la confrontaci¨®n. La mandataria ha apostado, desde los primeros mensajes sobre un posible ¡°muro arancelario¡± contra M¨¦xico, por un mensaje de cooperaci¨®n entre Norteam¨¦rica. Sheinbaum y su gabinete han exaltado en estas ¨²ltimas semanas los beneficios que el TMEC han tra¨ªdo para los pa¨ªses firmantes en materia de inversi¨®n, empleo y exportaciones. La presidenta ha enfatizado que el comienzo de una guerra arancelaria no conven¨ªa a nadie y solo generar¨ªa un espiral de inflaci¨®n para los propios consumidores de EE UU
Gabriela Siller, directora de Banco Base, advierte que el primer paso con miras al TMEC ya se ha dado con la solicitud de Trump de un informe para ver qu¨¦ tan ben¨¦fico ha sido el tratado para Estados Unidos. ¡°Trump quiere utilizar el comercio para lograr otros objetivos como los migratorios y que dejen de cruzar sustancias il¨ªcitas a su pa¨ªs y tambi¨¦n quiere disminuir el d¨¦ficit comercial. No creo que el TMEC se vaya a terminar de ninguna manera y tampoco creo que quiera sustituir lo que importa desde M¨¦xico, m¨¢s bien, tiene el objetivo de recaudar m¨¢s dinero y que tiene todo el poder para imponer aranceles del 5% al 10% en productos seleccionados¡±, indica.
En un reporte hecho por Banco Base, la especialista ahonda en los miles de millones de d¨®lares en importaciones y exportaciones que unen a M¨¦xico desde hace a?os y se han apuntalado con el TMEC, antes TLCAN. Siller reconoce que a concentraci¨®n de las exportaciones hacia Estados Unidos deja abierta la puerta a que sean utilizadas para presionar al gobierno mexicano en temas que podr¨ªan no estar relacionados con comercio, como podr¨ªa ocurrir durante el segundo mandato de Donald Trump para lograr objetivos de control migratorio, seguridad fronteriza y freno del flujo de narc¨®ticos.
Para M¨¦xico, el acuerdo ha sido un bal¨®n de ox¨ªgeno para el sector manufacturero, con su consecuente atracci¨®n de inversiones y generaci¨®n de empleos. No obstante, tampoco ha permitido el desarrollo econ¨®mico equitativo para los tres pa¨ªses, por ejemplo, aunque se triplicaron las exportaciones mexicanas, tambi¨¦n se vulner¨® la pol¨ªtica industrial local y se dej¨® de lado el impulso de desarrollo de innovaci¨®n y patentes.
Para el analista, Pedro Tello, el escenario m¨¢s probable es que EE UU s¨ª respete el calendario original del TMEC, sin embargo, lo haga con una postura mucho m¨¢s radical, con miras a obtener mayores cambios en su beneficio. ¡°Estados Unidos ahora est¨¢ jugando cartas pol¨ªticas a trav¨¦s de instrumentos econ¨®micos para tratar de sentar a M¨¦xico en la mesa de negociaciones y obtener concesiones importantes en materia de migraci¨®n, narcotr¨¢fico y seguridad fronteriza, pero en la eventualidad de que Estados Unidos decida imponer aranceles del 25% contra M¨¦xico estar¨ªa tomando una decisi¨®n muy peligrosa para su propia econom¨ªa debido a que muchas empresas estadounidenses dependen de las importaciones mexicanas y, con nuevas tarifas, tendr¨ªan que alterar sus planes de inversi¨®n y empleo, y tendr¨ªan p¨¦rdidas importantes¡±, zanja.
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