Planificar una ¡®descovidificaci¨®n¡¯

Hemos apostado por una desescalada prematura de la cuarta ola y hemos perdido. En cuanto levantamos las restricciones el virus contraataca. Adem¨¢s, involuntariamente, le damos aire para seguir evolucionando y eso no nos conviene. El virus sufre presi¨®n selectiva para ser m¨¢s transmisible, busca variantes al azar, algunas le favorecen y se hace m¨¢s transmisible. Lo que le importa es piratear c¨¦lulas y no le importa morir en el intento. Resultado, ya estamos en franca transmisi¨®n comunitaria de la quinta ola, con m¨¢s hospitalizaciones, m¨¢s enfermos graves en las UCI, m¨¢s covid persistente incluso en adolescentes y ni?os, m¨¢s impacto negativo en el turismo y aumento de las listas de espera. Plus ?a change, plus c¡¯est la m¨ºme chose.

?C¨®mo vamos a desescalar esta quinta ola? ?Existe alguna alternativa a c¨®mo lo hemos hecho en las olas anteriores? El reto de este oto?o-invierno ser¨¢ como lograr un control epid¨¦mico eficaz ante un virus de comportamiento incierto y cambiante. Podemos planificar y anticiparnos mejor y lograr una descovidificaci¨®n eficaz. En primer lugar, para preparar el oto?o covid debemos comprender y adaptarnos a una nueva situaci¨®n pand¨¦mica.

La vacunaci¨®n va muy bien en Espa?a, pero las nuevas variantes m¨¢s transmisibles nos han elevado el list¨®n para alcanzar una inmunidad de grupo hasta un 85%-90% de la poblaci¨®n vacunada. Esto significa que seguir¨¢ habiendo mucha gente susceptible de infecci¨®n en oto?o. Este escenario se expresar¨¢ como microbrotes o megabrotes en diversos puntos calientes del pa¨ªs.

Ese panorama epid¨¦mico ocurre en un contexto de dudas sobre la duraci¨®n de la inmunidad por las vacunas, la posible necesidad de tercera dosis a grupos poblacionales concretos, la posibilidad de otras variantes resistentes a las vacunas existentes y la reacci¨®n de profesionales sanitarios que, tras casi dos a?os de pandemia interminable, se plantean incluso abandonar la profesi¨®n o el pa¨ªs. En esa situaci¨®n de incertidumbre, convendr¨¢ no levantar las restricciones de la quinta ola hasta saber que la bajada de infecciones se haya estabilizado realmente, que el pa¨ªs est¨¦ realmente preparado para controlar brotes, y que el proceso de vacunaci¨®n haya alcanzado a todos los j¨®venes y adolescentes.

En oto?o, convendr¨¢ recordar que este virus no estar¨¢ solo. Coincidir¨¢ con un resurgimiento de otras enfermedades respiratorias infecciosas ¡ªgripe y virus respiratorio sincitial¡ª, ya que no existir¨¢n las restricciones que las controlaron el invierno pasado y encontrar¨¢n una poblaci¨®n m¨¢s susceptible a la cual no pudieron infectar el a?o pasado. En invierno pasaremos m¨¢s tiempo en interiores y eso favorecer¨¢ todas las infecciones, incluido el coronavirus.

En septiembre, una parte muy importante de la poblaci¨®n espa?ola estar¨¢ vacunada. Sin embargo, los ni?os no lo estar¨¢n y el virus buscar¨¢ nuevos hu¨¦spedes. A la espera de estudios que confirmen la bondad de vacunar a ni?os conviene ya anticiparse y tomar decisiones sobre la vuelta al colegio siguiendo el principio de precauci¨®n. ?Por qu¨¦ proteger tanto a los ni?os si no sufren mucho la enfermedad? Esa aparente leve afectaci¨®n es solo cierta en la fase aguda de la enfermedad, pero no m¨¢s tarde, momento en el cual muchos expresan una covid persistente. Los ni?os son resilientes, pero tambi¨¦n vulnerables. La evidencia actual indica que la prevalencia de covid persistente en ni?os es mayor de lo esperado y no conviene minimizarla. Se estima que entre un 10% y un 13% de los ni?os tendr¨¢n s¨ªntomas persistentes durante cinco semanas y entre el 3% el 10% tendr¨¢ s¨ªntomas cr¨®nicos quiz¨¢ durante a?os. Por otro lado, habr¨¢ ni?os escolarizados con enfermedades subyacentes a¨²n m¨¢s vulnerables y todo ni?o puede ser vector de transmisi¨®n a sus familiares a riesgo.

Esas son las razones por las cuales no se debe dejar circular libremente el virus entre los ni?os durante y despu¨¦s del verano. Ser¨¢ necesario preparar la vuelta al colegio concienzudamente; mascarillas, distancia social, filtros, tecnolog¨ªa de monitorizaci¨®n de CO2, y mucha ventilaci¨®n.

En ese oto?o diferente, convendr¨ªa que se recobre el tim¨®n de control pand¨¦mico en el ¨¢mbito nacional, buscar mayor coherencia nacional y cogobernar de verdad, ya que es evidente que las comunidades aut¨®nomas no disponen ahora de las herramientas para gestionar la pandemia. Cuanta menos cogobernanza, m¨¢s judicializaci¨®n de las decisiones de salud p¨²blica.

Este oto?o ser¨¢ necesario explicar a la poblaci¨®n que el fin pand¨¦mico no se expresar¨¢ como un big bang ni en el ¨¢mbito nacional ni en el internacional. Estas pandemias no finalizan de golpe como un bombardeo, sino que se van apagando paulatinamente tanto en lo biol¨®gico como en lo social.

Por ello, en oto?o, convendr¨ªa focalizar mucha m¨¢s atenci¨®n hacia el exterior, ya que, aunque Espa?a controle ¡°su¡± epidemia, el pa¨ªs estar¨¢ en riesgo de futuras variantes mientras el coronavirus est¨¦ circulando globalmente. Conviene recordar que, seg¨²n el ¨ªndice de conexi¨®n global, 19 de los 25 pa¨ªses m¨¢s conectados de la tierra est¨¢n en Europa. Consecuentemente, si surgen nuevas variantes, estas llegar¨¢n seguro a Espa?a. Apoyar con vacunas y otros medios a pa¨ªses menos afortunados no es solo un acto humanitario sino uno de seguridad nacional.

Rafael Bengoa es experto en Salud P¨²blica y exdirectivo de la OMS.