?C¨®mo cambi¨® la reforma laboral del PP el mercado de trabajo en 2012?
El abaratamiento del despido y el poder de las empresas en la negociaci¨®n colectiva centran la ley que aprob¨® el Partido Popular
¡°?Vamos a derogar la reforma laboral a pesar de todas las resistencias!¡±, proclam¨® Yolanda D¨ªaz en el acto de clausura del ¨²ltimo congreso de CC OO. ¡°Llevamos desde 2012 intentando derogar la reforma laboral del PP¡±, a?adi¨® d¨ªas despu¨¦s en Roma. El verbo ¡°derogar¡± es probablemente el m¨¢s conjugado en los ¨²ltimos meses por los principales miembros del Gobierno, y particularmente por la Ministra de Trabajo. Lo emplean con m¨¢s br¨ªo desde la bancada de Unidas Podemos que en la del PSOE, aunque el presidente, Pedro S¨¢nchez, tambi¨¦n lo ha paladeado con fruici¨®n en sus comparecencias. La vicepresidenta econ¨®mica, Nadia Calvi?o, sin embargo, es algo m¨¢s reticente a emplear ese t¨¦rmino, y opta por hablar de ¡°reformar¡± la reforma laboral. Independientemente de la f¨®rmula empleada ¨D¡±Hay muchas maneras de ejecutar una derogaci¨®n¡±, se?alan fuentes del di¨¢logo social¨D, el objetivo del Gobierno de coalici¨®n es dejar sin efecto los elementos ¡°m¨¢s lesivos¡± de la reforma laboral que realiz¨® el PP hace una d¨¦cada.
?En qu¨¦ consisti¨® aquella reforma? ¡°Aquello no tuvo precedente¡±, recuerda Mari Cruz Vicente, secretaria confederal de Acci¨®n Sindical de CC OO, al rememorar c¨®mo la articulaci¨®n del esquema laboral actual se llev¨® a cabo sin consulta alguna a los agentes sociales, de forma unilateral. Sucedi¨® el 10 de febrero de 2012 con la aprobaci¨®n en el Consejo de Ministros de un Real decreto-ley que la entonces vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, y la ministra de Empleo y Seguridad Social, F¨¢tima B¨¢?ez, pronosticaron que marcar¨ªa ¡°un antes y un despu¨¦s en la legislaci¨®n laboral en Espa?a¡±, ya que permit¨ªa crear las bases ¡°para crecer y crear empleo¡±.
El discurso del PP hoy sigue siendo el mismo que entonces: su reforma permiti¨® la creaci¨®n de ¡°tres millones de puestos de trabajo¡±, ha repetido profusamente Pablo Casado en las ¨²ltimas semanas, en las que tambi¨¦n ha advertido al Gobierno de que su partido llegar¨¢ ¡°hasta el final¡± en Europa para que se mantenga la reforma laboral. Desde la CEOE no entran a valorar los efectos que esta produjo en el mercado de trabajo, aunque de puertas para adentro reconocen que ¡°mejor¨® la flexibilidad interna de las empresas¡±.
¡°Ven¨ªamos de negociar el segundo acuerdo para el empleo y la negociaci¨®n colectiva entre empresarios y sindicatos y ese papel qued¨® en agua de borrajas¡±, a?ade Vicente. ¡°Devaluar las condiciones laborales, devaluar los salarios y devaluar los derechos de los trabajadores. Para eso se dise?¨® la reforma¡±, resume Fernando Luj¨¢n, secretario confederal de UGT. ¡°Los principales efectos que provoc¨® la reforma en el mercado de trabajo fueron el abaratamiento del despido, la objetivaci¨®n de las causas para llevarlo a cabo, y la flexibilizaci¨®n de las relaciones laborales a partir de la prevalencia de los convenios de empresa por encima de los sectoriales¡±, apunta Pablo Mallada, abogado del departamento laboral de Lener Asesores.
Ese abaratamiento se implement¨® a partir de la rebaja en las indemnizaciones por despido, tanto en los improcedentes como en los procedentes. En el caso de los primeros se rebaj¨® la cuant¨ªa a percibir por el exempleado de 45 d¨ªas por a?o trabajado a 33, con un m¨¢ximo de 24 mensualidades. Adem¨¢s, se eliminaron los salarios de tramitaci¨®n (los que percib¨ªa el trabajador por el tiempo acumulado desde que era despedido hasta que sal¨ªa la sentencia judicial si hab¨ªa interpuesto una denuncia) que supon¨ªan un gasto extra para las empresas en caso de derrota judicial.
Para que pudieran ejecutarse esos despidos se objetivaron una serie de causas. ?C¨®mo? Modificando el art¨ªculo 52 del Estatuto de los Trabajadores incorporando la posibilidad de llevar a cabo un despido siempre que se motive sobre causas econ¨®micas, t¨¦cnicas, organizativas y de producci¨®n; esto es, por causas directamente relacionadas con el funcionamiento de la empresa. A estas prerrogativas se las conoce como causas ETOP, y sobre ellas tambi¨¦n articulan los expedientes de regulaci¨®n temporal de empleo (ERTE) e incluso los ERE. Para estos las indemnizaciones se rebajaron hasta los 20 d¨ªas por a?o trabajado y se elimin¨® la necesaria autorizaci¨®n administrativa previa para su ejecuci¨®n.
¡°A esto se le denomin¨® flexiseguridad, y con ello se entend¨ªa que reduciendo las trabas al despido se incentivaba, al mismo tiempo, la contrataci¨®n¡±, explica Mallada. En la pr¨¢ctica las empresas se beneficiaron de estas nuevas libertades entre los a?os 2012 y 2015, pero a partir de entonces se diluyeron con el uso jur¨ªdico, ya que los tribunales empezaron a cuestionar la eficacia de los despidos para corregir situaciones econ¨®micas negativas de las empresas.
Junto a estas rebajas, cuya retirada no est¨¢ siendo cuesti¨®n de debate en estos momentos ¨D¡°Eso se revisar¨¢ en una siguiente fase¡±, indica la representante de CC OO¨D se a?adi¨® una tercera que alter¨® considerablemente el paradigma de la negociaci¨®n colectiva: la prevalencia del convenio de empresa sobre el sectorial. ¡°Esto fue lo que facilit¨® el deterioro de los salarios¡±, incide Luj¨¢n. ¡°Fue la herramienta para hacerlo¡±, a?ade Vicente.
Reordenamiento de los convenios
?Qu¨¦ supuso este cambio? De facto entreg¨® el poder a las empresas para que pudieran establecer en sus convenios unas condiciones (especialmente sobre los salarios) que pudieran situarse por debajo de las que fijaban los sectoriales. Algo que, seg¨²n denuncian los sindicatos, adquiri¨® mayor dimensi¨®n gracias a la subcontrataci¨®n. ¡°Era un cambio perverso porque a quienes premiaban con esto era a las empresas que tiraban los precios para ser competitivas a costa de empeorar las condiciones de sus trabajadores¡±, se?ala una fuente cercana al di¨¢logo social. Dos colectivos especialmente perjudicados por este reordenamiento de los convenios resultaron el de las camareras de piso ¨Dlas kellys¨D, y los vigilantes de seguridad.
Para contribuir a que este ¨¢rbol flexibilizador germinase se plantaron otras dos semillas: la acotaci¨®n de la ultraactividad (el tiempo entre que un convenio caduca y se aprueba uno nuevo) hasta un a?o, y los ¡°descuelgues¡± (la inaplicaci¨®n de los convenios) por ¡°situaci¨®n econ¨®mica negativa¡±. Aunque en 2013 se alcanzaron un m¨¢ximo de 2.512 inaplicaciones, desde entonces la cifra ha menguado hasta situarse este a?o en los 430, por lo que su impacto no ha sido tan grande como el de las otras modificaciones.
La ¡°derogaci¨®n¡± o la ¡°contrarreforma¡± de la reforma laboral debe estar pactada antes de que acabe el a?o, ya que ese es el plazo acordado con la Uni¨®n Europea, y su dise?o debe ajustarse a las exigencias comunitarias que exigen principalmente reducir los ¨ªndices de temporalidad que arrastra el mercado de trabajo en Espa?a (del 26% en el tercer trimestre de 2021 seg¨²n la EPA). ¡°Si el objetivo de la reforma del PP era incentivar la contrataci¨®n abaratando el despido creo que est¨¢ claro que ha fracasado¡±, sostiene Luj¨¢n.
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