Salvar el mar Menor
Los lectores opinan sobre la necesidad de salvar la laguna salada de Murcia, las limitaciones del pasaporte sanitario europeo, la tendencia a la involuci¨®n y la muerte del bater¨ªa de los Rolling
Asisto con rabia y tristeza a la contemplaci¨®n de las toneladas de peces muertos varadas en las playas de mi tierra. La cantidad excesiva de nitratos vertidos al mar los ha matado, pr¨¢ctica que data de a?os atr¨¢s, y ninguno de los gobiernos de mi regi¨®n ha implementado medidas para evitarlo. El rico ecosistema del mar Menor agoniza, y cada vez que el se?or presidente L¨®pez Miras exige al Gobierno central responsabilidad para acabar con estos cr¨ªmenes, se olvida de su deber: evitar llegar a este macabro espect¨¢culo en Islas Menores, Los Nietos o Mar de Cristal. El mar Menor, fuente de riqueza, trabajo y alimentaci¨®n, no puede tener este fin. Nosotros, los murcianos, hemos de exigir responsabilidades a quienes han consentido este desastre, as¨ª como condenar a los responsables del vertido del veneno sobre la flora y la fauna. No deben quedar impunes estos delitos ecol¨®gicos.
Manuel Castellanos Plaza. El Palmar (Murcia)
Mi pasaporte covid tiene limitaciones
Tengo 49 a?os, pas¨¦ la covid y me vacun¨¦ en junio en Madrid. Debido a la normativa espa?ola, me pusieron solo una dosis de Pfizer para tener pauta completa. Pasados unos d¨ªas, pude solicitar mi pasaporte europeo covid. Sin embargo, con el paso de las semanas, he descubierto que mi situaci¨®n, tener vacunaci¨®n con solo una dosis, no es reconocida por varios pa¨ªses europeos y del mundo. Recientemente, solicit¨¦ la validaci¨®n de mi vacunaci¨®n en Chile (tengo doble nacionalidad), y el Gobierno chileno la rechaz¨® y me obliga a hacer una cuarentena en hotel durante 10 d¨ªas, vacunarme con una segunda dosis y luego solicitar autorizaci¨®n para moverme por Chile. ?Qu¨¦ suceder¨¢ con mi situaci¨®n y la de miles de espa?oles para nuestra movilidad?
Jaime E. Barrientos Delgado. Madrid
?Evoluci¨®n o involuci¨®n?
Cuando se analizan las actitudes del ser humano y su evoluci¨®n a lo largo de los siglos, se nos dice que este se hace m¨¢s emp¨¢tico y social a medida que evolucionamos.
Pues a m¨ª me averg¨¹enza la indiferencia social ante actos xen¨®fobos u hom¨®fobos continuos, como si hubiera que ¡°normalizar¡± ese tipo de hechos. Reniego de esa sociedad que mira hacia otro lado de forma individual o colectiva, para eso no deb¨ªamos haber salido de las cavernas.
Pilar Salinas Espinar. Hu¨¦tor Vega (Granada)
Adi¨®s a Charlie Watts
Nunca fui muy seguidor de los Rolling Stones, me gustaban y me gustan muchas de sus canciones, pero poco m¨¢s puedo decir m¨¢s all¨¢ de lo sorprendente que es que sigan tocando y con esa energ¨ªa, solo por eso ya merecen mi respeto. Miraba con simpat¨ªa lo estrafalarios y gamberros que parec¨ªan, porque unos tipos que mantienen un negocio como el de su banda solo pueden parecer gamberros, pero no lo son, en realidad, son muy listos. Desde mi ignorancia siempre me llam¨® la atenci¨®n el que se sentaba a la bater¨ªa, Charlie Watts, tan sereno, tan elegante, tan discreto y tan bueno en lo suyo, ¨¦l limaba asperezas y daba sentido del ritmo a las composiciones musicales con su sutil toque de baquetas. Fue de los m¨¢s grandes. Tal como aparec¨ªa en los conciertos se fue, elegante y discreto. Otro con el que dar¨¢ gusto encontrarse en las estrellas.
Luis Gonz¨¢lez Carrillo. Legan¨¦s (Madrid)
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