El final del pensamiento humano
Los lectores escriben sobre el auge de la inteligencia artificial, los precios de la energ¨ªa, el acuerdo alcanzado en el Consejo Europeo y recuerdan a Miguel Hern¨¢ndez cuando se cumplen 80 a?os de su muerte en prisi¨®n
En Terminator, la inteligencia artificial lidera las m¨¢quinas que aniquilan a la humanidad. La realidad siempre supera a la ficci¨®n. Actualmente, trabajamos, comemos, dormimos y descansamos pegados a una pantalla. Y por detr¨¢s, hay una inteligencia artificial que controla lo que vemos en ella, ?bas¨¢ndose en nuestros deseos o en los suyos? En funci¨®n de lo que consultamos en la pantalla, la inteligencia artificial nos env¨ªa lo que vemos, queramos o no: series, noticias, productos, v¨ªdeos, amigos... Si verbalizamos algo que a¨²n no hayamos visto en ella ¡ªun viaje, regalo, restaurante o tendencia¡ª, aparecer¨¢ en nuestra siguiente consulta. ?D¨®nde qued¨® la improvisaci¨®n, lo novedoso, diferente, arriesgado, lo humano? Desapareci¨® en el confort que ofrece la m¨¢quina, anulando nuestro pensamiento, como sucede en otras pel¨ªculas como Matrix y Wall-E. Cada vez escucho m¨¢s: ¡°Solo quiero ver algo que no me haga pensar¡±. Y eso es lo que hacemos continuamente: no usar el cerebro. Ya piensa la m¨¢quina por nosotros, qu¨¦ felicidad. As¨ª, nos lleva como ovejas al matadero del consumo infinito. ?Qu¨¦ har¨¢ con nosotros cuando eso ya no le sea suficiente?
Roberto Rodr¨ªguez Vesga. Bilbao
?Pobreza o abuso?
Vivo en 79 metros cuadrados. En diciembre pagu¨¦ por la factura del gas 120 euros. El mismo mes, recib¨ª una llamada de otra compa?¨ªa ofreci¨¦ndome el cambio con mejores condiciones. Me explic¨® el comercial que, para esos metros cuadrados y viviendo sola, el importe era desorbitado. Decid¨ª cambiarme y, para mi sorpresa, la primera factura de esta nueva compa?¨ªa ha sido de 316 euros. He interpuesto una reclamaci¨®n. Por mi horario laboral, la calefacci¨®n permanece encendida m¨¢ximo seis horas. Hasta hoy no he tenido respuesta (ha pasado un mes); eso s¨ª, me han amenazado de corte de suministro si no pago. Esto c¨®mo se denomina: ?pobreza energ¨¦tica o abuso energ¨¦tico?
Patricia Garc¨ªa Gil. Majadahonda (Madrid)
La excepci¨®n ib¨¦rica
S¨¢nchez y Costa se han apuntado un tanto en su defensa de que la pen¨ªnsula Ib¨¦rica es una excepci¨®n en el mercado el¨¦ctrico europeo. La reticencia mostrada por Alemania y los pa¨ªses m¨¢s beligerantes con esta idea ha sido fundamentada en la competencia y en la necesidad de no distorsionar el mercado el¨¦ctrico. Pero, si nos detenemos a analizar c¨®mo se forman los precios de la electricidad, estamos muy lejos de un mercado en competencia perfecta, ya que los precios no los determina la interacci¨®n entre los agentes que intervienen, sino el precio del gas, materia prima de una tecnolog¨ªa necesaria, pero lejos de ser la m¨¢s relevante.
Francisco Vicente Valero. C¨¢diz
A Miguel Hern¨¢ndez
La voz del poeta sigue resonando. Nadie como ¨¦l recoge los ecos de los lamentos que se esparcen por el aire. El poeta, con esos retazos, alumbra una composici¨®n. Han pasado 80 a?os de la muerte de aquel humilde campesino y sus poemas, sus palabras, a¨²n escuecen; se le intent¨® borrar, pero nadie puede borrar el hambre (Nanas de la cebolla), nadie puede borrar la barbarie (Tristes guerras) y nadie puede pretender borrar los diferentes lugares de Espa?a (Vientos del pueblo me llevan). Te fuiste humilde y campesino, como las flores que adornan las laderas del camino.
Fernando Marc¨¦n Letosa. Leci?ena (Zaragoza)
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