Celos medi¨¢ticos ante la reforma laboral
A lo que hay que aspirar es a que en Espa?a el trabajo sea un destino digno, accesible y seguro
En Espa?a se suele decir que los ni?os vienen al mundo con una reforma laboral bajo el brazo. Por desgracia, esto oscurece la verdad. La sombra sobre ese ni?o espa?ol que aterriza por aqu¨ª es la sensaci¨®n real de que se enfrentar¨¢ a un mercado de trabajo precario, mal regulado y dominado por sectores de enorme provisionalidad. Hay gente ah¨ª fuera que no sabe por qu¨¦ se ha armado tanto ruido en torno a la reforma de la reforma laboral. El conflicto que hemos vivido en las semanas pasadas tiene m¨¢s que ver con las representaciones del ego pol¨ªtico. Las encuestas de popularidad las carga el diablo y como vivimos bajo el tambor electoral, toda acci¨®n incluye una pose. A Yolanda D¨ªaz, que puede ser una estupenda ministra de Trabajo, nada le perjudicar¨¢ m¨¢s que arrancar a so?ar con otro destino mejor antes de cumplir con su tarea actual. Le pas¨® al l¨ªder de su partido, para el que la vicepresidencia del Gobierno se qued¨® corta. El mundo est¨¢ lleno de cuentos de lecheras que regresan del mercado sin recursos para pagar sus enso?aciones. Por eso es tan interesante promover, dentro de nuestros l¨ªmites, una reforma del car¨¢cter nacional. Consistir¨ªa en concentrarte en hacer bien lo que te ocupa antes de aspirar a algo m¨¢s ambicioso.
Espa?a conoce los defectos de la actual legislaci¨®n laboral. Hay varios que llaman la atenci¨®n. La precariedad de muchos trabajadores ha configurado una nueva escala social que apunta a gente con empleo pero que roza la pobreza. Tambi¨¦n est¨¢ el abuso de temporalidad, un parche que agradecen las encuestas de poblaci¨®n activa puntuales, pero que genera una legi¨®n de personas que viven en la inestabilidad personal. La tercera pata es el fracaso escolar, que lanza a buscar empleo a miles de j¨®venes antes de haberse formado adecuadamente. Nuestra mayor p¨¦rdida de autoestima consiste en presentar a los j¨®venes un pa¨ªs en el que tiene m¨¢s futuro saber tirar bien las ca?as que culminar una formaci¨®n atinada. La realidad es que ninguna reforma laboral va a solucionar el mayor desaf¨ªo que padece nuestro mercado actual, dominado por la comunicaci¨®n y el comercio digital, causantes de la poca creaci¨®n de empleo s¨®lido y del vaciado del comercio de proximidad. Mientras eso se encara, cinco monopolios norteamericanos acumulan beneficios en nuestro territorio sin capacidad de reacci¨®n local.
Por el lado de los empresarios ser¨ªa bueno centrarse en los habituales reclamos del sector. Ese que se?ala baja productividad, fraude y riesgos desmesurados para el empleador. Una obligaci¨®n de la Administraci¨®n, que en demasiadas ocasiones queda fuera del tablero negociador, consiste en fortalecer la vigilancia, porque no hay regulaci¨®n que funcione si no va acompa?ada de un control esmerado. No estamos acostumbrados a tener gobiernos de coalici¨®n y eso provoca unos estallidos puntuales de celos medi¨¢ticos. Realmente es la parte menos interesante de todo lo que rodea la reforma de la reforma laboral, pero es la que m¨¢s titulares ofrece. Mejor ser¨ªa pensar en qu¨¦ acogida van a tener las propuestas espa?olas cuando lleguen a Europa, pues va a ser all¨ª donde tendremos que ganar la pugna. Los reci¨¦n nacidos en Espa?a no quieren llegar otra vez con una reforma laboral provisional, cortita y de parte, sino que aspiran a un pa¨ªs en el que el trabajo sea un destino digno, accesible y seguro.
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