M¨¢s all¨¢ de la reforma: pluralismo jur¨ªdico en M¨¦xico. Tiiy¡¯?jt?¡¯n

En mi comunidad, cada a?o se eligen a cuatro personas que, entre otras funciones, son las encargadas de impartir justicia. Cuando una desavenencia o un acto violento rompe algunos de los hilos del tejido comunitario, las personas, tradicionalmente, acuden a las autoridades locales para que escuchen y traten de establecer medidas con el fin de resarcir el da?o causado. En este sistema, la detenci¨®n es solo preventiva, pero nunca es el castigo en s¨ª mismo, adem¨¢s, se involucra no solo a la persona en falta, sino tambi¨¦n a miembros de la familia y el entorno en el que creci¨® y se desarroll¨®. Uno de los principios fundamentales de este sistema es resarcir o restablecer la armon¨ªa que el acto denunciado rompi¨®. Este sistema de impartici¨®n de justicia tiene siglos de practicarse y tiene muchas caracter¨ªsticas distintas al del Sistema Judicial mexicano.

Hay que decir que este sistema propio se ha mantenido bajo asedio durante siglos y lejos de buscar el fortalecimiento de los principios ¨¦ticos de esa tradici¨®n, se le ha criminalizado constantemente. Este sistema propio, en muchas regiones, tambi¨¦n ha sido impactado por los distintos sistemas de opresi¨®n que atraviesan los pueblos ind¨ªgenas y ha sido rebasado por la violencia que se ha instaurado en territorio mexicano. A¨²n con estos fuertes retos, la existencia de estos sistemas de impartici¨®n de justicia nos revela que en M¨¦xico existe de facto un pluralismo jur¨ªdico que poco a poco se ha ido reconociendo legalmente, aunque en los hechos el desprecio y el asedio siguen siendo la constante. El sistema de fiscal¨ªas, jueces, defensores y dem¨¢s funcionarios del sistema judicial mexicano es considerado como superior a muchos de los sistemas de pueblos ind¨ªgenas que funcionan en la actualidad, aun cuando en los hechos vivimos una crisis constante de impunidad; adem¨¢s, involucrarse con el sistema judicial mexicano implica entrar en un laberinto burocr¨¢tico que nunca termina de garantizar que se haga justicia y que vuelve a vulnerar a las v¨ªctimas. A diferencia del sistema de impartici¨®n de justicia de mi comunidad, la escritura juega un papel fundamental en el sistema judicial mexicano, de este modo, la superioridad que generalmente se le confiere a la escritura por sobre la tradici¨®n oral se traspasa a ese sistema de leyes, de oficios, de actas, de ¡°todo por escrito¡± a¨²n a pesar de la instauraci¨®n de los juicios orales. A estos sistemas se les infantiliza, se les trata como sistemas insignificantes que solo pueden resolver problemas menores cuando resuelven muchas situaciones y quitan as¨ª presi¨®n sobre el ya ca¨®tico sistema judicial mexicano, adem¨¢s hist¨®ricamente se les ha negado el rango de acci¨®n que les permita desarrollarse y fortalecerse. Por fortuna, gracias a la acci¨®n de muchos especialistas, en algunos casos ya se ha logrado que el Estado Mexicano decline competencia en favor de comunidades ind¨ªgenas para que sean ellas las que hagan la justicia, en el mejor de los sentidos del verbo hacer.

?Qu¨¦ pasar¨ªa si tom¨¢ramos los mejores principios de los distintos sistemas jur¨ªdicos de este pa¨ªs? ?Qu¨¦ pasar¨ªa si se reconociera todo el trabajo que sistemas de impartici¨®n de justicia distintos al del estado que operan y resuelven muchos de los problemas en sociedades culturalmente diversas? M¨¢s all¨¢ de los tecnicismos y m¨¦todos de elecci¨®n que se plantea en la reforma, podr¨ªamos discutir las diversas maneras en las que se concibe el acto de ¡°hacer justicia¡±. ?De qu¨¦ trata? ?C¨®mo lo conciben distintas culturas? A la discusi¨®n sobre la reforma constitucional le falta y le urge perspectiva intercultural, atiborrar las c¨¢rceles no es siempre la mejor soluci¨®n, los principios que rigen la justicia no dependen siempre de un corpus escrito, la tradici¨®n punitiva no es la ¨²nica que se ha utilizado en este pa¨ªs para restablecer el equilibrio que un acto violento rompe, la construcci¨®n de una sociedad regida por la justicia va m¨¢s all¨¢ del sistema judicial, de sus tecnicismos y de su aparato burocr¨¢tico, para construirla hay que darse cuenta de la existencia de diversas y m¨²ltiples culturas que tienen que aportar mucho para responder cabalmente a la pregunta que subyace todo: ?qu¨¦ es hacer justicia?

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