Aborto, s¨ª y cu¨¢ndo
Ser¨ªa conveniente abrir consultas entre quienes est¨¢n a favor de esta pr¨¢ctica e identificar beneficios y riesgos de la interrupci¨®n del embarazo en cualquier momento de la gestaci¨®n
La propuesta legislativa de Morena para eliminar el delito de aborto en la Ciudad de M¨¦xico se ha paralizado por el momento hasta que ¡°se generen las condiciones pol¨ªticas y sociales¡±, ha dicho la diputada local Ceci Vadillo. Y la frase es del todo elocuente. Una medida de ese calado, que supone poder interrumpir la gestaci¨®n en cualquier mes en que se encuentre, necesita reflexiones y debates expertos. No se trata de preguntar a los colectivos antiderechos, a los antiabortistas, cuya opini¨®n ya se conoce y es restrictiva por completo. Ese camino ya se ha andado y la Ciudad de M¨¦xico se sit¨²a en el mismo plano de los pa¨ªses m¨¢s avanzados: el aborto es libre y voluntario en las primeras 12 semanas de gestaci¨®n y se contemplan algunas causas que extienden ese plazo, como la violaci¨®n, el peligro para la vida de la madre o del feto. Pero quiz¨¢ ser¨ªa conveniente abrir consultas entre quienes s¨ª est¨¢n a favor de esta pr¨¢ctica, observar los beneficios y los riesgos. Y ah¨ª, cada pa¨ªs tiene los suyos.
En M¨¦xico, siempre se dice, confluyen los tres mundos, el primero, el segundo y el tercero, tal como se clasifican en terminolog¨ªa ya obsoleta las condiciones socioecon¨®micas de las poblaciones. Es algo que hay que tener muy en cuenta tanto para votar a favor de esta propuesta como en contra. En los estratos sociales m¨¢s humildes, algunas de las mujeres que pueden verse en la circunstancia de tomar una decisi¨®n sobre su embarazo son muy j¨®venes, menores de edad, incluso ni?as que pudieran no distinguir siquiera que han sido forzadas ni las consecuencias que de ello se derivan. Penalizarlas por interrumpir fuera de plazo el embarazo es echar m¨¢s miseria y estigma sobre las v¨ªctimas, cierto. Pero en esos niveles de ignorancia por lo que ocurre en el propio cuerpo, nadie exime tampoco a estas muchachas de verse obligadas a abortar por un tercero. Trauma sobre trauma.
Que el aborto debe ser una cuesti¨®n regulada en los ¨¢mbitos de la salud y no en los penales es algo de general consenso entre las feministas. Y siempre hay motivos para eliminarlo del C¨®digo Penal. Hay pa¨ªses que han extendido el plazo hasta la semana 14 o la 24. Sin embargo, cabe pensar que en un mundo en el que una mujer tiene 12 o 14 semanas de plazo para abortar libremente y no lo hace, hay mecanismos que est¨¢n fallando y tienen que ver con la informaci¨®n sobre salud reproductiva y el conocimiento de las leyes que protegen sus derechos. Esa informaci¨®n seguro que no es la misma en Canad¨¢ que en M¨¦xico. Con datos de los ¨²ltimos 20 a?os, se sabe que en la capital mexicana alrededor del 80% de las mujeres abortan en el tiempo regulado para ello y el otro 20%, en cifras redondas, se trata de casos de ni?as y adolescentes que han sufrido violencia sexual, algo que ya est¨¢ despenalizado en el caso de violaci¨®n, y detectan tard¨ªamente su embarazo, explic¨® la diputada Vadillo, No hay raz¨®n para pensar lo contrario y seguramente ellas necesitan m¨¢s ayuda que las anteriores. En eso se basa, probablemente, la bienintencionada propuesta de despenalizar estos abortos en todos los casos.
Algunas expertas, sin embargo, han alertado de los riesgos de aplicar esa medida, que no est¨¢ exenta de pol¨¦mica en ninguna parte. Se dice que eliminar el delito es tambi¨¦n una forma de espantar el miedo entre los m¨¦dicos que se ven en la tesitura de los casos fuera de plazo y hay, de nuevo, razones comprensibles para ello. Pero quiz¨¢ no se han evaluado otros riesgos. En pa¨ªses donde la gestaci¨®n se pod¨ªa interrumpir en cualquier momento si la salud mental de la madre as¨ª lo requer¨ªa, pronto se vieron los efectos indeseables de esa causal, los muchos abortos que se practicaban bajo ese supuesto y la necesidad de ir a una regulaci¨®n que lo impidiera.
Las causales ajenas a un plazo de 12 semanas son varias y razonables. Hay malformaciones fetales que no se detectan en ese tiempo, hay riesgos para la salud que sobrevienen despu¨¦s, etc¨¦tera. Y cada pa¨ªs puede y debe determinar otras que se acomoden a las necesidades de su poblaci¨®n, como la edad o la situaci¨®n de pobreza, bien definidas y sin abocar a nadie al mal trago de los tribunales o la c¨¢rcel. Pero sobre asuntos tan delicados como estos se echan en falta campa?as sociales de informaci¨®n exhaustivas y sostenidas en el tiempo, que reduzcan esos porcentajes de abortos fuera de plazo. Porque abrir el derecho en cualquier momento no exime de complicaciones a las gestantes. El aborto puede ser prohibido, regulado y tambi¨¦n obligado, una amenaza de enormes dimensiones para una mujer, m¨¢s traum¨¢tica cuanto m¨¢s avanzada est¨¢ la gestaci¨®n.
Las diputadas se han dado un plazo para discutir a fondo este asunto. No est¨¢ de m¨¢s. Tampoco tomar medidas urgentes si as¨ª se requieren, pero con una explicaci¨®n detallada a la poblaci¨®n de qu¨¦ se persigue y por qu¨¦ con este cambio legal. Dejando a un lado las consideraciones morales de otros siglos y el desprecio por las decisiones de las gestantes sobre sus cuerpos que exhiben los antiabortistas, ser¨ªa iluminador escuchar con atenci¨®n lo que pueden decir a favor y en contra quienes tienen la misma voluntad por avanzar en los derechos de la mujer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.