El verano sin retorno
La agenda de la nueva presidenta demandar¨¢ que se destinen energ¨ªa, tiempo y recursos a implementar una reforma judicial que no ayudar¨ªa a que en el siguiente sexenio baje la impunidad
M¨¦xico se encamina a echarse de cabeza a un tobog¨¢n pol¨ªtico que le har¨¢ aterrizar en un lugar in¨¦dito. La elecci¨®n de hace mes y medio se ha transformado en un vendaval que coge fuerza conforme pasan los d¨ªas en una sola direcci¨®n: demoler el sistema de justicia existente.
El 2 de junio arroj¨® un panorama de pron¨®stico reservado. El oficialismo da por hecho que tendr¨¢ las mayor¨ªas constitucionales para arrancar el aparato judicial y sembrar un modelo donde, de inicio, jueces, magistrados y una Corte surgir¨¢n de elecciones populares.
Insuflado por la enorme cantidad de votos de su delfina, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador decidi¨® que el v¨¦rtice donde su sexenio y el de Claudia Sheinbaum converjan sea, pico en mano, el momento de la demolici¨®n total de la forma en que se aplicaba la ley hasta ahora.
La operaci¨®n derribo del Poder Judicial no tiene precedente. Y mucho menos garant¨ªa de que habr¨¢ de salir medianamente bien. La temeridad con que AMLO emprende la tarea no encuentra resistencia alguna digna de ese nombre, y tampoco auxilio real de los suyos.
A lo mucho, representantes de los bandos participan con argumentos o soflamas, seg¨²n sea el caso, en foros sobre ¡°Qu¨¦ Poder Judicial tenemos¡± y ¡°Qu¨¦ Poder Judicial queremos¡±. Mas lo hacen a sabiendas de que digan lo que digan, una sola voluntad tendr¨¢ la ¨²ltima palabra.
La naci¨®n pendiente de un ¨²nico pulgar que podr¨ªa decretar que los leones del caos sumerjan a M¨¦xico en una torre de Babel donde la interpretaci¨®n de las leyes de quienes surjan de este proceso sea fundamentalmente incompatible entre un juzgador y otro.
En este sexenio logr¨® pasaporte de legitimidad la proclama de que la ¡°no me vengan con que ley es la ley¡±, y que es no solo v¨¢lido sino meritorio que cualquier autoridad privilegie su entendimiento de la justicia independientemente de la norma e incluso de la Constituci¨®n.
Lo anterior no se puede desvincular de lo que est¨¢ por ocurrir, salvo un milagro, en la refundaci¨®n del Poder Judicial federal. El reino de las justas intenciones ser¨¢ exitoso, cree el presidente, porque surgir¨ªa del alma pura de los reci¨¦n egresados de las escuelas de derecho.
?Qu¨¦ ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil de explicar a un fuere?o que en el verano de 2024 de pronto se entera de que en septiembre habr¨¢ una reforma judicial como la que se pretende?
?La ¡°justificaci¨®n¡± sobre la forma en que se elegir¨¢ a los juzgadores, la negativa del gobierno y la pr¨®xima presidenta a negociar nada de la reforma, la prisa que tiene AMLO, el cinismo de exministros que creen que si se pierde una generaci¨®n de jueces profesionales es peccata minuta, la pasividad de la sociedad, el sentido de inevitabilidad que se ha instalado en buena parte de la opini¨®n p¨²blica, el silencio de la iniciativa privada, la complicidad de funcionarios del actual y del pr¨®ximo gobierno que cuentan con la experiencia suficiente para saber de primera mano que los experimentos institucionales pueden convertirse en calamidades, el acompa?amiento acr¨ªtico de cierta prensa? ?El silencio de las calles? ?Lo insustancial de la oposici¨®n?
De seguir las cosas como van, a partir del 1 de octubre la agenda de la nueva presidenta demandar¨¢ que se destinen energ¨ªa, tiempo y recursos a implementar una reforma judicial que no ayudar¨ªa a que en el siguiente sexenio baje la impunidad. La distraer¨¢n de urgentes tareas y no har¨¢ de M¨¦xico un pa¨ªs m¨¢s justo.
Porque el coraz¨®n de la reforma que Palacio Nacional es la captura pol¨ªtica del Poder Judicial, no la mejora de la impartici¨®n de justicia.
Movida o no por una revancha de Andr¨¦s Manuel, el resultado ser¨¢ una justicia a la orden del Ejecutivo y de otros entes de poder. Justicia que no se dirimir¨ªa con normas y procedimientos previsibles, sino al son del capricho del due?o del juzgado.
Entre las muchas aristas que alteran el aliento por la reforma, est¨¢ la posibilidad de que el r¨¦gimen est¨¦ construyendo, de manera simb¨®lica pero absolutamente eficaz, enormes c¨¢rceles bukeleanas.
Dado que no existen las fiscal¨ªas aut¨®nomas, ese due?o del ministerio p¨²blico que es el gobierno acelerar¨¢ y aumentar¨¢ las sentencias de culpabilidad gracias a jueces amaestrados y leyes donde cada d¨ªa se meten m¨¢s causales para utilizar la prisi¨®n preventiva oficiosa.
Con todos los defectos del Poder Judicial, sus integrantes tienen hasta hoy una vocaci¨®n de independencia. Salir a la calle a buscar el voto los comprometer¨¢ con sus patrocinadores. Y estos ser¨¢n los verdaderos due?os de las llaves que abren o cierran c¨¢rceles.
Nadie como Morena para garantizar triunfos electorales. Es ocioso dar la lista de factores por los que hoy se da por descontada la ventaja del oficialismo en cualquier ejercicio de voto o consulta. Si hay elecci¨®n de jueces, ser¨¢ muy dif¨ªcil derrotar a la maquinaria oficial. Muy.
Jueces, Magistrados y Ministros de la Corte, adem¨¢s de las barras de abogados y colectivos similares, e incluso los trabajadores del Poder Judicial, ser¨¢n retratados en los pr¨®ximos d¨ªas como la casta (bien mileianos los obradoristas) a desplazar con jueces del ¡°pueblo y para el pueblo¡±.
?Qui¨¦n habr¨¢ de articular un contraargumento en un pa¨ªs donde antes del modelo llamado oral el juez era un fantasma que pr¨¢cticamente nunca daba la cara a los acusados y a los acusadores, que nunca se hizo cargo de inocentes presos por a?os sin sentencia o con sentencia equivocada e injusta?
La mala fama del sistema judicial precede al 2018. Tiene en general muchos de los defectos que les endilgan sus detractores. Pero la reforma no plantea soluciones y s¨ª abre una caja de Pandora de cuyos monstruos L¨®pez Obrador no se har¨¢ cargo desde su rancho.
Aunque solo fuera por eso, porque a diferencia de esa especie de mantra de su sexenio, de que solo har¨ªa obras que pudiera terminar, por ego ¡ªpara inaugurarlas ¨¦l¡ª o por responsabilidad, la que est¨¢ a punto de heredar es la m¨¢s riesgosa de sus iniciativas. Y activar¨¢ el problema para luego lavarse las manos. Reforma s¨ª, en septiembre, no.
?D¨®nde andar¨¢n los abogados que tanto ayudaron a L¨®pez Obrador en su desafuero, los que con justa dimensi¨®n se pusieron de su lado a la hora de la barbaridad antidemocr¨¢tica emprendida por Fox, Creel y secuaces? ?Hoy validan lo que su defendido pretende?
En el oficialismo nadie se atrever¨¢ a atemperar al presidente. Y tras la elecci¨®n termin¨® de gravitar lo poco que hab¨ªa de la oposici¨®n, incluyendo la de Movimiento Ciudadano, que tanto presume la virtud de no acompa?ar al frente que postul¨® a X¨®chitl G¨¢lvez.
Algunos analistas proponen enfocar bater¨ªas a tratar de que la autoridad electoral interprete la ley de forma que impida una sobre-sobrerrepresentaci¨®n de las tres fuerzas del oficialismo en el Congreso de la Uni¨®n. Ese debate sin embargo no ha prendido. Para nada.
En cambio, la agenda medi¨¢tica supura el grotesco espect¨¢culo encabezado por el pri¨ªsta Alejandro Moreno, que a saber si de modo deliberado sirve a la causa de L¨®pez Obrador a la hora de cometer tanta tropel¨ªa y abuso que hace imposible la uni¨®n de la oposici¨®n.
El caso es que, a cual m¨¢s, tras el 2 de junio cada fuerza opositora se ha perdido en su grisura en el momento m¨¢s cr¨ªtico de la democracia mexicana en medio siglo.
No podemos culpar a la temporada estival de esta modorra social frente al enorme riesgo. O no solo a eso, aunque en algo podr¨ªa ser que influya. El verano ha instalado su l¨®gica distractora en el momento m¨¢s inoportuno. Despu¨¦s ya nada ser¨¢ igual. Sin exagerar.
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