El hoyo negro de la Fiscal¨ªa de Sinaloa
Todas las semanas, Garc¨ªa Harfuch comunica la numeralia de la guerra: detenidos, decomisos de armas y droga. Lo que no se ve es voluntad y proyecto para reformar la procuraci¨®n de justicia en los Estados

Era el 11 de septiembre de 2004. Al estacionamiento de la Plaza Cin¨¦polis de Culiac¨¢n lleg¨® un comando armado. Ten¨ªan un objetivo: Rodolfo Carrillo Fuentes, hermano del c¨¦lebre y ya muerto Se?or de los Cielos. Lo lograron: asesinaron a El Ni?o de Oro junto con su esposa Giovanna; tambi¨¦n a un cuidacarros que ah¨ª trabajaba.
Pero el esc¨¢ndalo surgi¨® de otra persona menos conocida: el comandante Pedro P¨¦rez, herido en la refriega. P¨¦rez hab¨ªa sido condecorado por detener a peligrosos criminales en Sinaloa, pero ese d¨ªa no peleaba para ¡°los buenos¡±, sino como escolta de Carrillo Fuentes. Estaba activo como polic¨ªa y ten¨ªa gran experiencia. La revelaci¨®n de su participaci¨®n evidenci¨® la colusi¨®n de la polic¨ªa ministerial bajo el mando de Jes¨²s Antonio Aguilar ??iguez, el Comandante Chuy To?o, con el crimen organizado sinaloense. El gobernador era el priista Juan S. Mill¨¢n, quien a pesar de tener un poderoso aparato de espionaje dijo no saber del hecho. Chuy To?o estuvo pr¨®fugo por a?os hasta que lo rescat¨® el panista Mario L¨®pez Valdez, lo hizo jefe de facto de la seguridad estatal y lo jubil¨® con honores. Muri¨® por covid, pensionado por el Gobierno, mientras ¡®El Vicentillo¡¯ Zambada lo ubic¨® en la n¨®mina de su padre durante el juicio de El Chapo.
No era la primera vez ni ser¨ªa la ¨²ltima que la polic¨ªa ministerial y la Fiscal¨ªa de Sinaloa (FGE) estar¨ªa en el ojo del hurac¨¢n por su colusi¨®n con el crimen organizado.
Esta semana un agente en activo de la Fiscal¨ªa fue asesinado a balazos mientras hac¨ªa el s¨²per en Mazatl¨¢n y apenas el 25 de julio pasado, Jos¨¦ Rosario Heras L¨®pez, El Comandante Chayo, polic¨ªa ministerial en activo y que lleg¨® a ser coordinador durante el Gobierno de Quirino Ordaz y bajo el mando del primer fiscal de Sinaloa, Juan Jos¨¦ R¨ªos Estavillo, desapareci¨® mientras fung¨ªa de escolta de ¡®El Mayo¡¯ Zambada en Huertos del Pedregal, a las afueras de Culiac¨¢n.
Ese d¨ªa El Mayo fue secuestrado por iniciativa de Joaqu¨ªn Guzm¨¢n L¨®pez, ambos cruzaron la frontera y fueron puestos bajo custodia del Gobierno estadunidense. Joaqu¨ªn, en conjunto con su hermano Ovidio, busca un arreglo en Chicago mientras que Zambada podr¨ªa ir a juicio y enfrentar la pena de muerte.
La revelaci¨®n de la participaci¨®n de Heras L¨®pez como escolta personal de Zambada fue un primer golpe en la imagen de la fiscal Sara Bruna Qui?¨®nez, otrora una jueza respetada; imagen que acab¨® por derrumbarse definitivamente cuando la FGR evidenci¨® el montaje del supuesto robo de veh¨ªculo que la FGE persegu¨ªa como principal l¨ªnea de investigaci¨®n del asesinato del cacique de la UAS, Melesio Cu¨¦n, ese mismo 25 de julio, y que oblig¨® a Qui?¨®nez a renunciar.
Ahora que esa traici¨®n ha sumido a Sinaloa en una de las crisis de violencia m¨¢s complejas y profundas de su historia, los sinaloenses y, en especial los culichis, se preguntan a diario c¨®mo volver a ¡°la paz¡±.
El asunto no tiene una sola respuesta, mucho menos una simple ni inmediata, pero habr¨ªa que empezar por decir algo que de tan obvio, lo olvidamos: no hay manera de construir una paz verdadera si no ponemos atenci¨®n, tiempo y dinero en la justicia.
Jacobo Day¨¢n, experto en justicia transicional, suele postear: ¡°Les recuerdo que en M¨¦xico se perpetran cr¨ªmenes de lesa humanidad con absoluta impunidad¡±. Y a veces complementa: ¡°No hay m¨¢s que dos alternativas: 1. Fiscal¨ªas verdaderamente INDEPENDIENTES, un mecanismo internacional contra la impunidad y una comisi¨®n de la verdad independiente; y 2. Seguir leyendo ad nauseam casos similares y no hacer nada¡±.
Jacobo tiene raz¨®n. Vivimos en la segunda alternativa: todos los d¨ªas leemos ¡°casos similares¡±: 83 homicidios por d¨ªa compuestos de asesinatos en la v¨ªa p¨²blica, masacres, feminicidios y casi 30 personas desaparecidas por d¨ªa, de las cuales m¨¢s de la mitad nunca son encontradas o son halladas muertas en fosas clandestinas que sus madres hurgan. La impunidad de esos delitos es pr¨¢cticamente absoluta.
En Sinaloa, tras el relevo de Sara Bruna Qui?onez por Claudia Zulema S¨¢nchez Kondo, la Fiscal¨ªa estatal vuelve a estar en la picota por el asesinato de un exagente ministerial que hab¨ªa sido separado del cargo por circular en un veh¨ªculo robado. Luis Alberto Pay¨¢n Mart¨ªn trabaj¨® por m¨¢s de 20 a?os en la dependencia y para no llegar al juicio pag¨®, as¨ª de un golpe, 1,5 millones de pesos en reparaci¨®n del da?o. Luego fue privado de la libertad y un d¨ªa despu¨¦s lo mataron frente al Congreso del Estado. Estaba torturado y le dejaron un mensaje en una cartulina fluorescente.
El caso de Pay¨¢n exhibe de nuevo el hoyo negro en el que lleva d¨¦cadas convertida la Fiscal¨ªa de Sinaloa. Y no es muy diferente del resto de los estados del pa¨ªs. Seg¨²n el ¨²ltimo estudio de M¨¦xico Eval¨²a, la impunidad en el pa¨ªs promedia 93,4 por ciento. Si lo multiplicamos por la cifra negra estamos ante un pa¨ªs pr¨¢cticamente sin justicia.
Todas las semanas, el nuevo secretario de Seguridad Ciudadana, Omar Garc¨ªa Harfuch, comunica la numeralia de la guerra: detenidos, decomisos de armas y droga, aseguramientos, ¡°objetivos prioritarios¡±. Al mismo tiempo, la narrativa oficial empuja la elecci¨®n judicial.
Pero lo que no se ve es voluntad y proyecto para limpiar y reformar la procuraci¨®n de justicia en los Estados. Ese hoyo negro al que terminan conduciendo todos los caminos del crimen en el pa¨ªs. Y del que Sinaloa es solo uno de sus ejemplos m¨¢s acabados.
Y solo para evidenciar a¨²n m¨¢s que la prioridad de este Gobierno no es la justicia: en Sinaloa, desde que la guerra entre los Guzm¨¢n y los Zambada deton¨®, han cambiado el secretario de seguridad, sus subalternos inmediatos, el Comandante de la zona militar, el titular del C4 y el Director del penal de Aguaruto; mientras que en la Fiscal¨ªa solo hay una nueva fiscal, todo lo dem¨¢s sigue intacto.
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