Lo que Notimex debi¨® ser

La agencia Notimex, que est¨¢ a punto de desaparecer por una decisi¨®n irresponsable del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ¡ªquien habla desde el h¨ªgado, sin considerar los procesos legales¡ª, pudo haber sido lo que Am¨¦rica Latina siempre ha necesitado. Un medio de informaci¨®n p¨²blica con enfoque latinoamericano.

Notimex fue fundada en 1968, cuando M¨¦xico no viv¨ªa en democracia y no exist¨ªa la inmediatez de las redes sociales, pero no por ello hoy, 55 a?os despu¨¦s, ha perdido su raz¨®n de ser. Se tratar¨ªa de cambiar de tajo su modelo de negocio y su perspectiva informativa. No es tarea f¨¢cil, por supuesto y en este momento, la empresa carece de las condiciones para sobrevivir, menos para mejorar la calidad de sus servicios informativos.

Para L¨®pez Obrador, quien est¨¢ en campa?a desde que lleg¨® a la presidencia, Notimex es un estorbo. Su ¨²nico inter¨¦s es que los recursos presupuestales de los medios p¨²blicos sean utilizados para que su Cuarta Transformaci¨®n se mantenga en el poder.

Desde su creaci¨®n, la agencia funcion¨® principalmente como vocera del Gobierno. Con altas y bajas en calidad y oportunidad, nunca logr¨® levantarse de sus defectos de origen. Sigui¨® bajo el caudillismo de un sindicato corrupto ¡ªcuya potestad lleg¨® al punto de que a veces el l¨ªder Conrado Garc¨ªa Velasco ten¨ªa m¨¢s poder que el director general de la empresa¡ª, presa de muchos casos de censura e incluso de autocensura.

A pesar de todo ello, hasta hace unos pocos a?os, su estructura period¨ªstica se mantuvo inc¨®lume y capaz de mantener su presencia como una agencia con enfoque latinoamericano e incluso con el potencial de destacar por encima del griter¨ªo de las redes sociales. Para mediados del siglo pasado, cambiar su nombre (la marca Notimex ya estaba desgastada) habr¨ªa sido el primer paso para convertirse en una cooperativa de noticias profesional e independiente, sin fines de lucro, con capacidad de contar y ofrecer, en diversos formatos de calidad, las historias de Am¨¦rica Latina desde M¨¦xico, as¨ª como elaborar trabajos de investigaci¨®n multimedia tanto en M¨¦xico como en el extranjero.

Pero el M¨¦xico donde naci¨® nunca fue su mejor aliado. Ni antes del caos cibern¨¦tico ni ahora con la competencia de sus rivales extranjeros que han sabido sobrevivir a nivel global e incluso convertirse en las fuentes de informaci¨®n mayorista preferidas entre nuestros lectores. Me refiero a AFP, EFE, Reuters y por supuesto Associated Press.

Cuando L¨®pez Obrador, despu¨¦s de m¨¢s de tres a?os de ignorar los choques entre la directora Sanjuana Mart¨ªnez y la reportera Adriana Urrea al frente del sindicato que hered¨® de Garc¨ªa Velasco, anunci¨® que la agencia deb¨ªa desaparecer, el presidente dej¨® claro que para ¨¦l, la informaci¨®n solo es importante mientras salga de su boca, en sus ma?aneras. Y m¨¢s en ¨¦pocas electorales.

El conflicto rebas¨® a Mart¨ªnez y Urrea. Lo de fondo siempre ha sido que al presidente nunca le interes¨® Notimex. L¨®pez Obrador siempre ha tenido sus obsesiones y Notimex nunca fue una de ellas, como tampoco son los medios p¨²blicos.

Con la desaparici¨®n de Notimex, M¨¦xico va a perder la oportunidad de tener una agencia de noticias independiente con una red de corresponsales locales y extranjeros que ofrezcan una visi¨®n latinoamericana de las noticias. Y ojo, la agencia tambi¨¦n ha sido vital para decenas de medios en provincias sin capacidad econ¨®mica de contratar corresponsales en la Ciudad de M¨¦xico, en el resto del pa¨ªs y mucho menos en el extranjero. Con Notimex, ten¨ªan acceso a informaci¨®n de primera mano sobre los intereses del pa¨ªs dentro y fuera de sus fronteras.

En los a?os 80, a pesar de ser en ese entonces un medio oficial, durante las guerras en Centroam¨¦rica que para M¨¦xico fueron un asunto de seguridad nacional, Notimex estuvo a la vanguardia de la informaci¨®n a nivel global. Ten¨ªa un excelente equipo de periodistas cubriendo esas historias y la agencia dej¨® una huella.

A principios de los a?os 90, como subdirectora a cargo de los corresponsales en el extranjero, me toc¨® trabajar con excelentes periodistas como Eduardo Porter, ahora del New York Times; Ricardo Alday, ahora Senior International and Government Relations Consultant en Washington D.C.; Emilio Aliaga, Vicepresidente de Contenido Digital de Univision Communications y muchos otros que hoy suman 20 dispersados por el mundo. Afortunadamente, la mayor¨ªa ha logrado ubicarse, con ¨¦xito, en otros espacios fuera de M¨¦xico.

Como agencia de gobierno, los recursos econ¨®micos entonces llegaban de la Secretar¨ªa de la Gobernaci¨®n y, a pesar de que los despachos de los corresponsales en el extranjero no eran boletines, la percepci¨®n de muchos lectores y clientes era que la informaci¨®n era la oficial, no objetiva.

En 2006, la agencia se convirti¨® en una agencia de Estado. Un a?o despu¨¦s, fui nombrada directora de noticias internacionales. Seg¨²n lo que recuerdo, la primera gran diferencia fue que los recursos ya no llegaban de Gobernaci¨®n sino de Hacienda. El contrato de los corresponsales internacionales siempre fue leonino, pero Gobernaci¨®n se encargaba de darles bonos y pagarles un viaje a M¨¦xico una vez al a?o. Bajo Hacienda, todo eso desapareci¨® y encima, era mucho m¨¢s complicado aprobar presupuestos para coberturas internacionales. En el caso de la censura, solo los profesionales la ignoraron pero los despachos ¡°delicados¡± en general eran revisados por los directores.

Hoy, bajo el Gobierno personalista de L¨®pez Obrador, para cerrar la agencia el Congreso tendr¨¢ que abrogar la ley que la convirti¨® en Agencia de Estado, pero el Senado, de mayor¨ªa morenista, seguramente no tendr¨¢ problema alguno en hacerlo.

La agencia tiene muchos obst¨¢culos y quiz¨¢s por eso, la mayor¨ªa de los opini¨®logos mexicanos han optado por ignorar la gravedad del cierre. Como a L¨®pez Obrador no le interesan los medios p¨²blicos, las ma?aneras pueden f¨¢cilmente reemplazar a Notimex, porque para ¨¦l, ninguna informaci¨®n que no sea propaganda de su Gobierno es v¨¢lida.

Notimex, como M¨¦xico, ha cambiado por etapas. Hoy, est¨¢ a punto de morir de la mano de un presidente muy popular pero, lamentablemente, tambi¨¦n muy ignorante en estos temas.