Oportuna fase expansiva de la UE

La Comisi¨®n Europea tiene previsto aprobar este martes el proyecto legislativo de creaci¨®n de una agencia europea contra el blanqueo de dinero y tres proyectos de reglamento que endurecen o introducen nuevos controles en el sector financiero, incluido uno que ata?e a los gestores de monedas virtuales. La iniciativa, liderada por la comisaria europea de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, pretende atajar una lacra que, seg¨²n Europol, mueve al a?o unos 130.000 millones de euros, es decir, lo mismo que el presupuesto de la UE. La nueva agencia (AMLA, por sus siglas en ingl¨¦s) vigilar¨¢ a las entidades financieras que se consideren de mayor riesgo, bien por su presencia en numerosos pa¨ªses o por tener una clientela con un importante porcentaje de personas no residentes o relacionadas con reg¨ªmenes de terceros pa¨ªses de dudosa reputaci¨®n. Bajo el nuevo radar tambi¨¦n estar¨¢n, entre otras, las empresas especializadas en el cambio de divisas, los fondos de inversi¨®n o las aseguradoras.

Las propuestas de la Comisi¨®n llegan tras un lustro de numerosos esc¨¢ndalos, la mayor¨ªa descubiertos por las autoridades de EE UU, que han da?ado la reputaci¨®n de bancos europeos (como Deutsche Bank e ING) o han acabado con ellos (como el andorrano BPA, el espa?ol Banco de Madrid o el let¨®n ABLV). Uno de los casos, el del malt¨¦s Pilatus, incluso cost¨® la vida a la periodista Daphne Caruana Galizia, que fue asesinada tras investigar las sospechas de corrupci¨®n y blanqueo de dinero que vinculaban a la entidad con las autoridades del pa¨ªs.

Como en tantas otras ¨¢reas, la UE no puede combatir una lacra global como el blanqueo de dinero con un pu?ado de organismos nacionales que en la mayor¨ªa de los pa¨ªses no disponen de los recursos humanos y t¨¦cnicos necesarios para tama?a tarea. Por eso, la iniciativa de la Comisi¨®n es un nuevo y oportuno paso en la adaptaci¨®n de la UE a los retos del mundo contempor¨¢neo. Tiene sentido establecer la AMLA, como lo tiene el esfuerzo para ampliar el per¨ªmetro de acci¨®n de la UE en otras ¨¢reas, desde la deuda en com¨²n que financia el fondo de recuperaci¨®n frente a la crisis de la covid hasta la llamada uni¨®n sanitaria, que ha surgido a ra¨ªz de la pandemia. Las reformas tambi¨¦n se abren paso en la zona euro, donde la reciente revisi¨®n de la estrategia del BCE para disponer de mayor margen en su pol¨ªtica monetaria anticipa cambios similares en las normas sobre d¨¦ficit y deuda para facilitar la capacidad de respuesta fiscal en los Estados. O en pol¨ªtica migratoria, con un refuerzo sin precedentes de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex).

Se trata, en definitiva, de un momento de metamorfosis de la UE, facilitado por la salida del Reino Unido y espoleado por una redefinici¨®n del orden global. Un orden, dominado por la hiperpotencia de EE UU y China y marcado por desaf¨ªos globales, en el que solo unidos los europeos podr¨¢n ser influyentes y eficaces. Las iniciativas de integraci¨®n como la Agencia contra el blanqueo, por tanto, resultan imprescindibles. En algunos casos, debe reprocharse que llegan tarde. En otros, siendo evidente el de Frontex, el funcionamiento actual muestra considerables deficiencias y el r¨¢pido crecimiento supone un reto muy complejo. La evoluci¨®n y expansi¨®n de las actividades de la UE es un camino repleto de obst¨¢culos. Pero es en esa senda donde se hallan las soluciones para gran parte de los problemas que sufren los europeos.