El inspector Morocho, un polic¨ªa que sobrevivi¨® a las cloacas
El principal investigador de la trama G¨¹rtel sacude el ¡®caso Kitchen¡¯ tras denunciar las presiones que sufri¨® durante las pesquisas de la caja b del PP
El 6 de noviembre de 2007 dos personas se encontraron por primera vez sin saber que iban a provocar un terremoto en la pol¨ªtica espa?ola cuyas r¨¦plicas llegan hasta hoy. Fue en una impersonal sala de reuniones del complejo policial de Canillas, en Madrid. Uno era Jos¨¦ Luis Pe?as, un antiguo concejal del PP en Majadahonda que acud¨ªa a denunciar una trama de corrupci¨®n encabezada por Francisco Correa, un empresario muy pr¨®ximo a los dirigentes del PP. El otro era un inspector de la Polic¨ªa Nacional que acababa de cumplir los 40 a?os, Manuel Morocho. Pe?as a¨²n hoy recuerda aquel encuentro: ¡°Me escuch¨®, ley¨® la denuncia y me hizo unas pocas preguntas¡±, se?ala. El exconcejal asegura que, tras aquel d¨ªa, solo le volvi¨® a ver una vez en los pasillos de la Audiencia Nacional y, m¨¢s tarde, durante el juicio por la primera etapa del caso G¨¹rtel. ¡°En todas ellas fue amable, aunque nunca se quit¨® su coraza de polic¨ªa¡±, a?ade.
M¨¢s de 13 a?os y medio despu¨¦s, Pe?as, que fue condenado a cuatro a?os y nueve meses en el juicio por la red de corrupci¨®n que ayud¨® a destapar, espera que el Gobierno se pronuncie sobre su petici¨®n de indulto. Y Morocho, que hace poco m¨¢s de un a?o ascendi¨® a inspector jefe, sigue investigando los ¨²ltimos flecos de la trama G¨¹rtel mientras ha perdido el anonimato que le daba el n¨²mero profesional 81.067 con el que firmaba sus informes. Su apellido acapara ahora titulares tras denunciar este martes ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n, que investiga el espionaje ilegal al extesorero Luis B¨¢rcenas, las trabas que, desde el Ministerio del Interior en la etapa de Mariano Rajoy, le pusieron para dificultar las pesquisas sobre la caja b del PP. Este viernes tiene de nuevo una cita ante el juez.
Para algunos, Morocho es un h¨¦roe que sobrevivi¨® a las cloacas policiales. Para otros, un polic¨ªa con sombras. Una agente que coincidi¨® con ¨¦l en la Unidad de Delincuencia Econ¨®mica y Fiscal (UDEF), y que pide mantener el anonimato, asegura que, efectivamente, Morocho ¡°recibi¨® presiones, pero como muchos de los que estuvimos all¨ª, tanto desde los gobiernos del PP como del PSOE. Unas veces, para difuminar el contenido de un informe; en otras, para lo contrario. Trabajar en esa unidad ha quemado a muchos que terminan march¨¢ndose¡±, a?ade antes de admitir que fue uno de estos ¨²ltimos. ?Por qu¨¦ no lo ha hecho Morocho? ¡°No lo s¨¦, pero tampoco entiendo por qu¨¦ no denunci¨® antes lo que ahora est¨¢ contando al juez¡±, a?ade.
Morocho ingres¨® en la Polic¨ªa Nacional en junio de 1999 y, en marzo de 2006, ascendi¨® a inspector. Su condici¨®n de licenciado en Econ¨®micas le abri¨® entonces las puertas de la UDEF, una unidad que ten¨ªa entonces solo un a?o de existencia y que se estren¨® ese mismo mes en Marbella con el caso Malaya, la primera gran operaci¨®n contra la corrupci¨®n en Espa?a. Poco despu¨¦s, arrancaba la G¨¹rtel. Un compa?ero suyo de aquella etapa, que tambi¨¦n pide que no se le identifique, asegura que el inspector se resist¨ªa a que sus superiores modificaran sus informes: ¡°Siempre fue muy cr¨ªtico con los cambios que le propon¨ªan. Llegaba a amenazar con no firmarlos si se le correg¨ªan¡±. Uno de sus superiores, recuerda este polic¨ªa, le record¨® m¨¢s de una vez que ¡°la polic¨ªa es un cuerpo jerarquizado¡± y que el entonces m¨¢ximo jefe de la UDEF, el comisario Jos¨¦ Luis Olivera, se?alado ahora por Morocho como uno de los que le presion¨®, le lleg¨® a decir: ¡°Con esa actitud, tienes poco porvenir en esta unidad¡±. Olivera, ya jubilado en la polic¨ªa, fue relevado al frente de la UDEF en 2012. Ahora es asesor de riesgos en la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol.
Uno de los abogados personados en el caso G¨¹rtel como acusaci¨®n alaba los informes de Morocho, aunque coincide con algunos excompa?eros del agente que en el trato personal es distante: ¡°Tiene bastante ego, en gran medida justificado, porque su formaci¨®n est¨¢ muy por encima de la de su unidad y, sobre todo, de la de sus jefes. Es met¨®dico y no parte de hip¨®tesis preconcebidas¡±. Tambi¨¦n dej¨® buena impresi¨®n entre la mayor¨ªa de los diputados de la comisi¨®n que investiga en el Congreso la Operaci¨®n Kitchen y ante la que Morocho compareci¨® el pasado 25 de marzo y en la que tambi¨¦n denunci¨® las presiones sufridas. Jon I?arritu, el portavoz de EH Bildu en la misma, asegura que aquel d¨ªa ¡°transmiti¨® sinceridad y la imagen de un polic¨ªa que hace su trabajo¡±.
Esa opini¨®n es compartida por varios agentes consultados, que califican sus informes de ¡°escrupulosos¡±. Sin embargo, tambi¨¦n hay polic¨ªas que le critican que ¡°haya superado alguna l¨ªnea de investigaci¨®n sin salida con demasiada imaginaci¨®n¡±. Otro agente recuerda que en cierta ocasi¨®n le pregunt¨® por qu¨¦ nunca solicit¨® al juez registrar la casa de B¨¢rcenas o el chal¨¦ que este ten¨ªa en la estaci¨®n de esqu¨ª de Baqueira en busca de pruebas. ¡°Sorprendentemente me dijo que no lo considero importante¡±.
Condecorado en dos ocasiones ¡ªen 2009, con el socialista Alfredo P¨¦rez Rubalcaba al frente de Interior, y en 2013, en la etapa de Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz¡ª, Morocho ha recibido durante el caso G¨¹rtel ocho denuncias en los juzgados y Asuntos Internos le investig¨® ¡ªluego se archiv¨®¡ª como sospechoso de filtrar a la prensa sus informes. Son algunas de las secuelas de aquel encuentro con el exconcejal Pe?as en 2007: ¡°Ninguno de los dos sab¨ªamos entonces lo que se nos ven¨ªa encima¡±, se?ala este.
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