Cinco a?os del acuerdo de paz en Colombia
El Gobierno de Iv¨¢n Duque hizo todo lo posible para que el proceso de paz fracasara, pero fue la comunidad internacional, las organizaciones sociales y el mundo campesino quienes se empe?aron en que se avanzara
Se cumplen cinco a?os de la firma del Acuerdo de Paz en Colombia entre la exguerrilla de las FARC y el Estado colombiano. Los balances est¨¢n a la orden del d¨ªa, algunos positivos, otros negativos. Algunos buscan culpables, otros narran las fallas objetivas. Lo cierto es que la conclusi¨®n general es que las cosas mejoraron en t¨¦rminos comparativos, pero, todo pudo salir mejor. Las cinco colusiones son las siguientes:
1. De los 281 municipios del posconflicto, cerca de 140 han ca¨ªdo en una nueva ola de la violencia, los dem¨¢s, lograron salir de los 50 a?os de conflicto armado. Esta nueva ola de violencia no es pol¨ªtica, es, sencillamente, criminal. El pa¨ªs tardar¨¢ varios a?os en salir de ella. El pac¨ªfico Colombia, as¨ª como la regi¨®n que va desde el Nudo de Paramillo hasta el Catatumbo y la frontera entre Colombia y Venezuela son los escenarios de esta ola de violencia.
2. El Gobierno del presidente Iv¨¢n Duque paraliz¨®, en algunos casos, la implementaci¨®n del acuerdo de paz y en otros, abiertamente lo sabote¨®. Al final, las consecuencias es que las causas estructurales de la violencia en Colombia no fueron modificadas y por ello se incub¨® est¨¢ nueva ola de violencia. El gran culpable del actual deterioro de la violencia en Colombia es el uribismo.
3. El Gobierno Duque, para aparentar una implementaci¨®n del acuerdo de paz ante la comunidad internacional, decidi¨® entenderlo como reincorporaci¨®n y algunas peque?as obras de infraestructura en zonas afectadas por la violencia. Pero no se avanz¨® en temas de reforma pol¨ªtica, muy poco en los asuntos rurales y se sabote¨® abiertamente la sustituci¨®n de econom¨ªas ilegales. No debe olvidarse que las diferentes olas de violencia en Colombia responden a tres causas estructurales: acceso y uso del suelo, exclusi¨®n en la participaci¨®n pol¨ªtica y democracia social y econom¨ªas de guerra. El acuerdo de paz intentaba mitigar estos tres factores.
4. A pesar de intento de saboteo del gobierno de Iv¨¢n Duque y, en general, del uribismo, contra el sistema de justicia transicional, dichas acciones fracasaron. Los avances en la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz, la Comisi¨®n de la Verdad y la Unidad de b¨²squeda de personas dadas por desaparecidas, es importante y comenzar¨¢n a salir desde el pr¨®ximo a?o. Se vendr¨¢n sentencias importantes de la JEP. Muchos contienen la respiraci¨®n ante los pronunciamientos judiciales.
5. El Estado colombiano no cumpli¨® lo que firm¨®. El problema de fondo es que tanto la guerrilla del ELN, como otros grupos armados ilegales, no tiene confianza para que en el futuro se logren iniciar conversaciones de paz. Igual se puede decir con la comunidad internacional. El Gobierno Duque provoc¨® que Cuba ingresara, nuevamente, a la lista de pa¨ªses que apoyan el terrorismo porque La Habana decidi¨® cumplir los acuerdos que se establecieron entre el Estado Colombiano y la guerrilla del ELN, es decir, en la medida que el gobierno cubano no quiso incumplir los acuerdos, lo cual era una petici¨®n del Gobierno colombiano, la consecuencia fue el ingreso de Cuba a esa lista. El desastre de la pol¨ªtica internacional es profunda en esta Administraci¨®n.
En fin, el Gobierno de Duque hizo todo lo posible para que el proceso de paz fracasara, pero fue la comunidad internacional, las organizaciones sociales y el mundo campesino que se empe?¨® en que se avanzara y que el pa¨ªs no fracasara en su intento de construir una sociedad en paz. Por ello, el balance es agridulce. Una met¨¢fora que se puede utilizar es que Colombia, si hubiera cumplido el acuerdo de paz, pudo haber subido diez escalones, pero solo subi¨® cuatro, quedaron haciendo falta seis. Sin lugar a dudas este pa¨ªs est¨¢ mucho mejor que hace dos d¨¦cadas, pero a¨²n nos queda un largo recorrido doloroso por transitar.
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