La gula
Es leg¨ªtimo que se vele por el destino del dinero, pero cuando los que desconf¨ªan de abrir la bolsa se hacen llamar ¡°los frugales¡±, la cuesti¨®n empieza a ser sospechosa
De los siete pecados capitales, la gula es el m¨¢s incomprendido para los pa¨ªses mediterr¨¢neos. La condena al apetito desmedido casa mal con una cultura donde disfrutamos hablando de comida en torno a la mesa; si el argumento de origen es que el primer pecador fue Ad¨¢n por comer algo tan frugal como una manzana, nosotros, con el mantel manchado de hedonismo, a¨²n lo entendemos menos. Por eso, aunque la palabra gula es vieja en espa?ol (significaba ¡®garganta¡¯) ha resultado en una familia m¨¢s bien corta de palabras derivadas (engullir, goloso, golilla, engolarse...).
Hist¨®ricamente, Espa?a ha pasado mucha hambre, y los esfuerzos para sobrellevarla han producido personajes decisivos en nuestra literatura: nos compadecemos del p¨ªcaro L¨¢zaro de Tormes, que iba de noche a hurtar un mendrugo del arca de su amo y al ver cuatro panes juntos dec¨ªa estar ante un ¡°para¨ªso panal¡±; nos apiadamos de otro de sus amos, el escudero, que por la dignidad de su honrilla sal¨ªa con mondadientes de casa para aparentar haber comido.
En la reciente cumbre europea, los Pa¨ªses Bajos y sus aliados han regateado el volumen de ayudas que han de distribuirse en el fondo de recuperaci¨®n por la crisis y han exigido con suspicacia un control de los desembolsos. Es leg¨ªtimo que se vele por el destino del dinero, pero cuando los que desconf¨ªan de abrir la bolsa se hacen llamar ¡°los frugales¡±, la cuesti¨®n empieza a ser sospechosa. Llamarse frugales nos convierte al resto de pa¨ªses en gastosos, indolentes y despreocupados; desde la tarima de la geograf¨ªa y de la moralidad, los frugales nos acusan de gula sin ninguna templanza verbal.
Hace unos a?os, un pol¨ªtico holand¨¦s con mucho recorrido en Europa, Jeroen Dijsselbloem, dijo estar a favor de la solidaridad entre pa¨ªses, pero avis¨® de las obligaciones en contrapartida con una frase injuriosa: ¡°No puedo gastarme todo mi dinero en copas y mujeres y seguidamente pedir apoyo¡±. La historia se repite ahora. Entiendo que la dignidad patria se sienta herida, pero esto no nos deber¨ªa espantar demasiado en Espa?a. De vez en cuando, alg¨²n pol¨ªtico nuestro repite argumentos similares, pero cambia y achica el sur al que se veja. ?Les suena eso de ¡°aqu¨ª somos frugales, pero los andaluces se lo gastan en fiestas...¡±? Siempre hay un sur al que acusar de gula. @Nosolodeyod
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.