Juego de patriotas en la manifestaci¨®n de Col¨®n
Lo que me preocupa de la manifestaci¨®n de hoy no es que est¨¦ Vox, es que falta el otro bloque. Hasta entonces, no dejar¨¢ de ser la representaci¨®n de la patria de una de las partes
Algunas veces he hablado por aqu¨ª de la soledad ¡ª?o es desasosiego?¡ª del columnista de pol¨ªtica nacional. Volviendo una y otra vez a los temas de siempre, el eterno retorno de lo mismo. Ahora toca volver a Col¨®n, a otra manifestaci¨®n patri¨®tica. Col¨®n II, la recreaci¨®n esc¨¦nica del bloque de la derecha, el que fr¨ªvolamente se autoproclam¨® como ¡°constitucionalista¡±. Y digo fr¨ªvolamente porque una Constituci¨®n de la que se excluye como m¨ªnimo a la mitad de los espa?oles tiene sus d¨ªas contados. La mejor manera de buscar su obsolescencia es precisamente esa, el hacerla excluyente, el convertirla en patrimonio de un n¨²mero reducido de partidos y de una ¨²nica ideolog¨ªa. Para bien o para mal, ya ha ocurrido con la bandera, sea porque el PSOE se anduvo con complejos a la hora de reivindicarla o porque desde siempre la derecha se consider¨® con el derecho exclusivo de utilizarla para sus fines. Bajo la que probablemente sea la mayor bandera de Europa se desplegar¨¢ hoy un mar de banderas nacionales. ?Significa eso que es ah¨ª donde est¨¢n los verdaderos patriotas?
Perm¨ªtanme que lo dude. Una de las caracter¨ªsticas de todos los grupos identitarios es que son ellos los que se creen con el derecho de definir qui¨¦n pertenece al grupo. Lo sabemos bien por la forma de proceder de los nacionalistas catalanes: ?el catal¨¢n aut¨¦ntico es el independentista! Ahora nos encontramos con algo parecido. Recuerden la justificaci¨®n utilizada por Casado a la hora de sumar a su partido a Col¨®n II: ¡°nosotros queremos estar con la Espa?a real¡±. O sea, que la Espa?a real es la que yo defino como tal. A d¨®nde pertenezcamos los dem¨¢s, los que no hemos querido participar de este sarao, ya se me escapa. ?Seremos la anti-Espa?a, ap¨¢tridas, o quiz¨¢ ¡°irreales¡±?
Y el caso es que yo me siento espa?ol y, adem¨¢s ¡ªy esta es mi cruz¡ª, ¡°patriota¡±. Debo de serlo de una manera rara, porque no pienso que sea algo que me deba llenar de orgullo. Nadie elige nacer donde nace, es una loter¨ªa, como la raza o la familia en la que acabas cayendo. Pero una vez que ya est¨¢s adscrito lo que te pide el cuerpo es contribuir a que tu terru?o funcione de la mejor manera posible. Sobre todo, si tomas conciencia de que es un pa¨ªs al que amas y muy complejo en todo lo que tiene que ver con las identidades nacionales. Por eso mismo te resistes a dejarte llevar por toda definici¨®n aprior¨ªstica de una supuesta identidad nacional omniabarcadora. No la hay, lo siento, como tampoco en Catalu?a, claro. Nada es blanco o negro, nadamos en grises. Lo que me preocupa de la manifestaci¨®n de hoy no es que est¨¦ Vox, es que faltan todos los dem¨¢s del otro bloque. Mientras no sea as¨ª, no dejar¨¢ de ser la representaci¨®n de la patria de una de las partes, que ahora se presenta como el todo.
La convocatoria era en realidad en contra de los indultos, algo que no tiene por qu¨¦ ser de derechas. Al hacerse bajo la cobertura de todo el simbolismo de Col¨®n pierde ya, sin embargo, su car¨¢cter de juicio personal para convertirse en signo de identidad. Si ning¨²n patriota verdadero puede estar a favor de ellos es que no comprendemos el pa¨ªs en que vivimos. Ser patriota, al modo en que yo lo entiendo, consiste en buscar f¨®rmulas para colaborar en que esto pueda salir adelante y podamos entendernos, no en instrumentalizar los sentimientos nacionales para afianzar y cohesionar lo que en el fondo no es m¨¢s que una opci¨®n pol¨ªtica entre otras. Otra frivolidad. Jugar con fuego.
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