Las deudas impagables de los gobernadores
Los gobernadores han adquirido deudas impagables con bancos privados, en ocasiones con t¨¦rminos extra?amente favorables para la banca. Urge monitorearlos y apoyarlos contra abusos
Los Estados tienen muchas responsabilidades y recaudan poco. La soluci¨®n que han encontrado es endeudarse, pero con poca asesor¨ªa y transparencia efectiva sobre sus decisiones, por lo que dos graves errores han comenzado a permear las finanzas locales.
El primero es que los t¨¦rminos de las deudas son con frecuencia demasiado favorables para la banca y tremendamente adversos para los gobiernos. La banca se ha aprovechado de la necesidad de recursos de los Estados para dise?ar mecanismos que le permiten prestar con alto inter¨¦s y poco riesgo.
Uno de ellos, quiz¨¢ el m¨¢s utilizado, es requerir que los gobernadores utilicen como fuente de pago para la deuda las participaciones federales o ingresos locales. Esto reduce enormemente el riesgo de impago porque asegura que las deudas se salden con un dinero que no dejar¨¢ de fluir a menos de que el Estado mexicano colapse ¨C algo muy improbable.
El mecanismo, en ocasiones, es acompa?ado con la creaci¨®n de un fideicomiso que obliga a depositar las participaciones en ¨¦l, antes de que se canalicen a cualquier otro gasto p¨²blico. As¨ª, el banco es el primero en cobrarse: el ciudadano n¨²mero uno entre millones. Adem¨¢s, se piden dep¨®sitos promedio del doble del pago para asegurar pagos futuros.
Con estas condiciones el riesgo para la banca es muy bajo y por tanto, las tasas de inter¨¦s tambi¨¦n deber¨ªan serlo. No es as¨ª. Actualmente hay 553 cr¨¦ditos en 29 entidades y 172 municipios cuya fuente de pago son las participaciones o ingresos locales, y de estos varios tienen intereses alt¨ªsimos.
Destacan tres casos que levantan cejas:
El primero es una deuda adquirida durante el sexenio de Alfredo del Mazo para rehabilitar la red carretera del sur del Estado de M¨¦xico con una tasa de inter¨¦s 1215 puntos base por encima de la TIIE. La deuda por 4.800 millones de pesos es muy favorable para la banca (dej¨¢ndole cientos de millones de ganancias por intereses), pero es tremendamente adversa para la gente. Adem¨¢s, hasta hace unos meses la rehabilitaci¨®n no hab¨ªa ni comenzado.
Otros dos casos corresponden a municipios. Una deuda adquirida en 2017 por Poza Rica (Veracruz) con N.L. Technologies para colocar luminarias que quedaron inconclusas y otra, contratada por Nogales (Sonora) con Banorte, para un refinanciamiento. La primera se adquiri¨® en total opacidad y a una tasa de inter¨¦s 595 puntos base por encima de la TIIE; la de Nogales, con una tasa de 338 puntos base por encima, convirti¨® al municipio en uno de los m¨¢s endeudados del pa¨ªs.
El segundo error que afecta las finanzas estatales es contratar deudas por montos y plazos tan grandes que resultan de facto impagables. Existen 24 deudas estatales y municipales que tienen al menos siete a?os de haber sido adquiridas y de las cuales no se ha podido pagar ni el 5%. Al paso actual, el 75% de estas deudas tomar¨¢n m¨¢s de 500 a?os en saldarse ¨C a pesar de que el contrato estipula que ser¨ªa m¨¢s r¨¢pido.
Destacan tres casos de deudas de facto impagables:
La de mayor monto fue adquirida en Chiapas durante el sexenio de Manuel Velasco: un pr¨¦stamo por 7.200 millones de pesos del que todav¨ªa se adeuda el 96% del capital luego de ocho a?os de pagos constantes. La deuda fue contratada para refinanciar la de su antecesor, Juan Sabines, gobernador denunciado por opacidad, malos manejos y corrupci¨®n. Hoy cada chiapaneco debe el equivalente a 1.252 pesos a Banobras por este concepto.
Otros dos casos corresponden al financiamiento de la L¨ªnea 12 de la Ciudad de M¨¦xico que colaps¨® asesinando a 26 personas. Las deudas, adquiridas por Marcelo Ebrard, por un total de 12.000 millones de pesos, han sido pagadas sin falta, pero luego de 15 a?os, todav¨ªa se debe el 98% del capital. Hoy cada capitalino le debe el equivalente a 1.312 pesos a HSBC y Banobras por este concepto.
El que estos dos errores est¨¦n sucediendo no significa que debamos reducir la deuda estatal. La deuda es buena si se usa bien y se contrata con buenos t¨¦rminos. Lo que se requiere es acompa?ar mejor a los gobiernos locales para que sepan adquirir deuda e impedir que la adquieran si no es para algo productivo.
Las deudas caras e impagables existen porque tenemos gobernadores y presidentes municipales sin experiencia negociando con un mercado bancario artero, poco competitivo y abusivo. Sin asesor¨ªa adecuada, nuestros gobernantes son engatusados por cabilderos privados y banqueros. No hay un contrapeso que les ayude a negociar con fuerza e inteligencia. A nivel federal, ni siquiera se habla de esto porque nuestros funcionarios han normalizado las injusticias del sistema bancario sin retarlo.
Para mejorar el poder de negociaci¨®n de los gobiernos locales es imperante, no solo tener buen acompa?amiento negociador, sino que Banobras haga su trabajo. Al momento se ha dedicado a otorgar cr¨¦ditos a precio de mercado, sin generar una presi¨®n en el mercado para crear cr¨¦ditos m¨¢s accesibles. De hecho, los cr¨¦ditos otorgados por Banobras son en promedio m¨¢s caros que los otorgados por Santander y HSBC (tasa efectiva). Esto no tiene sentido.
Adem¨¢s, es necesario cambiar la Ley de Disciplina Financiera a fin de que se defina mejor cu¨¢les son los motivos aceptables para contratar deuda. Al momento se acepta que las entidades adquieran deuda para ¡°inversi¨®n p¨²blica productiva¡± pero no se define bien qu¨¦ es eso. Muchas cosas quedan clasificadas como tal, sin serlo.
Hay que promover la recaudaci¨®n de impuestos locales como el predial a nivel municipal y la tenencia a nivel estatal de forma que las entidades tengan m¨¢s recursos. La deuda es la puerta f¨¢cil, pero no la ¨²nica puerta y hoy es una puerta muy cara.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.