Los idus de marzo
Al ceder ante la fuerza bruta o h¨ªbrida, los males solo se evitan a corto plazo, pero al precio de incentivarlos en el futuro. Si se cede ante Putin y Rabat, estos podr¨¢n considerarse autorizados para volver a intentarlo
Sabido es que el lema que orienta la carrera pol¨ªtica de Pedro S¨¢nchez es ¡°C¨¦sar o nada¡±. Bajo su inspiraci¨®n reconquist¨® el liderazgo de su partido, desbanc¨® a Mariano Rajoy con una moci¨®n de censura, fue investido con una coalici¨®n Frankenstein y logr¨® aprobar sendos presupuestos que le garantizan el poder hasta 2023. Y como su modelo Julio C¨¦sar, tambi¨¦n su estrella ha estado a punto de extinguirse en los idus de marzo, cuando la conjunci¨®n de m¨²ltiples crisis conexas (Ucrania, inflaci¨®n, energ¨ªa, huelga de transportes y ¡°giro¡± del S¨¢hara) amenaz¨® con fulminarle, tras verse acorralado por tirios y troyanos que le acosaban a derecha e izquierda. Pero, sin embargo, ha logrado sobrevivir, tras acometer en solitario dos lances incre¨ªbles y arriesgados: su plante ante Bruselas exigiendo la ¡°excepci¨®n ib¨¦rica¡± y su carta al Rey de Marruecos aceptando su soberan¨ªa sobre el S¨¢hara Occidental.
Tanta muestra de audacia sorprendi¨® a todos, pues tras quedarse solo ante el peligro hace un a?o por la deserci¨®n de su vicepresidente Pablo Iglesias, que hasta entonces le sacaba las casta?as del fuego, su ejercicio del poder se ha venido caracterizando por hacerse el remol¨®n con extrema cautela, de acuerdo al esquema de la cogobernanza que delegaba en las comunidades aut¨®nomas la toma de las decisiones m¨¢s arriesgadas. Y as¨ª pareci¨® tambi¨¦n que suced¨ªa ahora en los idus de marzo, al verse desbordado con impotencia por su tardanza en adoptar las m¨¢s urgentes respuestas. Pero finalmente se lio la manta a la cabeza y, sin encomendarse a nadie en modo llanero solitario, se decidi¨® a tomar el toro por los cuernos, pidiendo ayuda a Rabat y a Bruselas.
Y si la iniciativa de sus apuestas la tom¨® a solas, sin consultar con rivales ni aliados, tambi¨¦n se ha quedado solo al enfrentarse a sus consecuencias, pues literalmente no ha habido nadie que haya aprobado su giro ante Rabat. Un giro copernicano que S¨¢nchez ha justificado por puro realismo pragm¨¢tico, defendiendo la idea de que es el menor de los males, por inmoral que parezca, como ¨²nica forma de evitar los m¨²ltiples da?os que se derivar¨ªan de persistir el actual statu quo. Un argumento curiosamente an¨¢logo al utilizado por Podemos para oponerse al env¨ªo de armas a Ucrania: una negativa de auxilio a los dem¨®cratas invadidos que solo se justifica como mal menor, a fin de evitar que contin¨²en siendo masacrados por su agresor.
As¨ª, tanto S¨¢nchez como Iglesias optan por ceder ante la fuerza (bruta en el caso de Vlad¨ªmir Putin, ¡°h¨ªbrida¡± en el de Rabat, que no ataca con bombas, sino con inmigrantes) solo para evitar males mayores. El problema es que, al ceder ante la fuerza bruta o h¨ªbrida, esos males solo se evitan a corto plazo, pero al precio de incentivarlos en el futuro. En efecto, si se cede ante su presi¨®n, Putin y Rabat podr¨¢n considerarse autorizados para volver a intentarlo en adelante, elevando la apuesta y el coste de su coacci¨®n. Tras la rendici¨®n de Ucrania vendr¨ªa la invasi¨®n de Lituania, y tras la reclamaci¨®n del S¨¢hara vendr¨¢ la de Ceuta y Melilla. Es el juego del chantajista, que no se puede eludir m¨¢s que resistiendo al chantaje. ?Ser¨¢ S¨¢nchez capaz de resistir ante Rabat?
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