Surge una nueva izquierda moderna ante el hundimiento de los candidatos de Lula y Bolsonaro
Todos los candidatos aupados por el presidente o por el m¨ªtico l¨ªder del Partido de los Trabajadores han sufrido un descalabro en los comicios municipales que puede servir de presagio para las presidenciales
Los resultados de la primera vuelta de las elecciones municipales en Brasil han creado un terremoto que ha movido todas las fichas del tablero pol¨ªtico. El pa¨ªs ha vivido una de las elecciones de las m¨¢s at¨ªpicas desde los tiempos de la dictadura. En ellas han coincidido una serie de nuevos astros que le han dado un valor adquirido y han salido maltrechos y derrotados tanto los candidatos del presidente Bolsonaro como los del m¨ªtico l¨ªder de izquierda, Lula da Silva.
Las elecciones se realizaron en plena pandemia, entre el desprecio del presidente a la crisis sanitaria ¨Clleg¨® a llamar ¡°maricas¡± y ¡°cobardes¡± a quienes le temen al virus¨C y el peligro de que la gente se quedara en casa sin ir a votar.
Es verdad que ha habido una abstenci¨®n mayor que en otras ocasiones (m¨¢s de un 30%) pero fue emocionante ver como millones de personas se echaron a la calle a votar, preparados con m¨¢scaras y alcohol. ?Qui¨¦n ha dicho que los brasile?os no se interesan por la pol¨ªtica?
Estas elecciones eran importantes porque, adem¨¢s de la pandemia, eran las primeras despu¨¦s de las presidenciales del 2018 que dieron la presidencia al capit¨¢n de extrema derecha, Jair Bolsonaro, con 75 millones de votos. Estas elecciones eran un test para poner a prueba su fuerza electoral tras salir victorioso con la promesa de acabar con la vieja pol¨ªtica y la corrupci¨®n de los partidos.
Al mismo tiempo, eran las primeras que se realizaban con Lula fuera de la c¨¢rcel, con total libertad para hacer propaganda a los candidatos de su partido, el PT, que ocup¨® siempre la hegemon¨ªa de la izquierda en el pa¨ªs siendo el que m¨¢s diputados puso en el Congreso y que siempre tuvo una fuerza de atracci¨®n en Am¨¦rica Latina. Se trataba de ver si el partido, despu¨¦s del encarcelamiento de Lula, empezaba a reponerse de sus d¨ªas negros de corrupci¨®n que desangraron la credibilidad del partido.
A todo ello hay que a?adir la prueba a la que se someti¨® el peque?o partido de izquierdas, el PSOL, que naci¨® a partir de la expulsi¨®n del PT de un pu?ado de militantes que ya empezaban a estar entonces desilusionados con el aburguesamiento del partido. Fue siempre un partido minoritario, pero que se ha distinguido por la defensa de los excluidos y de las clases m¨¢s olvidadas como los Trabajadores sin Techo, los movimientos a favor de los que sufren persecuci¨®n por su condici¨®n de g¨¦nero y por todos los problemas del feminismo moderno. Es el PSOL el partido que cuenta ya con una m¨¢rtir, la joven negra y lesbiana salida de la favela, Marielle Franco, que consigui¨® ser concejal de R¨ªo desde donde dio la batalla contra las milicias que empezaban a injertarse en los ganglios del Estado. Fue asesinada, se convirti¨® en un s¨ªmbolo que atraves¨® las fronteras, y a¨²n hoy no se ha conseguido o querido descubrir qui¨¦n orden¨® el crimen.
Marielle era una de las ilusiones del PSOL y el fermento del futuro. Como ya escrib¨ª en esta columna, la joven negra est¨¢ resultando m¨¢s peligrosa muerta que viva. Desde la tumba contin¨²a quit¨¢ndole el sue?o a muchos pol¨ªticos y a la misma familia de Bolsonaro, amiga de los milicianos que la asesinaron.
Estas elecciones tambi¨¦n vieron por primera vez a las mujeres trans siendo elegidas en varios Gobiernos locales. Algunas, incluso, siendo las m¨¢s votadas, como Erika Hilton, la concejal con m¨¢s votos en el gran S?o Paulo, o Duda Salabert, en Belo Horizonte, capital del importante Estado de Minas Gerais.
Erika pronunci¨® un discurso fuerte y emocionante recordando que en Brasil, donde una mujer es asesinada cada ocho minutos y donde las personas trans sufren violentos cr¨ªmenes de odio, este colectivo est¨¢ entrando con fuerza en pol¨ªtica para defender su causa. ¡°Esto empieza aqu¨ª, pero no acabar¨¢¡±, dijo con firmeza.
He llamado terremoto a estas at¨ªpicas elecciones municipales de S?o Paulo porque han revelado, entre muchas otras cosas, que todos los candidatos apoyados por Bolsonaro o por Lula han sufrido un descalabro, lo que puede ser un presagio para las presidenciales del 2022. El mito del extremismo de ultraderecha, Bolsonaro, empieza a desmoronarse como un azucarillo. Los candidatos que m¨¢s apoy¨® han acabado derrotados. Si alguien tuviera dudas basta recordar lo dicho por el famoso gur¨² del bolsonarismo, el fil¨®sofo radicado en Estados Unidos, Olavo de Carvalho, consejero del presidente y de sus hijos. Al conocer los resultados de las elecciones escribi¨®, seg¨²n publico el sitio web O Antagonista, que ¡°el p¨¦simo resultado de los bolsonaristas en las elecciones no tiene misterio alguno. Enga?ado por los generales sand¨ªa, el presidente confi¨® demasiado en el ¨¦xito de su liderazgo personal, sin pensar que es un liderazgo personal incapaz de transmitir su prestigio a cualquier aliado¡±.
Y si las elecciones han revelado que el castillo bolsonarista empieza a resquebrajarse y a dar ya se?ales de cansancio y agotamiento, tambi¨¦n han mostrado la derrota de Lula y del PT, que no han sido capaces de conquistar ni una ciudad importante, incluso en la regi¨®n del nordeste pobre del que procede el expresidente y que siempre le asegur¨® millones de votos.
La casi salida de escena del bolsonarismo y del lulismo de la pol¨ªtica de Brasil, y la votaci¨®n masiva que los brasile?os han dado a la ¡°vieja pol¨ªtica¡±, ¨Clos fuertes partidos del centro y del centro derecha¨C empiezan a revelar que los brasile?os ya no creen en el mito de que Bolsonaro lleg¨® para acabar con la pol¨ªtica tradicional.
Por su parte, la izquierda del PT no solo ha perdido en estas elecciones, sino que ha salido maltrecha. En S?o Paulo, la ciudad m¨¢s rica y la mayor de Am¨¦rica Latina, donde siempre tuvo uno de sus feudos m¨¢s fuertes, su candidato ha quedado en la cola Mientras, el joven presidente del PSOL, Guillherme Boulos, ha conseguido como un peque?o David contra el gigante Goliat llegar a donde ni hab¨ªa so?ado. El dirigente de 38 a?os ha quedado con posibilidades de ganar en la segunda vuelta, lo que supondr¨ªa una revoluci¨®n para la pol¨ªtica brasile?a. Lula no quiso apoyar su candidatura y su propio candidato acab¨® humillado. Ahora el PT tendr¨¢ que apoyar al joven l¨ªder del PSOL, que se ha inspirado en los nuevos partidos de izquierda surgidos en los ¨²ltimos a?os en Europa. Entre ellos, Podemos de Espa?a.
El resultado de estas elecciones indica que la pol¨ªtica brasile?a sigue viva, que su democracia est¨¢ resistiendo a los embates de una ultraderecha cafre, autoritaria y golpista, y que las generaciones m¨¢s j¨®venes, que son las que han votado el domingo, buscan pol¨ªticos nuevos. Pol¨ªticos abiertos a los desaf¨ªos que presenta la humanidad y con ganas de revitalizar una pol¨ªtica que salga de los palacios para tocar con sus propias manos los graves problemas del hambre, el racismo y las masacres de negros y mujeres, ante los que la antigua pol¨ªtica aburguesada cerraba los ojos pensando solo en su provecho y el de sus familias.
Es solo el inicio, pero no es poco.
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