40 a?os del envenenamiento de la colza
El desamparo de las v¨ªctimas de la intoxicaci¨®n masiva sigue vivo hoy
El 1 de mayo de 1981 fallec¨ªa en Torrej¨®n de Ardoz (Madrid) Jaime Vaquero Garc¨ªa, de ocho a?os, afectado por una enfermedad a la que llamaban ¡°neumon¨ªa at¨ªpica¡±. Una semana m¨¢s tarde seis personas hab¨ªan muerto y otras 150 estaban enfermas solo en la provincia de Madrid. Ese verano y en los meses siguientes fallecieron m¨¢s de 600. Alrededor de 25.000 resultaron afectadas en una veintena de provincias (las cifras oficiales, sin embargo, rebajan el n¨²mero de fallecidos a 346 y el n¨²mero de afectados a 18.500). Fue el primer caso de envenenamiento masivo de Espa?a.
El fraude proven¨ªa de desnaturalizar aceite de colza (inicialmente comestible) al a?adirle la anilina, que fue el agente t¨®xico de la enfermedad, aun desconocido entonces, seg¨²n la sentencia del Supremo de septiembre de 1997. El aceite resultante se destin¨® al consumo humano en un circuito de venta ambulante y tambi¨¦n clandestina entre vecinos y sin ning¨²n tipo de control: aceite barato para pobres. Una de las empresas m¨¢s activas fue RAELSA, ubicada en Alcorc¨®n, causante de la mayor parte del envenenamiento en los municipios del sur de la Comunidad de Madrid.
En octubre de 1995 se inici¨® el ¡°juicio de los altos cargos¡± que concluy¨® el a?o siguiente con la condena simb¨®lica de un funcionario para que el Estado se hiciera cargo de las indemnizaciones. Sin embargo, la condena definitiva no lleg¨® hasta 1997, m¨¢s de 16 a?os despu¨¦s del inicio del envenenamiento masivo. El Supremo conden¨® a dos funcionarios por imprudencia temeraria a seis meses y un d¨ªa de prisi¨®n y al Estado, como responsable civil subsidiario, a pagar la totalidad de las indemnizaciones. En 2006 todav¨ªa quedaban 36 expedientes por concluir y unas 300 personas con derecho a cobrar indemnizaci¨®n que entonces no hab¨ªan presentado su reclamaci¨®n. A principios de los a?os noventa, Sanidad abri¨® unidades especializadas en todas las comunidades aut¨®nomas, adem¨¢s de una unidad de investigaci¨®n de la enfermedad en el Instituto Carlos III. En 2021 solo un hospital, el 12 de Octubre de Madrid, cuenta con dos salas precarias especializadas para las miles de v¨ªctimas. El resto de unidades de las comunidades aut¨®nomas se desmantel¨®, aunque los Presupuestos Generales del Estado de 2021 incluyen en el cap¨ªtulo relativo a los servicios sociales una dotaci¨®n de cr¨¦ditos por valor de 27,5 millones de euros para los afectados por el s¨ªndrome t¨®xico.
?Qu¨¦ reclaman las v¨ªctimas? La mayor¨ªa de las ayudas no llegaron, el proceso de cobro fue muy lento y hoy algunos no tienen ni pensi¨®n, pero las secuelas de aquella epidemia no han desaparecido. Viven enganchados a las promesas sin otro horizonte. Tampoco nunca les ha recibido un presidente del Gobierno. Quiz¨¢ el gesto escandaloso de la ocupaci¨®n de una sala del Prado ha tapado el desvalimiento de las v¨ªctimas, 40 a?os despu¨¦s de su envenenamiento.
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