Madurez democr¨¢tica
La ley de memoria promueve positivas mejoras en la relaci¨®n con el pasado
El Gobierno ha presentado esta semana la ley de memoria democr¨¢tica que llevar¨¢ a las Cortes y que sustituir¨¢ a la Ley de Memoria Hist¨®rica aprobada en 2007 bajo el mandato de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Sin leerla, el PP y Vox ya han anunciado que la derogar¨¢n si llegan al poder. Al viejo argumento de que hay que mirar al futuro y no al pasado, como si ambas misiones no fueran compatibles, han a?adido ahora un preocupante discurso revisionista. Avanzan las voces que, como han criticado catedr¨¢ticos de Historia, asumen la tesis franquista de que la guerra civil espa?ola no comenz¨® con un golpe de Estado, sino que fue el gobierno leg¨ªtimo de la II Rep¨²blica el que provoc¨® la contienda. En un reciente debate, el l¨ªder del PP, Pablo Casado, no sinti¨® la necesidad de replicar a bochornosas declaraciones en ese sentido del exministro Ignacio Camu?as.
La nueva ley pretende corregir las carencias de la norma de 2007 reflejadas en el informe del relator de Naciones Unidas Pablo de Greiff tras su visita a Espa?a en 2014. Con la perspectiva de la experiencia de otros pa¨ªses con un pasado traum¨¢tico similar, De Greiff critic¨® la falta de ambici¨®n de la legislaci¨®n espa?ola, que declaraba, por ejemplo, la ilegitimidad de los tribunales franquistas pero no daba el paso de anular las condenas que hab¨ªan impuesto, y que ¡°privatizaba¡± las exhumaciones de fosas comunes con un sistema de subvenciones en el que eran las asociaciones de familiares las que ten¨ªan que asumir el proceso de localizaci¨®n de los desaparecidos del franquismo. En la nueva ley es el Estado en todos sus niveles el que dirige la b¨²squeda e identificaci¨®n de las v¨ªctimas, y todas aquellas resoluciones redactadas por tribunales sin garant¨ªas quedan anuladas. Son, estas, mejoras necesarias. El objetivo de la mayor¨ªa de estos cambios, seg¨²n el Gobierno, es adaptar la legislaci¨®n a los par¨¢metros internacionales de derechos humanos y resolver anomal¨ªas como la del Valle de los Ca¨ªdos, monumento que rige, todav¨ªa, un decreto franquista de 1957.
El proyecto contempla, tambi¨¦n, un art¨ªculo que puede propiciar la extinci¨®n de la Fundaci¨®n Franco. El Consejo General del Poder Judicial consider¨®, en su informe sobre el borrador original, que la apolog¨ªa del franquismo forma parte de la libertad de expresi¨®n ¡°salvo cuando suponga una lesi¨®n de derechos o bienes de relevancia constitucional¡±. El Ejecutivo trat¨® de solventar esa pega a la formulaci¨®n inicial a?adiendo en el art¨ªculo que recoge el enaltecimiento del golpe de Estado y la dictadura como causa de extinci¨®n de una fundaci¨®n que se haga ¡°con menosprecio y humillaci¨®n de la dignidad de las v¨ªctimas, o incitaci¨®n directa o indirecta al odio contra las mismas¡±. La precisi¨®n es bienvenida porque acota el campo de acci¨®n y preserva mejor la libertad de expresi¨®n. Se trata de un equilibrio muy complicado. En todo caso, la ley no supone por s¨ª misma la extinci¨®n. Ser¨ªa, en ¨²ltima instancia, una autoridad judicial quien lo determinar¨ªa. Ser¨¢ oportuno que en la aplicaci¨®n ¡ªen este caso u otros que puedan surgir¡ª se utilicen criterios exigentes que garanticen una amplia protecci¨®n de la libertad de expresi¨®n. Esa es la orientaci¨®n, por ejemplo, de la jurisprudencia italiana en materia de apolog¨ªa del fascismo.
El proyecto prev¨¦ tambi¨¦n la adaptaci¨®n de los contenidos curriculares para asegurar que los alumnos conozcan ¡°la lucha por los valores y libertades democr¨¢ticas¡±. Es previsible la oposici¨®n frontal del PP, que dispone de la competencia en Educaci¨®n de las cinco comunidades que gobierna. El Gobierno tendr¨¢ que esforzarse para minimizar el enfrentamiento buscando el m¨¢ximo consenso con un panel de especialistas incontestable para redactar esas nuevas p¨¢ginas en los libros de texto. Espa?a cuenta con un excelente elenco de historiadores para ello.
En conjunto, se trata de una iniciativa que mejora la relaci¨®n de la democracia espa?ola con el pasado de este pa¨ªs. Desgraciadamente, los problemas del presente lo distorsionan todo y auguran un futuro problem¨¢tico, para esta cuesti¨®n y bastantes otras.
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