Cuellos de botella, ?otra oportunidad perdida?
Los problemas en las cadenas de suministro son una oportunidad para M¨¦xico: tiene la geograf¨ªa, el capital humano, algo de infraestructura y, en algunas regiones, a los emprendedores. No sabemos si existe la voluntad de tomarla
The Economist lo advert¨ªa desde marzo. El n¨²mero de la ¨²ltima semana de ese mes hac¨ªa referencia a las cadenas de suministro globales y c¨®mo, a pesar de cierta narrativa, segu¨ªan siendo una fortaleza en la producci¨®n global. Empieza el mes de noviembre y los cuellos de botella en dichas cadenas ah¨ª est¨¢n como lo muestran con mucha claridad los precios y en ocasiones el desabasto de algunos bienes. Las cadenas de suministro siguen representando una fortaleza, sin embargo, las circunstancias cambian y es necesario hacer ajustes.
Todos sabemos que en la producci¨®n de cualquier bien, por sencillo que parezca, intervienen diferentes agentes. Tomo, por ejemplo, los lentes que utilizo para poder escribir estas l¨ªneas. El armaz¨®n y las varillas son de acetato de celulosa. Los tornillos y el puente son de metal. Los lentes en s¨ª est¨¢n hechos de policarbonato que bloquean los rayos UVA y UVB. La marca es de Estados Unidos con dise?os italianos, pero no solo el dise?o viene de Italia, tambi¨¦n las placas de celulosa. Los tornillos y las otras piezas de metal las producen en China y el ensamblado final de los lentes tambi¨¦n se hace ah¨ª. Los lentes los compr¨¦ en M¨¦xico. Con este ejemplo solo pretendo mostrar la integraci¨®n pr¨¢cticamente global que existe en la fabricaci¨®n de cualquier bien, por sencillo que parezca.
Por supuesto que las empresas podr¨ªan optar por producir todo el bien de principio a fin, una integraci¨®n vertical, pero las cada vez mayores facilidades al comercio internacional han permitido que las regiones ¡ªEstados, pa¨ªses, ciudades¡ª se especialicen logrando procesos productivos m¨¢s eficientes que repercuten en mejores precios de los bienes. No pensemos en los ¡°bienes¡± como algo ajeno a nosotros, los ¡°bienes¡± son lo que compramos en el supermercado, la ropa que usamos o los lentes que necesitamos.
Pero el libre comercio no es necesariamente libre y los conflictos comerciales recientes entre Estados Unidos y China lo han dejado claro. Una restricci¨®n en un pa¨ªs puede desencadenar olas de respuestas que van afectando esas cadenas de suministro y por lo tanto la producci¨®n de una gran cantidad de bienes. Si la empresa de ropa H&M decide no comprar algod¨®n de China por considerar inadecuadas sus pr¨¢cticas laborales, China, a su vez, puede reaccionar eliminando la presencia digital de la empresa en ese pa¨ªs, afectando sus ventas.
La pandemia tambi¨¦n movi¨® las piezas. El confinamiento ocasion¨® disrupciones que no se pudieron prever tanto en los patrones de consumo, como en las cadenas de suministro.
En primer lugar, los contenedores se han vuelto escasos. Escasos, por supuesto, en t¨¦rminos relativos. La reactivaci¨®n de la demanda, en parte por los programas de apoyo que dieron algunos pa¨ªses, en particular Estados Unidos, ocasion¨® cambios en rutas que no pudieron satisfacerse al mismo ritmo que los pedidos cambiaban. The Economist reporta incrementos de m¨¢s de 800% desde 2019 en el precio de los contenedores. Pero no solo faltan contenedores, falta tambi¨¦n capacidad portuaria y trabajadores para operarlos. Los desequilibrios en el mercado laboral estadounidense, que se cuentan por millones de personas, han tenido su impacto tambi¨¦n en este sector. No hay suficientes trabajadores para cargar y descargar y posteriormente para transportar la mercanc¨ªa. Si es un tema de ajuste salarial, est¨¢ por verse, pero mientras tanto, la aglomeraci¨®n en los puertos est¨¢ ah¨ª.
Todos vimos de alguna manera el cambio en los patrones de consumo, pero en algunas econom¨ªas, particularmente la estadounidense, el cambio fue notorio hacia m¨¢s dispositivos electr¨®nicos y de mayor calidad; calidad que tiene que venir acompa?ada de los semiconductores correspondientes. Entre un mayor consumo de dispositivos ¡°inteligentes¡± con mayor definici¨®n y mejor resoluci¨®n y un incremento en la penetraci¨®n de telefon¨ªa m¨®vil en econom¨ªas emergentes, entre ellas la china, los semiconductores se volvieron r¨¢pidamente escasos, de nuevo, en t¨¦rminos relativos. Las afectaciones a la industria automotriz mexicana est¨¢n ah¨ª, miles de coches detenidos en las plantas productivas por no tener los chips necesarios para terminarlos.
Ante esto, los precios responden. Ah¨ª est¨¢ la maravilla de los precios: son un mecanismo de informaci¨®n eficaz. Los precios capturan estas disrupciones y ante la escasez, aumentan. Lo importante ser¨¢ definir si los problemas ¡ªlos cuellos de botella¡ª en las cadenas de suministro son temporales o permanentes. ?Qu¨¦ tan r¨¢pido puede ajustarse la infraestructura portuaria para ser m¨¢s eficiente? ?Existir¨ªa alg¨²n esquema bajo el cual M¨¦xico pudiera aportar los trabajadores necesarios para corregir m¨¢s r¨¢pido esos desequilibrios en Estados Unidos? ?Los patrones de consumo cambiaron de forma definitiva o habr¨¢ un regreso a las pr¨¢cticas prepand¨¦micas? ?La producci¨®n de semiconductores se podr¨¢ ajustar en el corto plazo, menos de un a?o quiz¨¢s, o tardar¨¢ m¨¢s? ?Seguir¨¢ concentrada en Asia? ?M¨¦xico podr¨ªa producirlos?
Y a pesar de no tener las respuestas para estas preguntas y tantas m¨¢s, las oportunidades para M¨¦xico ah¨ª est¨¢n. Tiene la geograf¨ªa, tiene el capital humano. Tiene tambi¨¦n algo de infraestructura, aunque ser¨ªa necesario adaptar la existente y construir adicional. Tiene, en ciertas regiones del pa¨ªs, a los emprendedores listos para tomar la oportunidad. Pero hay otras cosas que no tiene. No tiene, quiz¨¢s, el inter¨¦s para invertir recursos desde el sector p¨²blico en ¨¢reas que mejoren sustantivamente la capacidad instalada. No tiene, desafortunadamente, el estado de derecho necesario ni ha sido capaz de proveer la certidumbre jur¨ªdica para fomentar las inversiones. Y no tiene, sobre todo en ciertas regiones del pa¨ªs, los energ¨¦ticos necesarios.
La oportunidad existe. Lo que no sabemos si exista es la voluntad de tomarla.
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