Br¨²jula moral
La mayor amenaza a la seguridad es la que obliga a adoptar principios e ideas del adversario sin ni siquiera combatir
Quien ha perdido el norte necesita una br¨²jula. Es lo que le sucede a Europa, declarada en vacaciones estrat¨¦gicas al terminar la Guerra Fr¨ªa, seg¨²n el cruel y ya viejo diagn¨®stico de Robert Kagan, y ahora desorientada y perdida en el bosque de un siglo XXI lleno de amenazas.
Emmanuel Macron declar¨® la muerte cerebral de la Alianza Atl¨¢ntica, Ursula von der Leyen pidi¨® una Comisi¨®n Europea m¨¢s geopol¨ªtica, Josep Borrell quiere que la Uni¨®n hable el lenguaje del poder, y est¨¢ en todas las bocas la idea pol¨¦mica de una Europa que cuente con autonom¨ªa estrat¨¦gica. De ah¨ª el encargo al alto representante de la Pol¨ªtica Exterior para que proporcione los instrumentos de orientaci¨®n con los que los europeos encontremos el camino para salir de este bosque maldito.
La parte m¨¢s tangible del documento que ha preparado Borrell bajo el nombre de Br¨²jula estrat¨¦gica la conforman las propuestas pr¨¢cticas. La UE necesita una peque?a y eficaz fuerza de intervenci¨®n, perfectamente dispuesta para entrar en acci¨®n en caso de una crisis como la que se produjo en Kabul con la salida precipitada de Estados Unidos y sus aliados.
Ser¨¢ solo un peque?o paso que no bastar¨¢ para atender a la seguridad del entero continente. El paraguas atl¨¢ntico seguir¨¢ siendo imprescindible. Pero una fuerza militar europea con capacidad para intervenir en una urgencia ser¨¢ ya en s¨ª misma la pieza inicial de la autonom¨ªa estrat¨¦gica y, como un bast¨®n para quien camina por el bosque, tambi¨¦n un instrumento imprescindible para abrirse paso y luego empezar a orientarse.
Borrell ha pedido a los pa¨ªses socios que identifiquen y se pongan de acuerdo sobre las amenazas, que coordinen sus medios de acci¨®n y que determinen c¨®mo quieren que se proyecte la UE como protagonista regional y global. As¨ª se fabricar¨¢ la br¨²jula. En marzo, bajo presidencia francesa, el Consejo Europeo deber¨¢ responder a estas preguntas, sin olvidar algunas m¨¢s, probablemente m¨¢s importantes todav¨ªa, que Borrell tambi¨¦n apunta en su documento. No formamos parte ¨²nicamente de una Uni¨®n de intereses, sino tambi¨¦n de valores, de forma que la mayor amenaza para la seguridad europea es aquella que nos pueda obligar a adoptar las ideas y los principios del adversario, es decir, a rendirnos, sin ni siquiera combatir.
A la vista de la crisis entre Polonia y Bielorrusia, esto es lo que ya est¨¢ ocurriendo con nuestras pol¨ªticas de inmigraci¨®n y de fronteras, regidas por la nefasta idea de la Europa fortaleza, el p¨¢nico ante la inmigraci¨®n y, en definitiva, la agenda de la extrema derecha, especialmente la polaca, que se encuentra ahora como pez en el agua en un envite que le permite obtener m¨¢s solidaridades que reproches sin variar ni un ¨¢pice su rumbo antieuropeo. Sin una buena br¨²jula pol¨ªtica, que tambi¨¦n es moral, de poco le servir¨¢ a Europa una unidad de intervenci¨®n r¨¢pida ni su nueva br¨²jula estrat¨¦gica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.