Las ca?er¨ªas manchar¨¢n al 2024
Cuando el lopezobradorismo busca desprestigiar a alguien lo hace sin tapujos
La sucesi¨®n adelantada ha entrado en una nueva y riesgosa fase. Las y los mexicanos son bombardeados estos d¨ªas por audios obtenidos ilegalmente o dados a conocer sin consentimiento de las partes. Al hacer p¨²blicas esas conversaciones, tanto el oficialismo como sus opositores buscan el desprestigio de adversarios, pero en ese af¨¢n sucumbir¨¢ lo poco que quedaba del sentido de decencia de la pol¨ªtica mexicana, y la viabilidad de ¨¦sta. De seguir esa ruta, la temporada de ca?er¨ªas manchar¨¢ sin remedio a quien gane en 2024. Hay que reconocerle a Morena que ha innovado en eso de rebajar el nivel de la conversaci¨®n p¨²blica.
En el pasado, las escuchas ilegales eran filtradas con cierta discreci¨®n. Y aunque resultaba f¨¢cil adivinar la mano que mec¨ªa la cuna al ver qui¨¦n ganaba con el ataque, al filtrar se guardaban las formas; el darse ese margen representaba algo m¨¢s que hipocres¨ªa. En cambio hoy, cuando el lopezobradorismo busca desprestigiar a alguien lo hace sin tapujos: desde el ejercicio del poder, abusando de leg¨ªtimos recursos del mismo, se transmiten en directo, por redes sociales y otros medios, ataques basados en materiales que solo pueden ser producto de un il¨ªcito, y uno grave. Porque no estamos ante filtraciones a la vieja usanza, cuando alg¨²n medio o periodista era elegido y utilizado para dar a conocer una bomba informativa que explotar¨ªa en la cara de alg¨²n adversario pol¨ªtico.
Ese mecanismo, no por discreto era correcto, legal o siquiera leg¨ªtimo. Pero, insistiendo en la importancia de las formas, met¨ªa a la opini¨®n p¨²blica en una obligada deliberaci¨®n: independientemente de su origen espurio, la revelaci¨®n se ponderaba por los m¨¦ritos que tuviera en tanto desvelara algo que a final de cuentas serv¨ªa a la sociedad. Por ello, ¨¦sta deb¨ªa hacer un balance sobre si la irregularidad en la forma de acceso a esa noticia era menor al servicio que ¨¦sta prestaba a la comunidad.
No se trata de un debate filos¨®fico. A veces es por genuino sentido del deber que alguien, a pesar de estar incrustado en un aparato institucional, toma la decisi¨®n de vulnerar reglas, normas o lealtades para hacer posible una revelaci¨®n que, a la postre, redundar¨¢ en beneficio p¨²blico pues limitar¨¢ a una persona o una iniciativa que desde un poder genera m¨¢s da?o o hace uso de ¨¦ste de manera indebida. El ejemplo m¨¢s conocido es el del pat¨¦ticamente c¨¦lebre exgobernador de Puebla Mario Mar¨ªn.
Pero aqu¨ª estamos ante una cosa muy distinta. El poder es el primero que debe tener contenci¨®n en su actuar, porque precisamente quienes detentan esas posiciones tienen acceso a recursos que los dem¨¢s no.
De forma que no se puede analizar lo que est¨¢ pasando en el linchamiento mediante filtraciones en contra de Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI, sin iniciar diciendo que por m¨¢s que a algunos alegre que este cuestionable personaje sea exhibido, el que el gobierno haga uso descarado del aparato oficial para ese ataque sienta un terrible precedente. Hoy es ¨¦l, ma?ana cualquiera. As¨ª de simple.
Igual con la respuesta de Moreno a las filtraciones. Al revelar ¨¦l mismo un audio de una llamada suya pudo no haber violado la ley pues no espi¨® para obtenerlo, pero revienta formalismos y reglas no escritas de toda negociaci¨®n que requiera discreci¨®n. Con ello se abre una puerta no solamente a que di¨¢logos sean sacados de contexto para beneficio del chismoso, sino que desaparece el principio rector de la pol¨ªtica, que en la pluralidad necesita de los contrarios para avanzar cualquier agenda: la confianza.
Layda Sansores, gobernadora de Campeche, es el instrumento que gustoso ¨Cello es evidente¡ª se ha prestado para meterse a las ca?er¨ªas y chapotear en ¨¦stas con prepotencia y hasta desplantes de soberbia. Ella ha sido la mensajera, para nada la art¨ªfice, pues en este gobierno solo hay uno, todos los dem¨¢s lopezobradoristas son utilitarios, de este acoso, utilizando materiales ilegales y abusando de recursos p¨²blicos, en contra de ¡°Alito¡±, como llaman al l¨ªder nacional pri¨ªsta y exgobernador ¨¦l mismo de Campeche.
Dicho de manera llana: todo indica que el presidente L¨®pez Obrador decidi¨® en alg¨²n momento que la lucha por mantener la presidencia de la Rep¨²blica incluyera la utilizaci¨®n de escuchas ilegales, y que la divulgaci¨®n de ¨¦stas no solo no sea condenada formalmente desde el Gobierno ¨Cmenos aun investigada¨C, sino que se haga de la misma una parte sustancial de la propaganda oficial que busca obtener simpat¨ªas y votos.
Hay varios problemas con esa decisi¨®n, adem¨¢s del obvio atropello al Estado de derecho y la renuncia a hacer pol¨ªtica. El primero es que se abre una caja de Pandora cuyo contenido es imposible de predecir pero no tan dif¨ªcil de enmarcar. Si hoy AMLO y los suyos tienen audios de Alito, y por tanto de otros, a qui¨¦n sorprender¨¢ que estos tambi¨¦n hayan tomado, en su momento, sus perversas previsiones, y ante el ataque rastrero se preparen para responder de la misma manera.
Andr¨¦s Manuel fue un importante opositor a reg¨ªmenes panistas y priistas por m¨¢s de 20 a?os. En ese tiempo ¨¦l y sus seguidores fueron espiados. Al final de cuentas, y por desgracia, estamos ante de una de las pr¨¢cticas m¨¢s frecuentes e impunes del r¨¦gimen anterior y del actual.
L¨®pez Obrador fue v¨ªctima de esos ilegales e indebidos procedimientos. Y de sus consecuencias, al menos medi¨¢ticas, de los mismos. En el arranque de 2004 varios e importantes colaboradores suyos fueron exhibidos mientras eran sobornados por el empresario Carlos Ahumada. Ese episodio, conocido como los videoesc¨¢ndalos, llev¨® a la c¨¢rcel a uno de sus operadores y a su entonces secretario de Finanzas en la jefatura de gobierno de la ciudad de M¨¦xico, y descarril¨® el ascenso de otros.
Si AMLO sobrevivi¨® a ese episodio fue porque sin miramientos dej¨® caer a los exhibidos, y porque su teor¨ªa del complot terminar¨ªa teniendo fundamento: importantes personajes de nivel federal tuvieron parte en esa conjura. Y las piezas fueron acomod¨¢ndose de forma tal que se confirm¨® que poderosos prianistas planearon destruir la reputaci¨®n del tabasque?o. Los videoesc¨¢ndalos no sepultaron la candidatura presidencial de Andr¨¦s Manuel, pero sin duda limitaron su imagen rumbo a la elecci¨®n del 2006.
?Era m¨¢s virtuoso Fox, que dej¨® que eso pasara, que no lo castig¨®, aunque no se probara que ¨¦l tom¨® parte de esas filtraciones? No. Pero al menos puede decir que no se le puede achacar a ¨¦l el haber formado parte sustancial de esa maniobra. Cosa muy distinta es el desafuero foxista contra AMLO, pero no es tema de esta entrega, ya que no supuso la filtraci¨®n de audios o videos obtenidos ilegalmente.
Pero que no fue la ¨²nica vez que el actual presidente y sus allegados fueron espiados lo sabemos tan bien que ocurrieron, ya en esta administraci¨®n, las filtraciones de videos separados en los que sus hermanos P¨ªo y Mart¨ªn reciben fajos de billetes ¡°para el movimiento¡±.
Quien quiera que haya decidido filtrar los videos de tan cercanos familiares, cuyo contenido en t¨¦rminos de posibles ilegalidades esta administraci¨®n no ha investigado ejemplarmente, decidi¨® enviar un mensaje inequ¨ªvoco: dado que es un desaf¨ªo al personaje m¨¢s poderoso que en d¨¦cadas haya ocupado Palacio Nacional, solo puede ser traducido como una advertencia: tenemos estos, pero tenemos m¨¢s. Ob¨²s contra ob¨²s.
El efectivo en las campa?as electorales mexicanas es quiz¨¢ m¨¢s abundante que el confeti en las mismas. Si los operadores de AMLO en el jefatura de gobierno tomaban dinero de un constructor, si familiares directos salen ¨Ca?os despu¨¦s¡ª en otros videos tambi¨¦n recibiendo miles de pesos en efectivo, no es porque los lopezobradoristas sean m¨¢s corruptos que los otros, solo tuvieron la mala suerte de toparse o bien con un empresario tramposo, o bien con un colaborador descuidado, o bien con todo un aparato que se tomaba sus previsiones al espiar.
Y lo mismo, por desgracia, se puede se?alar de Alito y los audios que la gobernadora Sansores ha revelado: las sospechosas operaciones bancarias e inmobiliarias que se presumen de las conversaciones que se han dado a conocer, y lo mismo la pendenciera manera de referirse a la prensa por parte del l¨ªder pri¨ªsta, no es una excepci¨®n en la pol¨ªtica mexicana. Todo lo contrario. Confirma lo que sabemos desde hace d¨¦cadas: son corruptos, no tontos, y solo de vez en cuando los cachamos. Esto ¨²ltimo, en buena medida, porque entre ellos se esp¨ªan. Y porque a ellos tambi¨¦n conviene que no se investiguen esos delitos.
No hay una manera legal de filtrar escuchas ilegales. Pero el gobernante tiene una obligaci¨®n irrenunciable. Si el poder constituido es el descarado filtrador de materiales comprometedores violenta preceptos normativos y democr¨¢ticos. El primero de ellos es el de que solo puede hacer lo que la ley le faculta. Y espiar o divulgar materiales producto del espionaje no est¨¢ entre sus atribuciones. Tiene la obligaci¨®n de, por medios legales y leg¨ªtimos hacer cumplir la ley. Y, tambi¨¦n, de no ser discrecional en ese precepto: debe perseguir a todos, y sobre todo a quienes m¨¢s haga falta para beneficio de la comunidad.
Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha incurrido en una irresponsabilidad may¨²scula al dar este otro banderazo, al declarar la temporada de las ca?er¨ªas. Si ya hab¨ªa gente, incluso en su entorno, que lamentaban que los tiempos de la sucesi¨®n se hubieran adelantado dentro de Morena, pues generan divisi¨®n interna y apetitos de poder, ahora enfrentamos un nuevo riesgo: ha decretado una cacer¨ªa de adversarios sin respeto a la ley o a la pol¨ªtica. Con esa decisi¨®n puede ser que haya abierto la puerta a videos de gente a¨²n m¨¢s cercana a ¨¦l que sus propios hermanos.
En la pol¨ªtica y en el periodismo lo que se utilice debe poderse explicar en p¨²blico o ante tribunales. Pero si desde la Presidencia de la Rep¨²blica misma se alientan y aceptan estos embates, que transgreden leyes y espacios de discreci¨®n obligatorios para buscar soluciones entre intereses contrarios, la se?al que se da es que una guerra ha iniciado, y que en consecuencia quien tenga m¨¢s parque se defienda con esos mismos medios. Cada bando pelear¨¢n entonces por su supervivencia, no por darle al pa¨ªs lo mejor que tengan.
Alito ha publicado un audio de una llamada suya con un personaje menor y exhibido, que a pesar de sus cuentas pendientes ¨Cse?aladas multimillonariamente en la prensa cr¨ªtica¡ª mantiene el m¨¢ximo nivel de interlocuci¨®n con el secretario del interior y con la ¨¦lite de la oposici¨®n. Como retrato de pa¨ªs, eso mover¨ªa a la risa si no fuera prueba de que el gobierno que propuso una transformaci¨®n nacional tiene gusto y hasta se enorgullece al utilizar a figuras del partido podrido y r¨¦mora por excelencia de M¨¦xico.
En ese audio revelado esta semana, y como es p¨²blico, ese personaje menor, exgobernador de gris memoria, tartamudea en su incapacidad de decirle a su compadre pri¨ªsta las cosas como son: la ¨²nica y fundamental demanda del gobierno lopezobradorista que presume de democr¨¢tico es la sumisi¨®n total a sus designios. Triste destino el de Manuel Velasco, hasta su hermano Alito lo hace quedar como indigno.
Pero m¨¢s all¨¢ de los actores secundarios como Velasco, la trayectoria que en verdad resulta salpicada con esta filtraciones es la de Andr¨¦s Manuel. Vale la pena intentar una par¨¢frasis. Cuando al viejo Jes¨²s Reyes Heroles alguien le se?alaba que fulano era honesto, el colmilludo secretario de Gobernaci¨®n de L¨®pez Portillo contestaba: ?Honesto? Pero ?ha estado donde hay, o no? Porque si no, no cuenta.
Cuando L¨®pez Obrador lleg¨® al m¨¢ximo sitio del poder tuvo la oportunidad de cambiar la historia. De no espiar, de no usar el espionaje como lo usaron contra ¨¦l. En vez de ello, cuando ¡°estuvo donde hay¡±, cuando tuvo todo el poder, decidi¨® ser el presidente que dio rienda suelta a la temporada de las ca?er¨ªas.
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