La plaga
?Cu¨¢ndo y c¨®mo empez¨® la epidemia de estupidez masiva que a veces se llama ¡°populismo¡±?
?Cu¨¢ndo y c¨®mo empez¨® la epidemia de estupidez masiva que a veces se llama ¡°populismo¡±? Tiene y ha tenido cap¨ªtulos hist¨®ricos: la presidencia de Trump, las bufonadas de Boris Johnson, las chuler¨ªas de Berlusconi en Italia, los nacionalismos decimon¨®nicos en Espa?a. Pero, sobre todo, la hecatombe educativa, el infantilismo perverso de los dirigentes, el hundimiento del pensamiento o el ascenso de los narcisistas entre las as¨ª llamadas ¡°identidades¡±, que no son sino caprichos min¨²sculos frente a la tragedia real de la poblaci¨®n. ?Cu¨¢ndo comenz¨®? ?En el viaje de la french theory a los campus yanquis? ?En su regreso a Europa convertida en comida basura para cerebros obesos?
Quiz¨¢s sea el efecto inmenso de muchas d¨¦cadas de machaque t¨¦cnico y publicitario hasta la licuefacci¨®n del cerebro occidental. Digamos, una exigencia del tejido tecnol¨®gico, incompatible con la inteligencia. Esta infecci¨®n sigilosa, con los a?os ha ido tomando proporciones gigantescas hasta desplazar el centro del poder mundial a China, donde ya casi no existe individuaci¨®n. Siempre nos vencer¨¢n en la ruina mental que conduce a los bancos de anchoas humanas armadas con misiles at¨®micos.
El ataque de la bacteria idiota es global, pero afecta en mayor medida a aquellos pa¨ªses que, como Espa?a, siempre han combatido la educaci¨®n, el talento art¨ªstico, el m¨¦rito intelectual, la visi¨®n cient¨ªfica. Si en todas partes la estupidez ha producido desolaci¨®n, en Espa?a empuja al suicidio porque nunca podremos convertirnos en disciplinadas masas chinas, sacrificadas y trabajadoras. Ser¨¢ por esto que nuestra ministra de Trabajo y Econom¨ªa Social (?por qu¨¦ ¡°social¡±? ?no es social toda econom¨ªa?) ha prologado el rancio Manifiesto comunista, como invitaci¨®n a una deriva pro china en nuestra sociedad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.