Cuidado con el elitismo vacunal
En Alemania la gente ha empezado a tratar las vacunas como si fuesen un bien privado. Quieren esta, y no aquella. Los gobiernos y los profesionales de la sanidad deben subrayar su confianza en todas las vacunas
A algunas personas les cuesta entender el concepto de bien p¨²blico. La confusi¨®n en torno a los bienes p¨²blicos subyace tras las m¨²ltiples crisis de la zona euro. En estos momentos, representa el mayor obst¨¢culo a una estrategia de vacunaci¨®n eficaz en varios pa¨ªses europeos.
El concepto de bien p¨²blico est¨¢ claramente definido en econom¨ªa. Una vacuna constituye el t¨ªpico ejemplo de manual. Dicho en lenguaje corriente: la protecci¨®n de uno mismo no es resultado de haber recibido una vacuna mejor que la del vecino. Es resultado de que todos los dem¨¢s hayan sido vacunados, por la sencilla raz¨®n de que as¨ª no contagian.
Esta afirmaci¨®n sigue siendo cierta, aunque la vacuna en cuesti¨®n tenga una tasa de efectividad marginalmente inferior. Ser¨¢ la inmunidad de grupo, no la superioridad de la propia resistencia, lo que abrir¨¢ los colegios, los restaurantes y los bares.
Lo que pas¨® en Alemania la semana pasada fue que la gente empez¨® a tratar la vacuna como si fuese un bien privado. Quieren el Mercedes, no el Volkswagen. Piensan que BioNTech es superior a AstraZeneca. La campa?a de desprestigio contra el preparado de AstraZeneca es un desastre a muchos niveles. Arroja dudas sobre la eficacia de una vacuna barata y disponible que se puede almacenar en un frigor¨ªfico normal y puede ser manipulada en las farmacias, lo cual explica la r¨¢pida tasa de aumento de las vacunaciones diarias en Reino Unido.
En Alemania, incluso los miembros de la profesi¨®n m¨¦dica insisten ahora en que quieren la vacuna de BioNTech para su personal. En la regi¨®n del Sarre, en el suroeste del pa¨ªs, una cuarta parte de las personas con cita confirmada no se presentaron por miedo a que les administrasen la vacuna de AstraZeneca, aparentemente inferior. Un funcionario del Gobierno alem¨¢n hab¨ªa filtrado en determinado momento la historia de que esta ¨²ltima no funcionaba en la gente mayor. Esta afirmaci¨®n es objetivamente incorrecta. La misma campa?a de desprestigio, con regusto a Brexit, est¨¢ teniendo lugar en Francia. Clement Beaune, el ministro franc¨¦s para Europa, lleg¨® a calificar a AstraZeneca de in¨²til.
A pesar de que la Agencia Europea del Medicamento ha aprobado la vacuna de AstraZeneca, Alemania solo ha autorizado su uso para personas menores de 65 a?os. Siendo as¨ª, ?se la pondr¨ªa usted si tuviese 64 a?os y le hubiesen dicho que no sirve de nada en personas un a?o mayores? Si se pone en duda la eficacia de una vacuna, se siembra la desconfianza en los siguientes grupos de edad. Esto ser¨ªa perdonable si hubiese otras vacunas ampliamente disponibles y la gente pudiese elegir libremente. Pero, en estos momentos, ese no es el caso, y no lo ser¨¢ durante muchos meses.
Hasta el s¨¢bado, Alemania solo hab¨ªa vacunado a 4,87 millones de personas, el 5,9% de la poblaci¨®n. Reino Unido hab¨ªa vacunado a 16,7 millones, el 25,3% de la poblaci¨®n. La distancia sigue ampli¨¢ndose. Adem¨¢s, en Alemania y en Francia la tasa de contagios est¨¢ volviendo a aumentar, posiblemente debido a la propagaci¨®n de la variante brit¨¢nica del virus.
Lo que agrava el problema en Alemania en particular es la negativa a dilatar la separaci¨®n entre la primera y la segunda dosis. Todas las vacunas proporcionan un cierto grado de protecci¨®n inicial tras la primera dosis. Esta es la raz¨®n por la cual Reino Unido ha decidido dar prioridad a la primera inyecci¨®n, ya que as¨ª se potencia al m¨¢ximo el efecto de inmunidad de grupo.
Desde el punto de vista matem¨¢tico, el efecto marginal de la primera dosis es superior al de la segunda, pero esta ¨²ltima sigue siendo necesaria para lograr la inmunizaci¨®n m¨¢xima y que esta sea duradera. Esto convierte el calendario de vacunaci¨®n en un problema de optimizaci¨®n matem¨¢tica. Existe un intervalo ¨®ptimo entre el primer y el segundo pinchazo para que la inmunidad de grupo se alcance de la manera m¨¢s r¨¢pida posible. Y ese intervalo no es igual a la separaci¨®n que recomiendan los fabricantes.
Un estudio realizado en Israel mostr¨® que la vacuna de BioNTech/Pfizer tiene una tasa de eficacia del 85% despu¨¦s de la primera dosis. Desde el punto de vista del bien p¨²blico, es irresponsable no ajustar el calendario de vacunaci¨®n en consecuencia, y proceder tan deprisa. Bas¨¢ndome en los tiempos de reacci¨®n hasta ahora, dudo mucho que esto vaya a ocurrir en los pa¨ªses europeos.
Otro problema que ha envenenado la campa?a de vacunaci¨®n en Alemania han sido las informaciones sobre los efectos secundarios. Por darle la vuelta a una met¨¢fora: no es un accidente; es lo que cabe esperar. Todas las vacunas contra la covid-19 tienen efectos secundarios, que suelen durar poco tiempo. El personal m¨¦dico de un centro de salud de Dortmund inform¨® de fuertes reacciones, a causa de las cuales una cuarta parte de la plantilla no acudi¨® al trabajo al d¨ªa siguiente. Algunos representantes de la profesi¨®n m¨¦dica est¨¢n alertando contra el uso de la vacuna, y en el debate p¨²blico, AstraZeneca es sin¨®nimo de inseguro e ineficaz.
La situaci¨®n cambiar¨¢ cuando desaparezcan las dificultades de aprovisionamiento. Entonces no importar¨¢ que la gente elija su vacuna preferida. Pero, hasta entonces, el elitismo vacunal obligar¨¢ a los pa¨ªses a un confinamiento m¨¢s largo del que ser¨ªa necesario si la actitud fuese otra.
Lo que sabemos es que la vacuna de AstraZeneca, como los dem¨¢s preparados aprobados, es eficaz contra el virus original que provoca la covid-19, as¨ª como contra la muy contagiosa variante de Kent. No evita el contagio de la mutaci¨®n de Sud¨¢frica que, de momento, est¨¢ presente, pero no se propaga con rapidez, pero s¨ª que ofrece protecci¨®n contra el agravamiento de la enfermedad y la muerte provocadas incluso por esta ¨²ltima. Las f¨®rmulas de las vacunas se adaptar¨¢n a las nuevas condiciones a su debido tiempo, de manera que la segunda ronda incluir¨¢ preparados mejorados. No tiene sentido rechazar ahora una vacuna con la excusa de que m¨¢s adelante se puede recibir otra mejor, porque se pueden tener ambas.
Lo ideal habr¨ªa sido no empezar as¨ª, con un programa de adquisici¨®n retrasado y una campa?a de desprestigio contra uno de los fabricantes. As¨ª las cosas, lo mejor es que los gobiernos y los profesionales de la sanidad subrayen su confianza en todas las vacunas, de modo que quede claro que el beneficio de la vacunaci¨®n es crear las condiciones para que se levante el bloqueo. Si se siembra la duda, los pa¨ªses tardar¨¢n m¨¢s en alcanzar la inmunidad de grupo.
La Uni¨®n Europea y los Estados miembros siempre han tenido una actitud de autocomplacencia con la vacunaci¨®n. Fue un error transferir la adquisici¨®n a una instituci¨®n que hasta entonces nunca se hab¨ªa ocupado de ello. Pero arrojar dudas sobre la eficacia de una vacuna aprobada es imperdonable. Recordemos que los bienes p¨²blicos se basan en la confianza.
Wolfgang M¨¹nchau es director de www.eurointelligence.com
Traducci¨®n de News Clips.
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