El significado de una detenci¨®n: en pol¨ªtica no hay casualidades
L¨®pez Obrador podr¨¢ decir el lunes que no tuvo nada que ver con la detenci¨®n de Sandoval¡ pero que su lucha contra la corrupci¨®n seguir¨¢. O sea, no pero s¨ª
Si en la pol¨ªtica no existen casualidades, la jornada electoral clave para Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha iniciado de manera inmejorable. La madrugada de este domingo fue detenido otro exgobernador mexicano. Dicho de manera distinta: en un solo acto, la polic¨ªa nos recuerda que faltan muchas cuentas por cobrar, hartos peces gordos del pasado por atrapar y que ¨Ccr¨¦dito a quien lo merece¡ª el actual Gobierno parece m¨¢s empe?ado que sus antecesores en esa meta.
Roberto Sandoval Casta?eda, exgobernador de Nayarit (2011-2017), fue parte de la camada maldita de cuadros priistas que se supone que tras las derrotas presidenciales de 2000 y 2006 hab¨ªan aprendido la lecci¨®n y ya se portar¨ªan bien. No era cierto, con los priistas nunca lo es. Y recuerden que lo priista no se quita.
El paso de Sandoval por la gubernatura de un bello pero empobrecido Estado del Pac¨ªfico mexicano fue de esc¨¢ndalo en esc¨¢ndalo.
Sandoval a caballo. Sandoval otra vez en otro a¨²n mejor caballo. Sandoval amigo de boxeadores. Sandoval en peleas de box. Sandoval en un rancho tan grande como su ambici¨®n y moderno como no pod¨ªa ser su Estado. Sandoval en otro rancho. Y en uno m¨¢s. Y en otro. Sandoval criador de caballos. Sandoval, aquel que alguna vez fuera un tablajero y hoy es pr¨®spero empresario y gobernador, sonr¨ªe mientras Nayarit arde. Eso por empezar con lo fr¨ªvolo.
Sandoval el jefe de un fiscal al que, no por nada, apodaban El Diablo. Sandoval dice que no sabe nada de las diabluras ¨Casesinatos, torturas, secuestros y despojos de inmuebles habr¨ªa que decir m¨¢s propiamente¨C de ese fiscal, de nombre ?dgar Veytia y quien ser¨ªa detenido en marzo de 2017 en Estados Unidos, donde le han condenado por narcotr¨¢fico.
Los cr¨ªmenes de Veytia fueron tantos y tan graves que la sociedad nayarita se vio obligada a vencer el miedo y crear una Comisi¨®n de la Verdad que documentara la pesadilla de demasiadas v¨ªctimas. Vencer el miedo no estuvo exento de nuevos riesgos, pero al final esos ciudadanos han prevalecido. Aunque sea en EE UU, Veytia ha comenzado a pagar y su jefe debe ahora rendir cuentas.
En ese sentido, sin machucar su derecho a la presunci¨®n de inocencia, hay que decir que la detenci¨®n de Sandoval era esperada luego del infierno en que se convirti¨® su Estado y no solo por la perversidad del exfiscal, pues la sangre y el latrocinio fueron la norma en esos seis a?os. Pero es cierto tambi¨¦n que llega en un momento demasiado oportuno para el partido del presidente (este 6 de junio se renueva la gubernatura de Nayarit, donde Morena puntea en las encuestas) y las ondas expansivas de este golpe podr¨ªan impactar m¨¢s all¨¢ de las tierras nayaritas, como en Nuevo Le¨®n, donde cay¨® Sandoval y que tambi¨¦n vive hoy la elecci¨®n de gobernador, pero ah¨ª necesitaban detener a un expresidente para revivir a la candidata de Morena, hundida en las encuestas. Y qui¨¦n sabe.
As¨ª que la detenci¨®n es antes que nada la cereza del pastel de las campa?as, donde el oficialismo ha advertido una y otra vez a los votantes que no hay que volver al pasado corrupto.
Es tambi¨¦n un golpe directo al priismo, pues su l¨ªder nacional y varias de sus figuras del Senado y algunos pr¨®ximos diputados convivieron sin hacer ascos con el hoy detenido.
Le abolla, adem¨¢s, un poco m¨¢s el frente a esa carrocer¨ªa destartalada que es la figura de Enrique Pe?a Nieto, impulsor y protector del grupo de gobernadores priistas que se enriquecieron sin rubor y han terminado perseguidos o encarcelados: falta de retornar a M¨¦xico el fugitivo C¨¦sar Duarte (Chihuahua 2010-2016), socio por cierto de Sandoval en un esc¨¢ndalo de ganado que fue donado por Nueva Zelanda a peque?os productores mexicanos y acab¨® en los ranchos de estos pol¨ªticos. Hasta las vacas se robaban.
L¨®pez Obrador podr¨¢ decir el lunes que no tuvo nada que ver con la detenci¨®n de Sandoval¡ pero que su lucha contra la corrupci¨®n seguir¨¢. O sea, no pero s¨ª. Y aunque en el caso Odebrecht su Gobierno no ha cumplido cabalmente a los ciudadanos, justo es decir que avanz¨® contra Duarte, contra Lozoya, y ahora contra Sandoval mucho m¨¢s que Pe?a Nieto, que en su momento volte¨® a otro lado frente a los esc¨¢ndalos de sus amigos.
Porque lo de los gobernadores delincuentes nunca fue un secreto o algo que se quedara en el ¨¢mbito local. El ruido de las tropel¨ªas era nacional e incluso internacional. Para todos menos para el presidente Pe?a Nieto y su flamante gabinete. Tan descarado era el asunto que otro Sandoval ¨CArist¨®teles, el exmandatario de Jalisco asesinado en diciembre pasado en Puerto Vallarta¨C al regresar de una reuni¨®n de gobernadores lleg¨® a comentar en privado que si ¨¦l intentara hacer la mitad de lo que su colega nayarita contaba, la sociedad jalisciense se lo comer¨ªa vivo.
Finalmente, en este tiro de tres bandas que, repito, es una causalidad, Sandoval es un excelente mensaje de bienvenida para la vicepresidenta Kamala Harris, que trae bajo el brazo el tema de la corrupci¨®n y L¨®pez Obrador y el canciller Marcelo Ebrard le sonreir¨¢n diciendo ¡®nosotros tambi¨¦n¡¯.
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