Perseguir el acoso

El acoso f¨ªsico o psicol¨®gico que unas personas ejercen sobre otras se da fundamentalmente en la escuela, y ya existen protocolos para detectarlo lo antes posible, pues en su fase inicial es mucho m¨¢s f¨¢cil de solucionar y erradicar. El problema se agudiza cuando del espacio f¨ªsico de la escuela se traslada a la calle, e incluso a las redes sociales. Aqu¨ª es m¨¢s dif¨ªcil demostrar esta deleznable conducta, pues los medios empleados son sofisticados y amparados en el anonimato. Y este fen¨®meno se da tambi¨¦n en personas adultas, sobre todo en el trabajo, en las relaciones sociales, etc¨¦tera, y las vidas de las v¨ªctimas pueden verse seriamente afectadas al verse solas y sin salida. Todos debemos tomarnos muy en serio este problema, esta lacra cobarde amparada en la masa, y ante el m¨¢s m¨ªnimo indicio, denunciar, ayudar y socorrer. Y que sobre los acosadores caiga todo el peso de la ley.

Luis Solanas Cebolla. Zaragoza

Noticias que me deprimen

Que desaz¨®n se siente observando el sarcasmo contenido en algunas noticias. Como ejemplo solo dos. Citar todas no cabr¨ªa en este reducido espacio. La primera: cuando compr¨¦ un coche a uno de los fabricantes de autom¨®viles implicado en el dieselgate, me entregaron un folleto en el que aseguraban que por cada coche vendido plantaban un ¨¢rbol. La segunda: dice Reyes Maroto que las medidas para abaratar el precio de la luz tardar¨¢n ¡°en verse¡±. Ha olvidado la se?ora ministra concretar con qu¨¦ tipo de tarifa debemos encender la l¨¢mpara para verlas, si en horas punta, llana o valle. Este pa¨ªs nuestro es una f¨¢brica de melancol¨ªa, que ya se sabe es el correlato del esfuerzo in¨²til. Gobierne quien gobierne, mandan los de siempre.

Miguel Teixidor de Otto. Valencia

Un hombre honrado

Estos d¨ªas est¨¢ en primera l¨ªnea de la informaci¨®n, dentro del caso Kitchen, el inspector Manuel Morocho, un hombre honrado que ha sabido cumplir con su deber de polic¨ªa no dej¨¢ndose tentar por los cargos y prebendas que le ofrec¨ªan y no poniendo por delante su posible integridad f¨ªsica ante amenazas, veladas o no tanto. La experiencia nos dice que muchos han sucumbido a premios o amenazas, por eso, se valora mucho cuando encuentras personas que cumplen con su deber aunque, desgraciadamente, no abundan en estos d¨ªas. Mis respetos y agradecimiento a un hombre honrado.

Carlos Garc¨ªa Alarc¨®n. Madrid

El camino de la solidaridad

Durante muchas semanas salimos a los balcones para aplaudir al personal sanitario y a todas esas personas que no pod¨ªan confinarse porque su trabajo se consideraba ¡°esencial¡±. La canci¨®n Resistir¨¦ se colaba desde la ventana de algunos vecinos y tambi¨¦n su tarareo. Ahora estamos iniciando el camino de la pospandemia, con la mochila cargada de lemas y con un profundo aprendizaje vital. Nos preguntaremos ?servir¨¢ esta crisis para que la salud sea un bien universal? ?Se mantendr¨¢ la politica econ¨®mica que ayude a los perjudicados por la pandemia? Depende de nosotros que el camino de la pospandemia sea un camino en el que todos seamos mejores, en el que toda la sociedad sea m¨¢s solidaria, en definitiva, mejor.

Alberto ?lvarez P¨¦rez. Sevilla

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