Las reglas de la guerra
Es imperiosa la presi¨®n de la comunidad internacional para frenar la masacre de la poblaci¨®n civil en Ucrania
El ensa?amiento contra la poblaci¨®n civil de la artiller¨ªa rusa deja im¨¢genes insoportables ligadas a una vida cotidiana arrasada. La huida de los ciudadanos en las afueras de Kiev tras una semana de destrucci¨®n masiva convierte sus calles en cementerios civiles. En la estrategia de Putin la guerra no tiene l¨ªmite alguno, pero incluso la guerra tiene sus reglas, y en ellas no figura el asesinato indiscriminado de la poblaci¨®n sino su protecci¨®n: no son ni pueden ser objetivo militar. Putin est¨¢ haciendo en Ucrania todo lo contrario: una guerra contra personas cazadas mientras huyen, cr¨ªmenes de guerra retransmitidos en im¨¢genes conmocionantes. El incumplimiento de los acuerdos para respetar corredores humanitarios a?ade una crueldad adicional al desvalimiento de una poblaci¨®n que sobrevive en condiciones extremas en varias ciudades y entre ellas Mariupol, intensamente bombardeada y asediada desde hace una semana, sin alimentos, sin agua, sin electricidad, sin comunicaci¨®n telef¨®nica y sin ninguna ruta de salida protegida.
Desde la cuarta Convenci¨®n de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales de 1977 se prev¨¦ la creaci¨®n de zonas de seguridad como un instrumento para garantizar la protecci¨®n de los civiles en tiempo de guerra. Fue una Resoluci¨®n de 14 de diciembre de 1990 de la Asamblea General de Naciones Unidas la que estableci¨® nuevas f¨®rmulas de protecci¨®n para la poblaci¨®n civil, como son los corredores humanitarios, ya sean para el suministro de ayuda humanitaria, la evacuaci¨®n de personas en peligro o el retorno. La informaci¨®n sobre el terreno es imprecisa y tanto el Gobierno ucranio como el Kremlin se han reprochado rec¨ªprocamente la ruptura del alto el fuego en la zona que deb¨ªa amparar el corredor humanitario de Volnovaja y Mariupol para la evacuaci¨®n de civiles. No hay observadores oficiales que verifiquen el cumplimiento del acuerdo de creaci¨®n de esos corredores, lo que los expone a una extrema fragilidad. Pero proteger a la poblaci¨®n es ¡°absolutamente esencial¡±, en palabras del secretario de Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres.
El asedio extremo de Putin a Mariupol revela que es un enclave estrat¨¦gico para establecer la conexi¨®n entre Crimea y la zona del Donb¨¢s, bajo control de las fuerzas separatistas prorrusas, y extender su dominio por todo el litoral del sur de Ucrania. Las fuerzas rusas de ocupaci¨®n cuentan en la zona con milicias ucranias aliadas y fueron portavoces de la administraci¨®n prorrusa de Donetsk, una de las dos ¡°rep¨²blicas populares¡± reconocidas por Putin en las v¨ªsperas del 24 de febrero, quienes culparon al Ej¨¦rcito ucranio de haber violado el alto el fuego. La lucha en el este de Ucrania contiene los ingredientes para un conflicto interno en el Donb¨¢s, donde un tercio aproximadamente de la poblaci¨®n es prorrusa, y constituye un elemento de inestabilidad para Ucrania que a Putin siempre le ha interesado mantener.
El asesinato impune de la poblaci¨®n y el fracaso de los corredores humanitarios cuestionan las leyes mismas de la guerra y exigen de la comunidad internacional una presi¨®n extrema para frenar la barbarie. La directora ejecutiva de M¨¦dicos sin Fronteras, Christine Jamet, ha denunciado la violencia desatada que vivi¨® el inexistente corredor humanitario de Mariupol y ha recordado que ¡°el paso y acceso seguro para la ayuda humanitaria debe ser un derecho, no un privilegio¡±. Incluso la guerra debe respetar sus propias reglas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.