El rebote
El sistema es ahora mismo una centrifugadora de seres humanos que salen despedidos hacia los m¨¢rgenes de la normalidad en cantidades ins¨®litas
El sistema es ahora mismo una centrifugadora de seres humanos que salen despedidos hacia los m¨¢rgenes de la normalidad en cantidades ins¨®litas. Te asomas a la ventana y los ves volar como meteoritos, incluso puedes observar c¨®mo sus vidas se incendian al entrar en contacto con la densa atm¨®sfera de la pobreza. Familias enteras: el marido, la esposa, los ni?os, los abuelos¡ ah¨ª van intentando alcanzarse las manos para llegar unidos al c¨ªrculo infernal que la crisis les haya deparado. Hoy est¨¢s en la clase media y ma?ana eres uno de esos objetos volantes que en 24 horas ha pasado de ver la tele c¨®modamente en el sof¨¢ a hacer cola para recibir una bolsa de fruta. No es raro que esas bolsas procedan de asociaciones extraestatales que se han organizado en los bordes de la supervivencia en forma de grumos de solidaridad. ?Qu¨¦ fue del ingreso m¨ªnimo vital? (el IMV, que sonaba a marca de coche de alto est¨¢ndar). ?Qu¨¦, de las diferentes ayudas de car¨¢cter municipal? ?Qu¨¦, de los dispensadores europeos del dinero grande? ?Qu¨¦, de la promesa mil veces repetida de que nadie se quedar¨ªa atr¨¢s? En efecto, no se quedan atr¨¢s, se quedan fuera, incluso fuera de la Historia (con may¨²scula, claro). No ocupar¨¢n ni una nota a pie de p¨¢gina de los libros encuadernados en su propia piel.
Y, sin embargo, esas personas viven, desde que se levantan hasta que se acuestan, una peripecia inconcebible, llevan dentro de s¨ª, si pudi¨¦ramos escucharlo, un gran relato. ?O acaso no constituye un ejercicio heroico abandonar las tibias s¨¢banas para enfrentarse a las temperaturas de los dormitorios glaciales en los que han ido a caer? La violencia institucional, insuficientemente auscultada, es, en estos momentos, atroz. ?Ojo al rebote!
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