Al diablo las instituciones
La amenaza de boicotear el pacto fiscal es parte de unas acciones de los adversarios pol¨ªticos de la 4T que lastiman de manera irresponsable el entramado institucional del que se dec¨ªan defensores
En 2010 cuando Espa?a se coron¨® en el Mundial de futbol de Sud¨¢frica alg¨²n chistoso se lament¨® de que Miguel Hidalgo, Morelos y compa?¨ªa hubieran conseguido la independencia de M¨¦xico dos siglos antes, porque de no haberlo hecho hoy ser¨ªamos campeones del mundo. Con un razonamiento parecido el escritor Antonio Ortu?o ironiz¨® en un tuit, a prop¨®sito de la amenaza de varios gobernadores de oposici¨®n que buscan sacudirse a la autoridad central en materia fiscal: ¡°Un beneficio oculto de que Jalisco se saliera del pacto federal es que las Chivas ser¨ªan el eterno campe¨®n de la liga local y, a la vez, nuestra selecci¨®n. Y como al pr¨®ximo Mundial van 64 equipos, en una de esas clasificamos y le ganamos a M¨¦xico en octavos de final¡±.
Referencias futboleras aparte, la amenaza de boicotear el pacto fiscal que existe entre el Gobierno central y las entidades que gobiernan los diez mandatarios de la Alianza Federalista, forma parte de una serie de acciones de los adversarios pol¨ªticos de la 4T que francamente lastiman de manera irresponsable el entramado institucional del que se dec¨ªan defensores. Algo que hace recordar al c¨¦lebre clamor ¡°al diablo con las instituciones¡± lanzado por L¨®pez Obrador en 2006 durante las manifestaciones en contra del fraude, pero ahora de signo contrario.
El gobernador de Chihuahua, uno de los ahora separatistas, no tuvo ning¨²n rubor hace unas semanas en poner en riesgo el Tratado Internacional sobre Aguas con Estados Unidos, vigente desde 1944, con tal de sacar ventaja electoral en el entorno regional, e insufl¨® la indignaci¨®n de los productores y vecinos argumentando necesidades locales por encima del inter¨¦s nacional. Tiros y troyanos coinciden en que se trata de un acuerdo que en conjunto resulta favorable a M¨¦xico y m¨¢s de un especialista ha dicho que solo el contexto de la Segunda Guerra Mundial lo hizo posible. Define las cuotas de agua que Estados Unidos entrega en la parte alta de la cuenca, a cambio de las que M¨¦xico ofrece r¨ªo abajo. El incumplimiento de la parte mexicana es el pretexto que los sectores conservadores estadounidenses esperan para replantear un acuerdo que les resulte m¨¢s favorable y, desde luego, en pleno periodo electoral constituir¨ªa una bandera jugosa para la campa?a de Trump en contra del vecino del sur. Pese a las reiteradas garant¨ªas del Gobierno federal de que exist¨ªa suficiente agua para los productores locales, la movilizaci¨®n pol¨ªtica paraliz¨® las presas desde las cuales se surtir¨ªa la ¨²ltima porci¨®n de la cuota de este a?o.
Una unilateralidad irresponsable no muy lejana de la pretensi¨®n de FRENAA, que simple y llanamente exige que el presidente renuncie porque a su juicio es un dictador. No importa que se trate de un presidente electo gracias al voto del 53% de los mexicanos, goce de niveles de aprobaci¨®n del 60% y FRENAA constituya un grupo minoritario. Ellos ya decidieron que no es su presidente y, en nombre de la democracia, exigen su salida.
El repudio al pacto federal por parte de los gobernadores opositores no anda muy lejos de esta perspectiva. El reparto a las entidades se compone de dos grandes rubros: las participaciones federales (Ramo 28) que regresan a las entidades lo recaudado en impuestos federales y las aportaciones (Ramo 33) que intentan otorgar recursos a los estados en proporci¨®n directa a los rezagos y necesidades. Ambas transferencias se realizan de acuerdo a criterios y coeficientes definidos en administraciones anteriores y hasta ahora la Hacienda P¨²blica de la 4T las ha respetado puntualmente. Es cierto que en M¨¦xico, como en la mayor¨ªa de los pa¨ªses, el sistema fiscal es redistributivo para compensar la desigualdad regional. Se trata de un principio ¨¦tico y un criterio de gobernabilidad, pero tambi¨¦n entra?a una l¨®gica econ¨®mica. Las econom¨ªas de las zonas pr¨®speras tributan m¨¢s de lo que reciben, efectivamente, pero no hay que olvidar que son pr¨®speras en buena medida porque operan en un mercado nacional. La riqueza de la regiomontana FEMSA deriva de las bebidas de Cola que se venden tambi¨¦n en Oaxaca y los ingresos de sus Oxxos de todo el pa¨ªs; los impuestos que aporta la operaci¨®n de Farmacias Guadalajara responden a decenas de sucursales desplegadas m¨¢s all¨¢ de la parcela tapat¨ªa.
Desde luego que los criterios de reparto para compensar estos fen¨®menos son susceptibles de ser revisados, pero rasgarse vestiduras como lo hacen estos gobernadores porque ¡°nos regresan menos de lo que nos quitan¡± y amenazar con un boicot fiscal es demag¨®gico e irresponsable. Se trata de una reivindicaci¨®n ego¨ªsta pero muy fruct¨ªfera ante cualquier audiencia, tr¨¢tese de un gremio, una regi¨®n o una familia, independientemente de que el reclamo sea justo o no lo sea. Y ciertamente, en este caso, no lo es. Los criterios de reparto que ahora cuestionan fueron definidos por los gobiernos anteriores, emanados de los partidos a los que pertenecen los gobernadores ahora indignados. Una exigencia demag¨®gica porque se trata de un planteamiento inviable toda vez que su petici¨®n tendr¨ªa que ser avalada por un Congreso que les es desfavorable, incluso si contara con la anuencia de los ciudadanos de sus respectivos estados, lo cual estar¨ªa por verse. Pero no es la factibilidad lo que interesa a estos mandatarios sino la posibilidad de obtener una ganancia pol¨ªtica inmediata y restarle apoyo popular al presidente, aun cuando en el proceso se lleven entre las patas sus otrora ¡°sagradas instituciones¡±.
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