El reino desunido
El Brexit da alas a impulsos separatistas en la uni¨®n brit¨¢nica
Holyrood, el t¨¦rmino con que se conoce al Parlamento Aut¨®nomo de Escocia, decidi¨® mantener izada la bandera de la Uni¨®n Europea cuando el resto del Reino Unido ¡ªInglaterra, especialmente¡ª celebraba la consumaci¨®n del Brexit. Los escoceses han desarrollado en los ¨²ltimos a?os una querencia hacia el proyecto europeo com¨²n inversamente proporcional al incremento del nacionalismo ingl¨¦s. M¨¢s de un 60% de los ciudadanos de esta ¡°naci¨®n¡± ¡ªel Reino Unido se define como una suma de cuatro naciones¡ª rechaz¨® la salida de la UE en el refer¨¦ndum de 2016. Y sintieron el resultado final como una traici¨®n, porque dos a?os antes, en la consulta sobre la independencia autorizada por el entonces primer ministro, David Cameron, el principal argumento para derrotar las aspiraciones separatistas fue precisamente que una Escocia independiente saldr¨ªa autom¨¢ticamente de la UE.
A pesar de la convicci¨®n impl¨ªcitamente asumida, que nunca lleg¨® a ser un compromiso formal, de que aquel refer¨¦ndum de 2014 valdr¨ªa para toda una generaci¨®n, el Partido Nacional Escoc¨¦s, al frente del Gobierno aut¨®nomo, ha mantenido viva la promesa de que los ciudadanos tendr¨ªan de nuevo, y pronto, voz sobre su futuro. El desastre del Brexit ¡ªde las complejas negociaciones, de la divisi¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs y de los magros resultados alcanzados¡ª ha alimentado el ansia de independencia. Las encuestas realizadas recientemente apuntan a una mayor¨ªa de respaldo a la idea de una Escocia independiente.
No es esta la ¨²nica grieta de la uni¨®n brit¨¢nica que Boris Johnson debe gestionar. El acuerdo final con Bruselas ha dejado a Irlanda del Norte dentro del mercado interior comunitario. Cada vez m¨¢s lejos de Londres y m¨¢s cerca de Dubl¨ªn. El pol¨ªtico que prometi¨® un futuro independiente y vigoroso a su pa¨ªs puede pasar a la historia como el que propici¨® la ruptura del Reino Unido. El l¨ªder que cabalg¨® la campa?a de liberaci¨®n de la Uni¨®n Europea se halla ahora en el otro lado de la trinchera espiritual, en defensa de una uni¨®n, la brit¨¢nica. En circunstancias diferentes, tambi¨¦n Gibraltar viaja en un rumbo que la aleja de Londres y la acerca a la UE.
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha prometido un nuevo refer¨¦ndum si su partido, como sugieren las encuestas, gana las elecciones auton¨®micas de mayo. Hasta ahora, sosten¨ªa que solo celebrar¨ªa esa consulta por una v¨ªa legal y acordada con el Parlamento brit¨¢nico, como ocurri¨® en 2014. El SNP, sin embargo, ha comenzado a alimentar la idea de una consulta unilateral no vinculante. La legalidad, sostienen, proceder¨ªa del propio Parlamento aut¨®nomo, sin contar con Londres. Las aspiraciones de los independentistas escoceses son comprensibles y leg¨ªtimas. Las v¨ªas por las que las perseguir¨¢n tambi¨¦n tendr¨¢n que serlo.
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