Ucrania: peligro diferido
Nada hace inevitable una guerra y siguen abiertos los cauces de di¨¢logo sin plazos perentorios
La tensi¨®n entre Washington y Mosc¨² ha entrado en tiempo muerto, despu¨¦s de que la alarma sobre una inminente invasi¨®n militar de Ucrania llegara a ser verbalizada, entre otros, por el presidente de EE UU, Joe Biden. A la negativa de la Casa Blanca a las pretensiones de Vlad¨ªmir Putin le sigue un plazo indeterminado para la correspondiente respuesta rusa, de forma que los canales de di¨¢logo permanecen abiertos sin que el ultim¨¢tum inicial de Mosc¨² concrete fechas para su cumplimiento. As¨ª ha sucedido con la conversaci¨®n telef¨®nica ayer entre Macron y Putin y la resurrecci¨®n del formato de negociaci¨®n cuatripartita, llamado de Normand¨ªa, que re¨²ne a los gobiernos de Kiev, Mosc¨², Par¨ªs y Berl¨ªn para negociar la situaci¨®n en el Donb¨¢s, donde los choques armados entre el ej¨¦rcito ucranio y las tropas separatistas apoyadas por Rusia duran ya ocho a?os.
Aunque Putin busque demostrar lo contrario, esta no es una guerra inevitable como si fuera un fen¨®meno meteorol¨®gico. Est¨¢ decidida en los despachos del Kremlin y no hay motivos, por tanto, para bajar la guardia, especialmente ante la continuaci¨®n de la escalada y la habitual reacci¨®n desde?osa de la diplomacia rusa a la propuesta de Washington. El peligro no se ha desvanecido, pero al menos se ve diferido por la inexistencia de plazos perentorios.
Biden no est¨¢ siguiendo el ejemplo de Obama, que dej¨® en manos de Francia y Alemania la negociaci¨®n pol¨ªtica ante la anexi¨®n de Crimea y la guerra del Donb¨¢s. Aunque haya resurgido el formato de Normand¨ªa, esta vez Washington no va a abandonar el escenario y la Casa Blanca se ha dado cuenta de que su confrontaci¨®n directa con el rival estrat¨¦gico chino pasa tambi¨¦n por Ucrania: si Putin ganara su partida en Europa, China se sentir¨ªa con las manos libres para actuar sobre Taiw¨¢n y Estados Unidos habr¨ªa empezado a perderla en Asia. Tambi¨¦n animar¨ªa a Corea del Norte e Ir¨¢n en sus proyectos armament¨ªsticos.
No es f¨¢cil la conducci¨®n armoniosa de una geometr¨ªa tan compleja entre la OTAN, la UE y los principales pa¨ªses europeos, en la que el protagonismo de Estados Unidos debe acompasarse con otros protagonismos y las reservas de los europeos, en abierto contraste con la univocidad del poder autocr¨¢tico de Putin. Son variadas y complejas las tareas a abordar entre tantos y tan variados aliados: evitar las cacofon¨ªas, reforzar los confines de la Alianza Atl¨¢ntica con Rusia, Bielorrusia y Ucrania, proporcionar ayuda y solidaridad a Kiev y preparar un convincente paquete de sanciones econ¨®micas.
Es un momento para la diplomacia, s¨ª, pero tambi¨¦n de unidad europea y de solidaridad en la que cada socio contribuya en funci¨®n de sus capacidades. Ese es el sentido de la participaci¨®n de nav¨ªos y aviones espa?oles en el despliegue defensivo y disuasivo ante una amenaza de guerra de agresi¨®n a Ucrania.
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