El cholo sedicioso

Pedro Castillo tiene todo el derecho del mundo a proclamar que la revoluci¨®n de T¨²pac Amaru contra el virreinato no ha concluido, que el sistema de castas, el capital y el mercado dictan en el Per¨² criollo y que las Constituciones de 1979 y 1993 fueron fraguadas por los palanganeros de las oligarqu¨ªas empresariales y el Consenso de Washington, que redujeron al ser humano a la condici¨®n de mercanc¨ªa. Al candidato presidencial favorito en las encuestas le asisten razones cuando denuncia que empresas estatales pasaron a manos de testaferros de los privatizadores mientras el campesinado andino sigue a dos velas porque el contubernio neoliberal socializ¨® las p¨¦rdidas y privatiz¨® las ganancias.

Poco que objetar cuando el emergente maestro recapitula las violaciones de derechos humanos de la democracia, las sentencias que encarcelan a inocentes pobres y liberan a culpables ricos y los nichos de poder inexpugnables. Ejerce credo y libre albedr¨ªo al ponderar el terrorismo de Sendero Luminoso, justificar la dictadura del general Velasco Alvarado, que estatiz¨® la econom¨ªa y amordaz¨® a la prensa, y tildar de claudicante a la izquierda tradicional porque ser de izquierda es abrazar la teor¨ªa marxista y bajo su luz interpretar los fen¨®menos de la sociedad mundial, aunque yo no me declare comunista para no asustar. Los ajustes del estructuralismo sesentero, las columnas ideol¨®gicas, pol¨ªticas y culturales de mi presidencia impartir¨¢n orientaci¨®n, justicia y socialismo aut¨¦ntico: un Estado regulador y empresario, previa depuraci¨®n de la Constituci¨®n, las instituciones y los medios de comunicaci¨®n que ignoran las demandas del pueblo, porque la verdadera libertad de prensa solo ser¨¢ posible cuando la libere del yugo del capital. Las calamidades nacionales recogidas en el programa del partido, Per¨² Libre, fundado por el m¨¦dico Vladimir Cerr¨®n, admirador de legados de Lenin y Fidel Castro, ser¨¢n solucionadas por el politbur¨® y la alianza de masas y jueces.

?Enfoque de g¨¦nero? No. ?Aborto? Para nada. ?Eutanasia? Personalmente, no. ?Matrimonio homosexual? Peor todav¨ªa. ?Marihuana? Por supuesto que no. Al candidato le inculcaron valores familiares y le ense?aron a cortarse las u?as, una urbanidad que inculcar¨¢ al pueblo con orden y disciplina. El Per¨² olvidado est¨¢ en su derecho de descargar en las presidenciales de junio la bilis de la frustraci¨®n. Se lo concedieron los gobiernos hermanados con la corrupci¨®n y las ¨¦lites enriquecidas deslomando al pe¨®n. Los cholos de los Andes y los chabolistas de Lima, machacados por el paro y la pandemia, no pretenden salir de Guatemala para adentrarse en Guatepeor, eventualmente su pr¨®ximo destino, pero se entiende que emprendan el viaje atra¨ªdos por los progresistas cantos de sirena de Castillo. La partitura no es obra suya: le fue servida en bandeja por las sanguijuelas de los Estados transigentes con las inmoralidades y desmemoriados con sus v¨ªctimas, en Per¨² y en casi toda Latinoam¨¦rica.