El fracaso de la seguridad en Colombia
Las voces que piden la renuncia del ministro de Defensa crecen cada d¨ªa y, desde el Congreso de la Rep¨²blica, algunos sectores piden una moci¨®n de censura
El deterioro de la seguridad en Colombia no puede ser peor. Solo en cuesti¨®n de horas se presentaron cuatro hechos que muestran, por lo menos, una crisis profunda. Crisis que no se ve¨ªa hace varios a?os. Por un lado, Juliana, una mujer que iba en un veh¨ªculo fue asesinada por un militar en una acci¨®n que a¨²n no se puede explicar. Obviamente, con este hecho, de nuevo, las cr¨ªticas y rechazo social ante el abuso policial y militar se expandieron. A esto se le sumaba la crisis que se gener¨® luego de los hechos del 9 y 10 de septiembre, en los cuales m¨¢s de una decena de civiles murieron y el abuso policial fue m¨¢s que evidente.
Horas despu¨¦s, se conoci¨® un v¨ªdeo donde un grupo de hombres armados, perteneciente a una peque?a disidencia de las FARC, lleg¨® a una zona rural del departamento del Valle del Cauca. All¨ª secuestr¨®, por un breve tiempo, a un grupo de militares que estaban en labores de desminado. Lo dram¨¢tico del asunto es que todo qued¨® grabado en un v¨ªdeo en el cual se escucha a una persona dar un discurso pol¨ªtico que sonaba a humillaci¨®n a las Fuerzas Militares. Lo complejo del asunto es que en esa zona el grupo armado o la disidencia es muy peque?o, con poca capacidad militar. Aun as¨ª, lograron este tipo de acci¨®n.
En medio de esto se conocieron otras masacres. Pero, tal vez, el hecho que mostr¨® que se estaba tocando fondo se dio a conocer en la noche de s¨¢bado en el sure?o municipio de Tumaco. All¨ª, un grupo conocido como el Frente Oliver Sinisterra se enfrent¨® con otro, llamado Los Contadores. En los enfrentamientos murieron al menos tres personas. Una comunidad ind¨ªgena qued¨® en medio de los enfrentamientos. No debe olvidarse que, la zona de la costa pac¨ªfica nari?ense se desangra en una brutal guerra entre 11 organizaciones criminales desde hace poco m¨¢s de dos a?os.
Las voces que piden la renuncia del ministro crecen cada d¨ªa. Incluso, desde el Congreso de la Rep¨²blica, algunos sectores piden una moci¨®n de censura. Sin embargo, el ministro de Defensa se niega a renunciar y ni siquiera reconoce una crisis. De hecho, el ministro est¨¢ m¨¢s concentrado en hacer campa?a pol¨ªtica para el 2022. No debe olvidarse que Carlos Holmes Trujillo es uno de los precandidatos del Centro Democr¨¢tico a la presidencia de la Rep¨²blica.
El presidente, Iv¨¢n Duque, se ha caracterizado por no tomar decisiones de fondo. No es capaz de sacar a ninguno de sus ministros, as¨ª sean incompetentes, en el mejor de los casos los traslada de un cargo a otro. Muchos creen que con el ministro de Defensa no ser¨¢ muy diferente, lo aguantar¨¢ hasta el mes de marzo, cuando debe renunciar si quiere ser candidato. La otra opci¨®n es que, si llegar¨¢ a una situaci¨®n en la cual fuera inminente la moci¨®n de censura, seguramente se producir¨ªa la renuncia para evitar entregarle la cabeza del ministro a la oposici¨®n. Sin embargo, debido a las mayor¨ªas del Gobierno, es dif¨ªcil pensar que la moci¨®n prospere.
Antes, el ministerio de Defensa era un trampol¨ªn casi seguro para ser presidente. La idea era dar de baja a dos o tres jefes guerrilleros, hablar duro y feo y con eso bastaba. Ahora que el fantasma de las FARC se fue y que las viejas estrategias del p¨¢nico funcionan menos ese ministerio se ha convertido en una carga. El anterior titular, Guillermo Botero, debi¨® renunciar ante la inminencia de la moci¨®n de censura y el actual ministro Trujillo, as¨ª llegu¨¦ hasta marzo, saldr¨¢ con una imagen lacerada y con pocas probabilidades de recuperarse.
Por su parte, el presidente sigue con su imagen de un hombre sin car¨¢cter, que no es bueno para tomar decisiones. Pero sobre sus hombros pesa la imagen de un pa¨ªs que se desbarata, de un pa¨ªs que se descuaderna y, que, para el 2022, ser¨¢ entregado en la peor crisis social, pol¨ªtica, econ¨®mica y de seguridad en varias d¨¦cadas.
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