Lo que el notario no quiere que sepas
Se supone que los notarios deber¨ªan dar fe p¨²blica a fin de otorgar certeza a individuos o empresas. Sin embargo, los notarios en ocasiones han sido utilizados como escudo para mentir y robar
Tener una notar¨ªa es tener un muy buen negocio. La utilidad promedio por notar¨ªa es tres veces superior a la de un bufete jur¨ªdico promedio y dos veces mayor que la de cualquier empresa de apoyo en tr¨¢mites legales, seg¨²n el Censo Econ¨®mico del Inegi. Un notario tiene retornos sobre capital del doble que cualquier otro negocio en M¨¦xico y su retorno sobre inversi¨®n es 3,4 veces superior.
El acceso a esta utilidad es un bot¨ªn que est¨¢, con frecuencia, reservado para un grupo selecto de abogados que son amigos o familiares de pol¨ªticos locales. En la lista de notarios est¨¢ el primo del exgobernador de Jalisco, un amigo personal del de Tabasco, miembros del gabinete del de Morelos, el sobrino del de Michoac¨¢n y hasta el jefe de escoltas del de Coahuila, por mencionar algunos.
La colusi¨®n entre el poder pol¨ªtico y el notarial es evidente en todo M¨¦xico, pero nadie parece querer decir nada. Esto se debe en parte a que hemos normalizado esta situaci¨®n y en parte al temor.
Muchos poderosos en M¨¦xico son o han sido notarios. Olga S¨¢nchez Cordero, actual presidenta del Senado fue notaria de la Ciudad de M¨¦xico. Ad¨¢n Augusto L¨®pez Hern¨¢ndez, actual secretario de Gobernaci¨®n y posible presidenciable, es notario e hijo de notario de Tabasco. Alfonso Navarrete Prida, el ¨²ltimo secretario de Gobernaci¨®n de Pe?a Nieto, tambi¨¦n lo fue en el Estado de M¨¦xico.
Adem¨¢s, los notarios siempre tienen un ojo en la opini¨®n p¨²blica. Tard¨¦ m¨¢s en publicar un libro donde se cuestionaba la utilidad del notariado que en tener mensajes en mi tel¨¦fono personal, por parte de un destacado relacionista p¨²blico, dici¨¦ndome que un famoso Colegio de Notarios me quer¨ªa ¡°invitar a desayunar¡±.
En el desayuno, el publirrelacionista, uno de los notarios m¨¢s poderosos de la Ciudad de M¨¦xico y dos notarios m¨¢s, me hicieron saber que exist¨ªa un texto contrapuesto a mi libro donde se celebraba al notariado como una instituci¨®n no monop¨®lica que contribu¨ªa al crecimiento de la econom¨ªa por dar certeza jur¨ªdica. Omitieron decir que el libro se escribi¨® por idea del Colegio de Notarios y con datos facilitados por ¨¦ste.
Omitieron tambi¨¦n decir que muchos datos dicen lo contrario. El Banco Mundial recomienda eliminar la obligatoriedad del notario a fin de facilitar procesos y reducir costos, porque la tecnolog¨ªa ya puede hacer cosas que antes solo los notarios pod¨ªan. De hecho, los pa¨ªses que obligan a tener un notario para constituir un negocio han bajado del 75% al 47% desde el 2006. Colombia, Jamaica, Rep¨²blica Dominicana y Trinidad y Tobago ya no requieren notarios para ese tr¨¢mite. Adem¨¢s, la Comisi¨®n Federal de Competencia Econ¨®mica (Cofece) y otros estudios acad¨¦micos han argumentado que el car¨¢cter poco competitivo del notariado afecta el bienestar del consumidor. La Cofece incluso le otorg¨® al notariado el premio al ¡°obst¨¢culo regulatorio m¨¢s absurdo para competir y emprender¡± pero tuvo que retir¨¢rselo cuando muchos notarios se ampararon bajo el argumento de que la Cofece no puede dar premios.
Urge preguntarnos si los notarios en M¨¦xico son necesarios para todo lo que hacen. Se supone que los notarios deber¨ªan dar fe p¨²blica a fin de otorgar certeza a individuos o empresas. Sin embargo, en realidad, los notarios en ocasiones han sido utilizados como escudo para mentir y robar. Por ejemplo, todas las empresas que llevaron a cabo la Estafa Maestra estaban notarizadas. Las promesas de campa?a de varios gobernadores tambi¨¦n. El mismo presidente Pe?a Nieto logr¨® que un notario certificara sus promesas. A¨²n as¨ª, al final de su sexenio no solo hab¨ªa incumplido varias de ellas, sino que el 86% de la poblaci¨®n lo consideraba corrupto.
Considero que es tiempo de que M¨¦xico comience a deshacerse de la figura del notario donde no se necesita. Urge limitar el n¨²mero de funciones para las que se requiere un notario, sustituirlas por tecnolog¨ªa, y para aquellos procesos en los que no sea posible, cambiar la legislaci¨®n para que los notarios enfrenten competencia y cobren poco.
Para facilitar estos cambios de manera expedita y eficiente, el Congreso debe actuar y centralizar cuanto antes todo aspecto relacionado con el notariado en una sola ley federal y un solo colegio de notarios. El Colegio de notarios federal deber¨¢ ser transparente en todas sus sesiones, tener prohibida la realizaci¨®n de cabildeo y realizar sus sesiones bajo la m¨¢xima transparencia.
Un aspecto cr¨ªtico de esta ley federal ser¨¢ reformar los aranceles para que la ley los considere un precio m¨¢ximo y no un precio fijo de cumplimiento obligatorio. Esto abrir¨ªa la posibilidad a la competencia entre notarios. Una vez hecho eso se deber¨¢ aumentar considerablemente el n¨²mero de notarios buscando que compitan entre s¨ª. En caso de colusi¨®n para favorecer a un notario, la Cofece deber¨ªa poder sancionarlos.
Hoy en d¨ªa el monitoreo hacia el notariado es escueto. Como ha documentado Fernando Garc¨ªa Sais, notario de Sinaloa, el arancel fijado puede ser violado porque realmente no hay supervisi¨®n. Esto nos afecta a todos. Si los costos notariales fueran m¨¢s bajos, todos podr¨ªamos comprar una casa, hacer un testamento o crear una empresa, con menor costo.
A todo lo anterior se deber¨¢ a?adir una pol¨ªtica para purgar las notar¨ªas de corruptos. Un primer paso para avanzar en esa direcci¨®n ser¨ªa solicitarles declaraciones patrimoniales y de conflicto de inter¨¦s p¨²blicas de manera anual.
Posiblemente esta propuesta sea rechazada por algunos estudiosos del Derecho. Se dir¨¢ que la ley es expl¨ªcita en que los notarios no deben competir entre ellos, que no son prestadores de servicios ¡°en el sentido liberal del t¨¦rmino¡±, ni funcionarios p¨²blicos. Estos argumentos son v¨¢lidos con la legislaci¨®n actual y por ello la nueva ley federal debe redactarse para que dejen de ser v¨¢lidos. Esto requiere, sobre todo, voluntad pol¨ªtica para redactar la nueva ley con miras a reducir corrupci¨®n y costos para todos.
Ya se han presentado un par de iniciativas en el Congreso al respecto, pero ninguna ha prosperado y la mayor¨ªa solo propone cambios cosm¨¦ticos. Se proponen concursos de acceso cuando, en realidad, el problema es la existencia misma del notariado en tr¨¢mites donde ¨¦ste no es necesario.
En lo personal pienso que acudimos al notario, no porque nos d¨¦ certeza, sino porque no hay alternativa para lograr dicha certeza. Urge dise?ar otras formas de certeza, usando la tecnolog¨ªa que hoy tenemos, y con ello crear instituciones inclusivas, efectivas, eficientes y que no sean un bot¨ªn privado, disfrazado de beneficio p¨²blico.
Me sorprende que sigamos callados ante las grandes ¨¢reas de oportunidad que tiene el notariado y hago un llamado al Congreso de la Rep¨²blica para que tome cartas en el asunto y cree una ley federal del notariado que evite abusos, erradique las notar¨ªas otorgadas a compadres y demande el uso de tecnolog¨ªa de certificaci¨®n que eventualmente pueda, poco a poco, ir sustituyendo las labores notariales.
Merecemos mejores instituciones. Los notarios mismos las merecen para mantener en alto su prestigio.
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