En el pa¨ªs de los encargos, sin cargos
La tragedia de Ju¨¢rez devela la fallida concepci¨®n de L¨®pez Obrador sobre la funci¨®n p¨²blica
La respuesta del responsable de cuidar la integridad de los casi 40 migrantes que fallecieron en el incendio del Instituto Nacional de Migraci¨®n (INM) de Ciudad Ju¨¢rez fue sencilla: no era mi encargo.
Con esa respuesta, el secretario de Gobernaci¨®n, Ad¨¢n Augusto L¨®pez, desconoci¨® el art¨ªculo 90 constitucional y argument¨®, con base en su sentir, que el verdadero encargado del INM no era ¨¦l, sino el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, pues era a este ¨²ltimo a quien L¨®pez Obrador le hab¨ªa dado ¡°el encargo¡± de la agenda migratoria.
Muchos interpretaron la c¨ªnica respuesta de Ad¨¢n como una estrategia de campa?a, una intentona por descarrilar las aspiraciones presidenciales de Marcelo Ebrard y salir indemne ante la opini¨®n p¨²blica.
La verdad es m¨¢s desoladora. La realidad es que dentro del Gobierno de L¨®pez Obrador los m¨¢s altos mandos est¨¢n convencidos de que sus cargos no son los descritos en la ley, sino las responsabilidades que en privado el presidente les ha encomendado.
As¨ª, con L¨®pez Obrador la Secretar¨ªa de Econom¨ªa no es la encargada de fomentar la industria, sino la oficina de negociaci¨®n con empresarios extranjeros; el Fonatur no es la instituci¨®n encargada de la consolidaci¨®n de la industria tur¨ªstica, sino del presupuesto del Tren Maya; y el IMSS no es la oficina donde se vela por los afiliados, sino donde se dise?a la seguridad social universal. Con L¨®pez Obrador el encargo es rey.
A esta forma de gobierno, los cercanos a L¨®pez Obrador le llaman ¡°gobierno de guerrilla¡±. Una forma de concebir a la funci¨®n p¨²blica que no valora la profesionalizaci¨®n, ni la pulcritud, ni la mesura de una burocracia, sino la permisividad, la acci¨®n y la capacidad de resolver al margen de las restricciones existentes. La meta, se dicen, es lograr el objetivo, como sea en cuanto sea posible, aun si ello requiere pasar por encima de preceptos legales, marcos de acci¨®n o mandatos espec¨ªficos.
Habr¨¢ quien piense que esto siempre ha sido as¨ª, que los secretarios de Estado siempre han velado por agendas particulares asignadas a ellos por el presidente en turno. Pero no, lo que actualmente ocurre es diferente. Los encargos de L¨®pez Obrador no describen agendas prioritarias dentro de los cargos de cada instituci¨®n, como ha sucedido siempre. Por el contrario, los encargos sustituyen y cambian los cargos. As¨ª, en este Gobierno el cargo se ha vuelto opcional, una suerte de t¨ªtulo insubstancial que no refleja el trabajo que d¨ªa a d¨ªa se realiza con el encargo.
Algunos conciben a la afrenta contra los cargos y el cobijo de los encargos como una lucha loable contra la burgues¨ªa burocr¨¢tica, su t¨ªpica inflexibilidad e ineficiencia. Los cargos son r¨ªgidos e intransigentes, dicen, mientras que los encargos son innovadores y funcionales.
Lamentablemente, no es as¨ª. Como ha mostrado el incendio del Inami en Ciudad Ju¨¢rez, en la cotidianidad, el encargo es una forma peligrosa de diluir responsabilidades, simular la rendici¨®n de cuentas y operar con violaciones a la regulaci¨®n. El encargo, en un Gobierno como el nuestro, no es flexibilidad, es con frecuencia una simple violaci¨®n administrativa.
El Gobierno por encargo dejar¨¢ muchos afectados. Ser¨¢ peligroso, no solo para la ciudadan¨ªa que ya no sabe a qui¨¦n se debe pedir cuentas, sino para los mandos medios y bajos de la burocracia que tarde o temprano tendr¨¢n que rendir cuentas sobre sus cargos. Ser¨¢n ellos quienes eventualmente sean responsabilizados por encargarse de aspectos que estaban descritos en su cargo, o peor a¨²n, por los errores cometidos por los encargados de su cargo. Vendr¨¢ un momento, como en toda democracia, en que Morena ya no gobierne y cuando eso suceda el sistema judicial no juzgar¨¢ a los mandos por su encargo, sino por su cargo. Muchos caer¨¢n.
Solo entonces se volver¨¢ evidente que el ¨²nico que se ha beneficiado del Gobierno por encargo, y no por cargo, ha sido L¨®pez Obrador. Gracias a ello ha logrado concentrar poder y cambiar el funcionamiento de la burocracia sin tener que cambiar la ley. No alcanzamos a comprender el da?o que el presidente ha hecho a la funci¨®n p¨²blica con esta forma de operar. El tiempo evidenciar¨¢ a los damnificados.
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