El ef¨ªmero Samuel
La ambici¨®n y derrota del pol¨ªtico de Movimiento Ciudadano reconfigura de ¨²ltimo minuto la elecci¨®n presidencial
La ambici¨®n de Samuel Garc¨ªa, aparejada con su falta de pericia, le ha llevado a dar tremendo golpazo a su joven carrera pol¨ªtica. Su derrota ante el Congreso de Nuevo Le¨®n reconfigura de ¨²ltimo minuto la elecci¨®n presidencial. El gobernador con licencia (¨¦sa es su condici¨®n hoy) fracas¨® al no lograr los amarres que le permitieran irse a la candidatura presidencial con la red de protecci¨®n que supon¨ªa un incondicional en el Palacio de Gobierno neoleon¨¦s, y porque no tuvo los arrestos para lanzarse sin tal seguro de vida.
Garc¨ªa se presentar¨¢ como v¨ªctima de la vieja pol¨ªtica sin reconocer que el sainete que ha protagonizado tiene como autor y responsable principal a su persona, a este doctor en derecho que por semanas ejecut¨® un concierto de disparates jur¨ªdicos tan alocados como sus desplantes medi¨¢ticos. Que Instagram no es la vida lo saben quienes logran despegarse de pantallas que repiten a quienes tienen embrujados que son los m¨¢s bonitos, inteligentes y astutos. La peque?a caja de resonancia de Garc¨ªa le impidi¨® ver que hab¨ªa alineado a poderosos adversarios con viento a favor.
Ha terminado la aventura de 2024 de Samuel Garc¨ªa antes de haber iniciado. No alcanz¨® ni a tomar vuelo. Y el mejor escenario del ef¨ªmero Samuel es recuperar, eventualmente y sin grandes da?os, la gubernatura. Quien so?aba con Palacio Nacional amaneci¨® a merced del congreso que detesta. Mientras los juristas devanan la sesera al intentar la correcta interpretaci¨®n de qu¨¦ procede jur¨ªdicamente para regresar a cierto orden en Nuevo Le¨®n, el pa¨ªs amaneci¨® con una boleta electoral devaluada, en donde ser¨ªa un error colegir que la frentista X¨®chitl G¨¢lvez es la beneficiaria de este desaguisado.
Una cosa es que estuviera en duda si Samuel pretend¨ªa el cargo de titular del Ejecutivo federal o prestar un servicio al presidente L¨®pez Obrador al dividir la oposici¨®n, y otra muy distinta que sin el emecista el camino se despeje para el frente opositor. La campa?a de G¨¢lvez no ha logrado transmitir potencia o rumbo. Si bien no le va mal en eventos con simpatizantes o la militancia, transcurren los meses y ella no logra posicionarse como alternativa cre¨ªble al lopezobradorismo al punto de que ¨¦ste vea en la hidalguense una real amenaza. Lejos est¨¢ de eso.
Al irrumpir Samuel Garc¨ªa en la precampa?a, su estilo y oferta pusieron en duda las posibilidades de la candidata opositora pero tambi¨¦n supon¨ªan, al menos en el papel, una eventual amenaza para la inamovible rutina de Claudia Sheinbaum y su guion de asumirse como ganadora inevitable. Si Samuel pretend¨ªa subir en las preferencias deb¨ªa, por principio, hacerse cre¨ªble ante el electorado que, suspicaz, recelaba que el norte?o entr¨® a la carrera solo a jugar de esquirol. Por ello, m¨¢s pronto que tarde tendr¨ªa que enfilar cr¨ªticas a la precandidata Sheinbaum.
En esas andaba Samuel, quien tempranamente lanz¨® un video donde, a prop¨®sito de viajes que ambos hab¨ªan realizado en distintas zonas del pa¨ªs, sin ahorrar iron¨ªa contrastaba su jovialidad con el adusto gesto de Claudia. Es ocioso preguntarse si esa ruta seguir¨ªa, pero no fue un mal comienzo.
X¨®chitl amaneci¨® como opositora ¨²nica en precampa?a, y por eso Movimiento Ciudadano le enderezar¨¢ cr¨ªticas y denuestos. La querr¨¢n culpar del fracaso de Samuel, en su calidad de candidata de los adversarios de ¨¦ste, pero hay que preguntarse si ella capitalizar¨¢ la derrota del neoleon¨¦s.
En el sexenio que est¨¢ por terminar el presidente ha sido muy puntual en su defensa de que nada hay como el voto popular. Nada, ni la ley. En su l¨®gica, el valor supremo es lo votado; y por derivada, que quien resulta ganador de una elecci¨®n no ha de ser removido salvo v¨ªa las urnas. En este sexenio, en notable contraste del salinista, ning¨²n gobernador, por aberrante que sea su despempe?o como en el caso del que cobra en Morelos y tantos m¨¢s, fue o ser¨¢ presionado desde Palacio para que deje el cargo. No as¨ª, claro est¨¢, los ministros de la Corte o miembros de ¨®rganos reguladores.
Por ello, independientemente de que tuvieran o no acuerdo para que se postulara a fin de dividir el voto opositor, L¨®pez Obrador denostar¨¢ la maniobra del PRI y del PAN, que due?os del congreso neoleon¨¦s pusieron todos los obst¨¢culos posibles a Samuel, defendido por el presidente reiteradamente.
Andr¨¦s Manuel lo considerar¨¢ un atropello may¨²sculo, una prueba m¨¢s de la propensi¨®n de los partidos del viejo r¨¦gimen por impedir que sean los ciudadanos quienes definan si alguien ha de acceder o no a un puesto, y si ha de permanecer en ¨¦l. Lo tomar¨¢ personal porque no miminiza el riesgo de que ¨¦l, y sobre todo su sucesora, puedan ser capturados por legislaturas o partidos contrarios a sus preceptos y agenda.
Para el presidente, lo ocurrido a Samuel ser¨¢ una afrenta porque X¨®chitl queda, en tanto no surja un candidato con vigor por MC, como ¨²nica opci¨®n opositora, y le viene como anillo al dedo para atizar, desde el victimismo, que la partidocracia es capaz de regatearle candidatos al pueblo.
En sentido contrario, y salvo que lograron humillar a quien les hablaba con diminutivos y les recetaba declaraciones con el manido (y obradorista) ¡°tengan para que aprendan¡±, ?qu¨¦ ret¨®rica han de emplear en el Frente para vender su triunfo neoleon¨¦s como algo que conviene a M¨¦xico? No est¨¢ descartada entonces la victoria p¨ªrrica de la oposici¨®n prianista. Quitaron a quien les desafiaba, pero en lo que dur¨® el tortuoso espect¨¢culo de los amparos y contramparos para impedir que Samuel nombrara sucesor nadie les escuch¨® una raz¨®n genuina, y menos mediatizable.
Movimiento Ciudadano tiene todav¨ªa una vida rumbo a la presidencia en 2024. Con algo de astucia y suerte MC podr¨ªa revertir el golpe, mientras el frente y su candidata est¨¢n m¨¢s obligados que nunca a demostrar que merecen ser la ¨²nica opci¨®n opositora.
El caso Samuel no debe obviar una de las manifestaciones m¨¢s lamentables en t¨¦rminos democr¨¢ticos en los ¨²ltimos tiempos mexicanos. La suerte de Garc¨ªa como gobernante, siendo crucial porque implica a un gran Estado como Nuevo Le¨®n y porque no se deben atropellar derechos de nadie, es cosa balad¨ª ante la irrupci¨®n de una turba el mi¨¦rcoles en el congreso de ese estado que trat¨® de impedir los trabajos legislativos.
Movimiento Ciudadano, por un lado, y PRI y PAN por el otro, le deben a los habitantes de Nuevo Le¨®n y de la Rep¨²blica, una investigaci¨®n puntual y exhaustiva, con deslinde de responsabilidades y si en su caso sanciones, de quienes patrocinaron el ataque al poder legislativo de esa entidad. Sin exageraci¨®n hay que asentar que si bien, por un lado, la intentona sali¨® barata dado que no hubo mayores v¨ªctimas de violencia que lamentar, por el otro ser¨ªa un error garrafal el minimizar y m¨¢s a¨²n normalizar este tipo de ataques a un recinto parlamentario.
Es una llamada de atenci¨®n de la grave irresponsabilidad de partidos que se negaron, por igual, a hacer pol¨ªtica. De no obsesionarse con perseguir a quienes protagonizaron y patrocinaron ese evento, una repetici¨®n, con eventual escalamiento, marcar¨ªa una ruta muy peligrosa.
El primero que deber¨ªa comprometerse a ello es el gobernador Garc¨ªa, que batalla al mediod¨ªa de este s¨¢bado por regresar a su despacho. Los sue?os de convertirse en el presidente m¨¢s joven de la historia duraron menos que un tuit; a saber si no se convertir¨¢ en otro ef¨ªmero gobernante de Nuevo Le¨®n.
Con la derrota de quien se presentaba en binomio pol¨ªtico junto a su esposa Mariana Rodr¨ªguez, las posibilidades de Movimiento Ciudadano a lo largo y ancho del pa¨ªs van a la baja. En Jalisco, para empezar, necesitan una candidatura presidencial atractiva para resistir el embate morenista. Y dado que est¨¢ lejos de cantarse la conclusi¨®n de esta opereta de mala pol¨ªtica de tantos lados, es riesgoso pronosticar a ganadores y perdedores de la misma. Samuel Garc¨ªa est¨¢ lejos de ser el ¨²nico que termine lamentando lo ocurrido por su desaseo e inmadurez.
Movimiento Ciudadano est¨¢ herido. A Dante Delgado y Marcelo Ebrard ya se les hab¨ªa cebado una posibilidad atronadora de ir juntos al 2024. Con la bendici¨®n de Palacio, Samuel Garc¨ªa se hab¨ªa atravesado en ese camino. Su p¨®lvora no dur¨® ni lo que un cohete al aire. El verdadero riesgo es que la animaci¨®n que Samuel promet¨ªa en campa?a ahora sea sustituida solo por chicanadas y malas artes en tribunales, que termine sepultada una ilusi¨®n fosforescente sin que la oposici¨®n, y menos la democracia, ganen nada con ello.
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