Debates en el extremo

La emergencia de ?ric Zemmour, el candidato ultra en Francia, ha trastocado el que parec¨ªa un guion previsible para las presidenciales. ?C¨®mo es posible este fen¨®meno? ?Por qu¨¦ nos encontramos dos partidos de derecha radical en lugares como Pa¨ªses Bajos, Italia o Francia? ?Hay realmente diferencias entre ellos? Demos un paso atr¨¢s para tener una visi¨®n de conjunto.

Desde los a?os 2000 para aqu¨ª estamos viendo una creciente convergencia ideol¨®gica entre los partidos de izquierdas en Europa. La mayor¨ªa de los socialdem¨®cratas, verdes, izquierda radical o postcomunista est¨¢n apostando, con matices, por unas agendas parecidas; intervenci¨®n o regulaci¨®n de mercados y asunci¨®n de las demandas verde, feminista y de minor¨ªas. Sin embargo, en el flanco derecho est¨¢ ocurriendo justo lo contrario. Mientras que los conservadores y liberales cl¨¢sicos son europe¨ªstas, promercado y, en general, han asumido las l¨ªneas b¨¢sicas sobre libertades fundamentales, la nueva extrema derecha se aleja de esos consensos a marchas forzadas.

Es aqu¨ª donde merece la pena explorar los matices que existen entre los partidos de derecha radical. Para Cas Mudde un partido de esta naturaleza tiene tres atributos. Primero, es autoritario, tanto internamente como hacia el exterior. Segundo, es nativista, es decir, combina la xenofobia con el nacionalismo como elemento central de su ideario. Por ¨²ltimo, son partidos que suelen seguir estrategias populistas, criticando a las ¨¦lites y arrog¨¢ndose la representaci¨®n de la naci¨®n. Ahora bien, desde este tronco com¨²n hay bastante heterogeneidad entre ellas en, como poco, dos frentes.

De un lado en el flanco econ¨®mico. Aunque Kitchelt identific¨® que estos partidos tend¨ªan a seguir la ¡°f¨®rmula ganadora¡± de ser neoliberales en lo econ¨®mico y netamente antiinmigraci¨®n, desde los 2000 muchos de ellos viraron hacia el proteccionismo y antiglobalismo, algo que les habr¨ªa ayudado, hasta cierto punto, a penetrar en el electorado obrero por la izquierda. Aunque es un tema en el que no tienen un mismo perfil program¨¢tico se puede ejemplificar con lo que va ideol¨®gicamente de Le Pen padre a Le Pen hija.

El segundo frente es qu¨¦ posici¨®n tienen hacia al feminismo o las minor¨ªas sexuales. En algunos pa¨ªses, lejos de confrontarlos, intentan no polemizar con estos movimientos sociales e incluso se los tratan de atraer recurriendo a la potencial amenaza que el islam supone para ellos. Por el contrario, en otras latitudes los enfrentan de manera directa, especialmente en aquellos pa¨ªses con tradici¨®n cat¨®lica m¨¢s arraigada en el este y el sur del Viejo Continente.

Creo que merece la pena poner estas diferencias encima de la mesa para entender hasta qu¨¦ punto no s¨®lo hablamos de una crisis de identidad en la derecha cl¨¢sica, sino de la gran heterogeneidad y debate entre los partidos que aspiran a devorarla. Creo que situaciones como las de Francia la veremos en m¨¢s lugares; deber¨¢ asumirse que a¨²n no hemos visto la ¨²ltima forma que puede adoptar la impugnaci¨®n reaccionaria.