Olaf Scholz, el enga?oso canciller de Alemania

Ahora sabemos que Olaf Scholz intervino personalmente para bloquear la entrega de armamento pesado a Ucrania. En defensa de su acci¨®n, aleg¨® que Rusia considerar¨ªa esas entregas un acto de guerra. En concreto, mencion¨® la guerra nuclear.

Un comentario extraordinario. Si esto fuera verdad, ?por qu¨¦ Scholz no hace campa?a contra las entregas de armas a nivel de la OTAN? ?Tiene informaci¨®n de que Vlad¨ªmir Putin atacar¨ªa Alemania? ?Quiz¨¢ Alemania es m¨¢s vulnerable a un ataque ruso porque, a diferencia de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, no tiene armamento nuclear propio? Desde la perspectiva del derecho internacional, la entrega de armas a un pa¨ªs que est¨¢ siendo atacado no constituye un acto de guerra. Incluso el r¨¦gimen de Putin juega con esas reglas. ?Por qu¨¦ Scholz parece fingir lo contrario? Por supuesto, Vlad¨ªmir Putin puede decidir por su cuenta qu¨¦ constituye y qu¨¦ no un ataque a Rusia, pero la raz¨®n que ha dado Scholz no tiene ning¨²n sentido.

Veo dos posibles explicaciones. Una es que el canciller est¨¦ confabulando activamente con Putin con la esperanza de obligar a Ucrania a capitular. Es una postura que algunos intelectuales y muchos socialdem¨®cratas alemanes apoyan abiertamente.

Tambi¨¦n cuenta con el apoyo, aunque menos manifiesto, de los l¨ªderes de la industria pesada y los sindicatos germanos. Lo ¨²ltimo que estos quieren es una guerra larga. Ese escenario aumentar¨ªa la presi¨®n sobre Alemania para que aceptara un embargo del gas que, al parecer, toda la pol¨ªtica del pa¨ªs se ha puesto como objetivo fundamental evitar. La capitulaci¨®n ucrania, seguida por alg¨²n dudoso acuerdo de paz, les resolver¨ªa muy bien el problema. Como es l¨®gico, no cabe esperar que Scholz admita que esta sea su agenda oculta.

Otra explicaci¨®n es que Putin haya conseguido alg¨²n material comprometedor sobre Scholz. El presidente ruso cuenta con excelentes redes en el SPD, en gran medida a trav¨¦s de Gerhard Schr?der. El excanciller alem¨¢n sigue teniendo buenas conexiones en su partido. Scholz ha estado envuelto en un asunto financiero relacionado con su cargo de alcalde de Hamburgo. El banco Warburg consigui¨® una rebaja de impuestos del Gobierno hamburgu¨¦s mediante un plan que, m¨¢s tarde, el Tribunal Supremo de Alemania declar¨® fraudulento. Hay rumores sobre reuniones entre Scholz y los ejecutivos de la entidad bancaria. Con su habitual deferencia, los medios de comunicaci¨®n alemanes no han seguido investigando estas historias despu¨¦s de las elecciones en el pa¨ªs.

Cuesta encontrar una explicaci¨®n coherente con las acciones del canciller que no sean los fines oscuros y el chantaje. Esto indicar¨ªa que Scholz est¨¢ ocultando informaci¨®n o est¨¢ mintiendo. Lo que me interesa aqu¨ª no son los pros y los contras de la cuesti¨®n de las entregas de armas. Podr¨ªa existir un s¨®lido argumento en contra. Pero si ese argumento existe, est¨¢ claro que Scholz no lo ha presentado.

La CDU, actualmente con una nueva direcci¨®n, ha presionado para que se celebre una votaci¨®n en el Parlamento federal, y ha instado al Gobierno alem¨¢n a entregar armas pesadas de Ucrania. La votaci¨®n pondr¨ªa en un aprieto a los Verdes y al FPD. Los liberales han intentado soslayar el problema pronunci¨¢ndose a favor de que se proporcione armamento pesado, pero tambi¨¦n de mantener la coalici¨®n con Scholz. Sin embargo, siguen enfrent¨¢ndose a un dilema a la hora de votar. Lo que yo creo es que Scholz fingir¨¢ acatar lo que decida el Parlamento, y luego frustrar¨¢ las entregas a escondidas.

La guerra de Ucrania supone una amenaza existencial para el SPD por dos razones. Por una parte, deja patente la pol¨ªtica prorrusa del partido a lo largo de los ¨²ltimos 20 a?os. Por otra, es perjudicial para el modelo econ¨®mico basado en la industria pesada, la parte de la econom¨ªa que el SPD representa. He llegado a la conclusi¨®n de que los socialdem¨®cratas tienen una agenda oculta: evitar que Ucrania derrote a Rusia. Las acciones de Scholz ser¨ªan coherentes con ella.

Esto explica tambi¨¦n por qu¨¦ el primer ministro veta el embargo al gas. Cuando dice que quiere que Alemania reduzca su dependencia del gas ruso, no est¨¢ hablando de una verdadera reducci¨®n del suministro de gas ruso. Scholz ha elegido sus palabras cuidadosamente. La transici¨®n energ¨¦tica alemana exige que se aumenten las compras de gas. Tras el cierre del Nord Stream 2, est¨¢ claro que los nuevos suministros no vendr¨¢n de Rusia, pero Rusia seguir¨¢ entregando a Alemania los mismos vol¨²menes que ahora.

En mi opini¨®n, Scholz es uno de los pol¨ªticos menos dignos de confianza de Europa en estos momentos. Hay much¨ªsimas cosas que no sabemos, pero lo que podemos decir con seguridad es que no est¨¢ jugando limpio. Sus socios en la coalici¨®n, en la Uni¨®n Europea y en la OTAN quedan advertidos.