Espa?a no va a abandonar a Afganist¨¢n
El fin de la presencia internacional en aquel pa¨ªs es el comienzo de una nueva etapa de acogida y apoyo para favorecer la futura protecci¨®n y cobertura de los refugiados
Escribo estas palabras, estas breves notas, todav¨ªa sobrecogida por las noticias y las im¨¢genes que nos llegan desde Afganist¨¢n. Mi responsabilidad como Fiscal General del Estado me ha permitido conocer de cerca alguna de las terribles circunstancias en las que se ha desarrollado el operativo de evacuaci¨®n de los colaboradores de Espa?a, de las instituciones comunitarias y de aquellas ciudadanas y ciudadanos cuyas vidas corr¨ªan peligro.
Tambi¨¦n he podido percibir el contexto en el que se sit¨²an las coordenadas del nuevo r¨¦gimen a trav¨¦s de los testimonios de las personas evacuadas. Sus relatos son terribles. Portando ¨²nicamente la maleta de sus miedos dejan atr¨¢s sus vidas, lo dejan todo. Solo han podido salvar su integridad, pero han abandonado seguramente a familiares, seres queridos, lo tangible y lo intangible, parte de su futuro y muchas de sus esperanzas.
Por otro lado, los poderes p¨²blicos espa?oles, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales, profesionales, periodistas, activistas, ciudadanas y ciudadanos an¨®nimos, todas y todos han dado ejemplo de entrega y preocupaci¨®n. Han aportado, adem¨¢s de la demostraci¨®n de su militancia en los derechos humanos, dentro sus posibilidades, su ayuda para poder acoger, salvar la vida o auxiliar a quienes finalmente han podido ser evacuados y abandonar el pa¨ªs.
Sin embargo, somos profundamente conscientes ¡ªy es la motivaci¨®n de este art¨ªculo¡ª del concreto peligro, el riesgo para sus vidas, la quiebra de su futuro, la angustia vital que miles y miles de ciudadanos afganos padecen en este momento. Principalmente mujeres y ni?os, principalmente mujeres y ni?as.
En el siglo de las mujeres, quienes invocamos desde nuestras privilegiadas tribunas la igualdad como un est¨¢ndar b¨¢sico de convivencia no podemos sino mostrar nuestra indignaci¨®n y rechazo ante el escenario que contempla la nueva realidad, el riesgo cierto de una vuelta al pasado, el asombro por el desprecio a los avances de la humanidad, el peligro de retroceso para la justicia y la paz.
Los derechos humanos son uno de los m¨¢s importantes logros de la civilizaci¨®n. Tienen su fundamento en el reconocimiento de la dignidad intr¨ªnseca que posee todo ser humano, por raz¨®n de raza, sexo o religi¨®n, o cualquier otra diversa condici¨®n. Son presupuesto y pilar de los valores de la libertad, la justicia y la paz en el mundo. Todos y cada uno de nosotros, como ciudadanos y ciudadanas, hemos de ser militantes en su defensa. Todas las naciones, todos los poderes p¨²blicos e instituciones, debemos ejercer una permanente labor de vigilancia. Porque los derechos humanos tienen naturaleza universal y omnicomprensiva, no pueden conocer fronteras. Su protecci¨®n debe constituir un esfuerzo conjunto, como testimonio de la solidaridad humana internacional.
La vida humana, el primer valor que debe ser defendido, est¨¢ siendo seriamente cuestionado para una parte importante de la ciudadan¨ªa, no solo por su condici¨®n de mujer o ni?a, no solamente por su identidad sexual, sino tambi¨¦n por sus actividades pasadas o por su actividad profesional. No es momento de hacer distingos, pero s¨ª significar que determinadas profesionales del Derecho (juezas, fiscalas, abogadas), por el simple hecho de ejercer su labor tienen comprometida su vida y pueden ser objeto de represalias.
La Fiscal¨ªa espa?ola, en defensa de los valores constitucionales, de los derechos humanos y las libertades, trabajar¨¢ como lo ha hecho siempre ¡ªahora, si cabe, con m¨¢s intensidad¡ª, para favorecer la futura protecci¨®n y cobertura de los refugiados, especialmente de las mujeres y ni?as afganas. Mi predisposici¨®n personal, el compromiso constructivo y la colaboraci¨®n interinstitucional estar¨¢n a su servicio.
El d¨ªa 31 de agosto, fin de la presencia internacional en el pa¨ªs, es la fecha de comienzo de una nueva etapa, es tiempo de acogida y apoyo, y tambi¨¦n de reflexi¨®n. Para que lo que est¨¢ ocurriendo en Afganist¨¢n no repercuta en nuestra sociedad y provoque una regresi¨®n hacia discursos de odio y populistas en contra de determinados colectivos. Para que sobre la situaci¨®n real de las mujeres en todo el mundo seamos capaces de articular, no solo desde las sociedades occidentales, un proyecto global, integrador, progresista e igualitario.
El pasado 2 de septiembre, recib¨ª al exfiscal general de Afganist¨¢n, Zabihullah Karim, evacuado con ¨¦xito por las autoridades espa?olas y ahora en nuestro pa¨ªs. Los detalles de su salida son tan impactantes como lo es la dureza de su relato al describir los dram¨¢ticos momentos padecidos por ¨¦l y por su familia antes de hacerse efectivo el rescate. La llegada al aeropuerto de Afganist¨¢n, el cerco de los talibanes, el miedo, la violencia, el caos, el temor, la situaci¨®n de las personas que no han podido ser evacuadas, forman parte de un relato estremecedor que golpea nuestra conciencia y revela nuestra impotencia. A esa historia personal, tan real, tan dura, tan palpable, la acompa?an sus reflexiones sobre el futuro, su futuro personal, el inmediato y el de su pa¨ªs. El futuro, en definitiva, de todos nosotros en un mundo incierto y en alerta al que a?adir la amenaza del terrorismo. Somos lo que damos, ofrezcamos nuestro apoyo y solidaridad.
Dolores Delgado es la Fiscal General del Estado de Espa?a.
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