Las nuevas derechas en Am¨¦rica Latina: si Pinochet estuviera vivo votar¨ªa por m¨ª
En un clima de inconformismo social, crecen nuevas derechas que aunque no ganen las elecciones inciden en la conversaci¨®n p¨²blica
¡°Si Pinochet estuviera vivo votar¨ªa por m¨ª¡±. La frase es de Jos¨¦ Antonio Kast, un candidato con posibilidades de pasar a la segunda vuelta el pr¨®ximo domingo en Chile y competir, en principio, con Gabriel Boric, el joven postulante de la izquierda de 35 a?os. Sin duda, la imagen de una figura de extrema derecha disputando la presidencia genera m¨²ltiples rechazos en la opini¨®n p¨²blica, pero tambi¨¦n visibiliza la reacci¨®n de una parte de Chile, un pa¨ªs que en estos a?os puso patas arriba varios consensos de la dictadura y la transici¨®n. Y Kast no est¨¢ solo. El principal pa¨ªs de la regi¨®n, Brasil, sigue gobernado por un presidente que coquetea con el autogolpe y est¨¢ vinculado, mediante su hijo Eduardo, con varias redes internacionales de extrema derecha. En Argentina el descontento social tiene alg¨²n aire de familia con la crisis de 2001, cuando el estallido social de hace 20 a?os se sintetiz¨® en la consigna ¡°Que se vayan todos¡±. Solo que hoy, con un peronismo que no encuentra el rumbo, esa indignaci¨®n rima m¨¢s con la derecha. En Per¨², Keiko Fujimori qued¨® este a?o a escasos votos de la victoria y logr¨® apoyos como el de Mario Vargas Llosa.
En un newsletter del sitio Cenital, el periodista Juan Elman se preguntaba ?d¨®nde est¨¢ la centroderecha? En efecto, los avances de las derechas ¡°duras¡± tienen como una de sus condiciones de posibilidad la crisis de las derechas moderadas. Las derechas ¡°noventistas¡± parecen haberse quedado en el mundo precrisis de 2008 y sin proyectos para hacer frente al fin del optimismo en la globalizaci¨®n. Macri nunca logr¨® encontrar un rumbo en sus cuatro a?os de gesti¨®n, a Pi?era el pa¨ªs le result¨® ingobernable en su segundo mandato y Lasso gestiona Ecuador con el Parlamento y las calles en contra y sin poder desplegar su proyecto. Solo Luis Lacalle Pou parece algo m¨¢s tranquilo en el apacible Uruguay.
El ascenso de Kast en Chile se vincula directamente con el desplome de la candidatura de Sebasti¨¢n Sichel, que busc¨® liderar una derecha menos ideol¨®gica y termin¨® siendo v¨ªctima de sus propios errores y del desgaste del gobierno de Pi?era. Pero, adem¨¢s, Kast expresa una respuesta a una experimentaci¨®n social que incluye una Asamblea Constituyente en pleno funcionamiento, llena potencialidades pero tambi¨¦n de incertidumbre, en un pa¨ªs poco acostumbrado a ella. Con tono moderado y mucho Tik Tok, Kast se presenta como el candidato del orden. Dice que Chile no ¡°despert¨®¡±, como rezaba el eslogan del ¡°revent¨®n¡± de 2019, sino que ¡°vive una pesadilla¡±, que se profundizar¨¢ si gana un Boric aliado al Partido Comunista. Propone cosas como cavar una zanja en el norte para frenar la inmigraci¨®n ilegal. Pero tambi¨¦n se pasa de la raya y en el ¨²ltimo debate electoral se mostr¨® a la defensiva y dubitativo.
Al mismo tiempo, en el clima de malestar que vive Argentina, no es casual que el libertario de derecha Javier Milei se haya vuelto en una figura omnipresente en la campa?a para las elecciones legislativas del 14 de noviembre -en las que gan¨® la centroderecha de Juntos por el Cambio- con un discurso contra la casta pol¨ªtica.(¡°La casta tiene miedo¡±, repiten sus seguidores). Obtuvo un 17% de los votos en la ciudad de Buenos Aires, donde desafi¨® al alcalde del ala ¡°blanda¡± del macrismo, Horacio Rodr¨ªguez Larreta. Milei, un histri¨®nico economista de 51 a?os, seguidor de Hayek y Mises, y sobre todo del paleolibertario estadounidense Murray Rothbard, consigui¨® transformar a la tribu urbana de j¨®venes post-adolescentes que lo segu¨ªan en una fuerza electoral. Repite un discurso plagado de insultos contra los ¡°zurdos¡± (izquierdistas), da clases de econom¨ªa en las plazas y se define como anarcocapitalista. En sus m¨ªtines suena la canci¨®n ¡°Se viene el estallido¡±, que a fines de los 90 era cantada por la izquierda. Uno de los estrategas de su campa?a dijo que se inspir¨® en el discurso anticasta de Podemos en la Espa?a post-15M.
Un contraste con Kast. Pero solo hasta cierto punto. Que el ¡°transgresor¡± Milei se atribuya la tarea de ¡°despertar leones¡± y llame a la rebeli¨®n no lo aleja del dirigente chileno ni de la derecha dura: ambos se apoyan p¨²blicamente y se encuentran en las redes de Vox: firmaron la Carta de Madrid contra el ¡°comunismo en la Iberosfera¡± y participaron a distancia del reciente Viva 21 de la extrema derecha espa?ola. El chileno llama a la poblaci¨®n a ¡°atreverse¡± y, en general, las derechas actuales combinan discursos de orden mientras les disputan las calles y las banderas de la ¡°incorrecci¨®n pol¨ªtica¡± a la izquierda.
Mientras Kast recoge un creciente apoyo de la centroderecha chilena, Milei construye puentes con los ¡°halcones¡± del macrismo contra las ¡°palomas¡±, con el propio Macri cada vez m¨¢s ¡°halconizado¡±. El ala derecha de este espacio sue?a con Patricia Bullrich candidata en 2023. Y Milei ya dijo que Bullrich ¡°no es casta¡±.
Am¨¦rica Latina combina en estos a?os grandes cambios culturales progresistas (olas feministas que incluyen la lucha por la despenalizaci¨®n del aborto, avances en los derechos LGBTI) con un crecimiento no menos importantes del mundo evang¨¦lico, que, con una Iglesia cat¨®lica debilitada, a menudo lidera diversos tipos de reacciones conservadoras. Y tambi¨¦n, en un clima de inconformismo social, crecen nuevas derechas que aunque no ganen las elecciones inciden en la conversaci¨®n p¨²blica con combinaciones variables de discurso de orden y rebeli¨®n (antiprogresista), declinadas como un anticomunismo extempor¨¢neo y como una defensa de la gente com¨²n agobiada por el peso del Estado y los privilegios de los pol¨ªticos.
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