Felipe de la Mata, magistrado electoral: ¡°Si no se reforma el Estado, hay peligro de que en unos a?os tengamos un narcopresidente¡±
El juez del Tribunal Electoral advierte de la creciente intromisi¨®n del crimen organizado en los comicios en M¨¦xico y el menoscabo de las instituciones democr¨¢ticas
El magistrado del Tribunal Electoral (TEPJF) Felipe de la Mata colg¨® por un momento la toga para escribir su primera novela, que perge?¨® al lado de las sentencias judiciales y los densos conceptos de Derecho. Las heridas (Espasa, 2024) habla de una mujer ind¨ªgena que se enrola en las guerrillas del siglo pasado y que el r¨¦gimen del PRI aplast¨® violentamente; tras padecer una incansable persecuci¨®n de la temible DFS, la polic¨ªa pol¨ªtica priista, la mujer decide seguir luchando por los ideales democr¨¢ticos, pero ahora en el movimiento c¨ªvico encabezado por Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas, fundador del PRD y el primer gran referente de la izquierda moderna mexicana, tras el fraude electoral de 1988. El libro, que tiene una cadencia entre lo profesoral y lo nost¨¢lgico, es en el fondo una ofrenda al conjunto de luchas sociales que fueron cimentando la joven democracia en el pa¨ªs.
Que De la Mata haya publicado su novela en este momento hist¨®rico no es casual. M¨¦xico est¨¢ por elegir por primera vez a una mujer como su presidenta. A su vez, esta elecci¨®n est¨¢ marcada por el retiro de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, el popular dirigente izquierdista en quien la oposici¨®n ve encarnados muchos de sus miedos. Desde la ¡°regresi¨®n autoritaria¡± hasta ¡°el pa¨ªs de un solo hombre¡±, los cr¨ªticos del mandatario han emprendido una fuerte campa?a para tratar de inclinar la balanza en contra de Claudia Sheinbaum, la abanderada del oficialismo, y a favor de X¨®chitl G¨¢lvez, postulada por el PAN, PRI y PRD. El magistrado De la Mata (Ciudad de M¨¦xico, 52 a?os) considera que la democracia mexicana goza de buena salud y que no existen condiciones que justifiquen el temor a una elecci¨®n de Estado o a un fraude, pero s¨ª llama la atenci¨®n sobre la creciente influencia del crimen organizado en los comicios, que ha asesinado a varios candidatos locales y ha provocado la renuncia de decenas.
P. 1988 fue un a?o muy importante pol¨ªticamente. ?C¨®mo lo resumir¨ªa usted?
R. Fue el a?o en que M¨¦xico se abri¨® a una nueva manera de ser. La sociedad ya no soportaba movimientos como el de 1968 o el Halconazo. La participaci¨®n de la juventud en pol¨ªtica comenzaba a ser m¨¢s presente, m¨¢s poderosa, m¨¢s angustiante, porque estaban cerradas las puertas de la participaci¨®n pol¨ªtica. Por muchos a?os hab¨ªa estado proscrita la izquierda en M¨¦xico, y partidos como el PAN, que hab¨ªan estado cerrados solamente a cuadros de la derecha cat¨®lica, se fueron volviendo m¨¢s liberales. 1988 es el a?o en que la sociedad mexicana dice no a la hegemon¨ªa [del PRI] y exige apertura para la votaci¨®n y la existencia de nuevos paradigmas para las transiciones democr¨¢ticas que vendr¨ªan despu¨¦s.
P. ?Por qu¨¦ publicarlo este a?o? ?Fue coincidencia?
R. Nada del libro es casual. Eso est¨¢ en mi coraz¨®n y en el de una generaci¨®n. Antes, el voto no se contaba para efectos de la elecci¨®n. Todo el mundo sab¨ªa qui¨¦n iba a ganar. Los mexicanos ve¨ªamos al secretario de Gobernaci¨®n dando los resultados electorales, porque era el presidente de la autoridad electoral. A los 16 a?os que ten¨ªa yo en 1988, me incorpor¨¦ a las movilizaciones que estaban protestando para que el sistema se abriera. Era un contexto en el cual hab¨ªa un solo partido que era el due?o de todo, de los peri¨®dicos, de la discusi¨®n y por lo tanto de la opini¨®n p¨²blica. El 88 rompi¨® ese momento. Y la actitud del ingeniero C¨¢rdenas de no someterse a la hegemon¨ªa tradicional dio la pauta para que todo cambiara. Y todav¨ªa m¨¢s, cuando hubo una sensaci¨®n de que el triunfo de Carlos Salinas de Gortari no era leg¨ªtimo, ¨¦l tambi¨¦n toma la decisi¨®n de seguir cauces institucionales y pac¨ªficos para remediar el punto hasta donde se pudiera, y despu¨¦s todo lo que llev¨® a la fundaci¨®n del PRD.
Esa lucha, esa historia, la vi, y me parece que se est¨¢ olvidando. Hay que recordarlo, porque el M¨¦xico del pasado siempre puede regresar. Estoy convencido de que lo tenemos en nuestro ADN cultural. Venimos de dos grandes imperios, el espa?ol y el Mexica. La palabra emperador o rey la tenemos en el ADN. Hay que recordar que hab¨ªa un M¨¦xico en el cual el presidente de la Rep¨²blica hablaba y todos los poderes del Estado se agachaban. Era un M¨¦xico en el cual no hab¨ªa organismos aut¨®nomos, y en el cual todo se somet¨ªa a su voluntad. Hay que recordarlo para que no vuelva a suceder.
P. Menciona en el libro que antes las elecciones eran ¡°una puesta en escena¡±. ?C¨®mo son ahora?
R. No hay un sistema democr¨¢tico perfecto, siempre es un fin m¨¢s que una llegada. La democracia implica derechos humanos y respeto irrestricto al Estado de derecho, no nada m¨¢s es democracia electoral. Ahora los votos cuentan, no sabemos qui¨¦n puede ganar las elecciones, las casillas son integradas por tus vecinos y los resultados se remiten a la autoridad electoral. Eso ya no est¨¢ en duda.
P. En 1988 ocurri¨® el primer fraude electoral, que favoreci¨® al PRI. ?Cree que hay condiciones para un nuevo fraude?
R. Tenemos un sistema bastante m¨¢s seguro que en esa ¨¦poca. Hoy ya tenemos un INE [Instituto Nacional Electoral] y un Tribunal independientes, y tenemos tantas barreras de pesos y contrapesos dentro de la propia elecci¨®n que es imposible que pasen fen¨®menos como los de los a?os ochenta: el rat¨®n loco, la urna embarazada, el voto de tamal. Esas cosas afortunadamente ya no pasan. Si llegan a pasar, se anula la casilla correspondiente.
P. ?Hay condiciones o no para un fraude?
R. No. Es decir, el fraude electoral a la manera ochentera, donde se robaron las casillas y se inventaron 25.000 votos, es imposible que suceda. As¨ª de claro.
P. ?Estamos volviendo a los tiempos del ¡°partido ¨²nico¡± o al ¡°pa¨ªs de un solo hombre¡±?
R. A lo mejor peco de optimista, pero quiero pensar que es imposible. Te voy a decir por qu¨¦: mis hijos ya est¨¢n acostumbrados a llegar un d¨ªa a votar y que gane, como pas¨® en el a?o 2000, el PAN; y despu¨¦s llegar a votar en 2012 y que gane el PRI, y despu¨¦s votar en 2018 y que gane Morena. Las transiciones sucesivas que ha tenido M¨¦xico han dejado huella en la gente, y la gente est¨¢ politizada. Me parece que las discusiones que existen ahora en torno a tem¨¢ticas pol¨ªticas cada d¨ªa son m¨¢s amplias. No imagino, salvo que hubiera regresiones democr¨¢ticas del tama?o de otros pa¨ªses como Venezuela o Cuba, un M¨¦xico as¨ª. Lo veo todav¨ªa muy lejano, pero siempre hay que estar alerta.
P. Menciona que los mexicanos tenemos una inclinaci¨®n hacia la figura de un hombre. ?Est¨¢ viendo se?ales de eso?
R. Tenemos que ver que sean las instituciones y no las personas. Como la decisi¨®n del ingeniero C¨¢rdenas en 1988: m¨¢s que convertirse en un caudillo, fund¨® un partido de izquierda. Y a trav¨¦s del partido de izquierda se consiguieron las legislaciones de los a?os noventa que llevar¨ªan a la fundaci¨®n del INE y del Tribunal Electoral. Cualquier viso que tengamos de culto a la personalidad debe estar llevado con prudencia, es un tema de cuidado. Dir¨ªa que los ni?os son los que adoran a las personas sin ver que todas tienen al mismo tiempo cualidades y defectos.
P. ?Est¨¢n fundadas las afirmaciones de la oposici¨®n de que estamos ante una ¡°restauraci¨®n¡± o ¡°regresi¨®n autoritaria¡±?
R. Son posiciones pol¨ªticas que no puedo compartir ni dejar de compartir por mi papel de juez electoral. Lo que s¨ª puedo asegurar es que todos los mexicanos tenemos que saber que el pasado hist¨®rico de M¨¦xico no puede regresar.
P. ?Qu¨¦ opina de la campa?a que afirma que, si gana Morena en estas elecciones, ya no se podr¨¢ ejercer el voto en 2030?
R. Qu¨¦ pesimismo tan terrible. Yo no puedo compartirlo. Yo quiero pensar que las instituciones electorales mexicanas son m¨¢s fuertes que las personas.
P. Usted le llama pesimismo. ?No es m¨¢s bien una campa?a de miedo?
R. Los pol¨ªticos van a actuar siempre como pol¨ªticos, ya sea que est¨¦n en la oposici¨®n o en el Gobierno, y despu¨¦s cambiar¨¢n. Lo importante es lo que opinemos los ciudadanos, y la gran garant¨ªa que tenemos es saber que vamos a poder votar de manera libre el 2 de junio.
P. ?Hay garant¨ªas para ejercer el voto libre en este proceso electoral?
R. Yo no tengo duda de que los problemas que en los a?os ochenta influ¨ªan en las elecciones ya no se presentan. Ahora hay nuevos problemas que a m¨ª me inquietan, particularmente el del crimen organizado. Es un problema que yo considero el m¨¢s importante para las futuras elecciones mexicanas. Creo que, si no se resuelve en una pr¨®xima reforma electoral un sistema a prueba de narco, hay peligro para que, dentro de 6, 12 o 18 a?os, pueda haber un narcopresidente o presidenta. Eso nos lo est¨¢n demostrando los expedientes judiciales. Es decir, hemos tenido algunos casos en los cuales ya se ha establecido la incidencia del crimen organizado. Cuando esto sucede, inmediatamente se anula la votaci¨®n de las casillas donde ha habido incidencia.
Hemos visto que los actores pol¨ªticos tienen problemas para acreditar [probar] este tipo de fen¨®menos. Tiene que hacerse una reforma electoral pronto en la cual se asuma que estamos viviendo en un pa¨ªs con este problema y hay que afrontarlo. La reforma debe contemplar, por ejemplo, la posibilidad de que se presenten demandas y denuncias an¨®nimas, por lo menos en algunos lugares, una vez que se genere un mapa de riesgo. Quiz¨¢ tambi¨¦n es momento de repensar el sistema completo, el paradigma de los a?os noventa de que todas las casillas se instalen un d¨ªa y se reciba la votaci¨®n el mismo d¨ªa en todo el pa¨ªs. Lo que hemos visto es que llega a haber secuestros de casillas, que llegan en la ma?ana las personas del crimen organizado, secuestran la casilla y la traen a las seis de la tarde con toda la casilla ya votada. Ser¨ªa buena idea que comience un sistema de voto anticipado. O tambi¨¦n, que la votaci¨®n pudiera hacerse a trav¨¦s de v¨ªas digitales, que t¨² est¨¦s en tu casa y votes. T¨¦cnicamente es viable.
P. ?La reforma electoral es suficiente para evitar la injerencia el crimen en la democracia?
R. No, evidentemente. Esto es pr¨¢cticamente una reforma del Estado. Tambi¨¦n se tiene que hacer an¨¢lisis de seguridad de todos los candidatos. O sea, que todos estemos seguros de que no tienen ning¨²n tipo de cercan¨ªa con el crimen organizado. Se tiene que hacer una reforma del Estado partiendo del principio que hay que brindar al Estado completo respecto de esta cuesti¨®n.
P. ?Qu¨¦ m¨¢s deber¨ªa incluir esta reforma?
R. Te voy a decir qu¨¦ no deber¨ªa incluir. Por ejemplo, una buena reforma al Poder Judicial no deber¨ªa poner, en modo alguno, elecciones para los jueces. Una buena reforma tiene que fortalecer la carrera judicial.
P. Recientemente se dio a conocer que, en diciembre, hubo una reuni¨®n entre magistrados del TEPJF, la ministra Norma Pi?a [presidenta de la Suprema Corte] y Alejandro Moreno [dirigente del PRI].
R. Dialogar con todas las fuerzas pol¨ªticas es una obligaci¨®n y un deber de todos los jueces. Tenemos que poder dialogar con todas las partes, y en este caso, incluso con los justiciables. Es parte de nuestro trabajo, y este di¨¢logo se llev¨® a cabo ese d¨ªa.
P. ?S¨ª sucedi¨® la reuni¨®n con Alito Moreno?
R. S¨ª, fuimos convocados por la presidenta de la Suprema Corte, y se trataron solamente temas institucionales, de ning¨²n tipo pol¨ªtico.
P. Esa reuni¨®n, ?qu¨¦ nos dice de la independencia judicial?
R. En el Tribunal hay presiones, pero yo no me dejo presionar. Eso te lo puedo garantizar y lo estoy demostrando con mis sentencias.
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