Lula no quiere chaleco antibalas
Las amenazas del bolsonarismo m¨¢s radical alientan al expresidente brasile?o a hacer una campa?a con medidas de seguridad que lo alejan de su fuerte: el contacto con la gente
Lula da Silva est¨¢ resultando un dolor de cabeza, no solo para Jair Bolsonaro, sino tambi¨¦n para los organizadores de su campa?a electoral. El expresidente y exsindicalista aparece como ganador en las presidenciales de octubre incluso en la primera vuelta y, aunque la campa?a oficial solo tendr¨¢ lugar semanas antes de las elecciones, la maquinaria pol¨ªtica ya se ha puesto en marcha.
Las elecciones de este a?o se presentan cada vez m¨¢s dram¨¢ticas y la tensi¨®n pol¨ªtica es de alto voltaje. Las amenazas expl¨ªcitas de Bolsonaro de que no aceptar¨¢ el resultado en caso de perder incendian el clima. Fracasada la idea de tener un candidato en el centro, los populismos opuestos de Bolsonaro y Lula se enfrentan en tensi¨®n m¨¢xima.
Adem¨¢s, dado que el actual presidente amenaza con un golpe con ribetes de guerra civil y cuenta con una aguerrida milicia personal, la situaci¨®n de Lula como favorito se complica y se ti?e de enfrentamientos en la calle y hasta de un atentado mortal.
No son solo conjeturas. Los organizadores de la campa?a del l¨ªder progresista cuentan con informaci¨®n seria de que Lula corre el peligro de un atentado. Por primera vez, el equipo de un expresidente acostumbrado a hacer campa?as en brazos de las multitudes est¨¢ pensando en hacerle usar un chaleco antibalas. El problema es que Lula se niega rotundamente. Alega que su mejor escudo fueron siempre los trabajadores que lo acompa?aron en sus actos multitudinarios alrededor del pa¨ªs.
Sin embargo, el peligro esta vez es real. Muchas reuniones con otros l¨ªderes pol¨ªticos que buscan darle su apoyo a Lula alrededor del pa¨ªs se han cancelado a ¨²ltima hora. Recientemente, un paseo que ten¨ªa planeado por el centro de la ciudad de Porto Alegre fue suspendido por el temor de que le arrojaran objetos desde los edificios.
Por primera vez en una campa?a, Lula se est¨¢ viendo acosado y amenazado por el extremismo del llamado bolsonarismo de ra¨ªz. De ah¨ª que varios locales que hab¨ªan sido escogidos para sus actos multitudinarios hayan sido rechazados porque las fuerzas del orden no pod¨ªan garantizar su seguridad.
Lula es uno de esos l¨ªderes, desde que dirig¨ªa huelgas sindicales hasta sus campa?as presidenciales, que busca el encuentro f¨ªsico con sus admiradores, que lo adoraban como un dios.
Esta vez todo est¨¢ cambiando y son esos encuentros de multitudes los que dan miedo a los organizadores de su campa?a. Baste un bot¨®n de muestra. En el sur del pa¨ªs se le est¨¢ organizando un encuentro con una serie de medidas de seguridad que Lula odia, pero que ha tenido que aceptar. Se trata de un estadio con capacidad para 7.000 personas. De ellas, 3.000 se quedar¨¢n fuera vigilando para que no puedan infiltrarse seguidores violentos de Bolsonaro. Los otros 4.000 podr¨¢n entrar solo con una serie de requisitos, como ha explicado el diario Folha de S?o Paulo. Por ejemplo, los participantes tendr¨¢n que inscribirse antes en las delegaciones de sus respectivos partidos. Al llegar al estadio deber¨¢n pasar por una fila seg¨²n orden alfab¨¦tica. Tambi¨¦n recibir¨¢n una pulsera especial que les indicar¨¢ el lugar donde deber¨¢n ubicarse dentro del estadio. Y no podr¨¢n llevar consigo ning¨²n tipo de carteles u otros objetos.
Seg¨²n el senador Randolfe Rodrigues, escogido por Lula para organizar su campa?a, habr¨¢ que tener mucho cuidado esta vez con cualquier salida en p¨²blico del candidato. Y ante quienes intentan convencerle de que esta vez lo m¨¢s importante es la actividad electoral de los candidatos a trav¨¦s de las redes sociales (que le dio en 2018 la victoria a Bolsonaro), Lula se enfurece y recuerda que lo que ¨¦l sabe hacer bien y que le dio resultado toda la vida es el contacto f¨ªsico con sus seguidores. ¡°Hay gente que piensa que ya no hay que hacer campa?a en la calle y solo en las redes sociales. Quien quiera hacerlo que lo haga. Yo voy a viajar por Brasil y quiero conversar con el pueblo brasile?o¡±, dijo en una reuni¨®n de la ejecutiva.
Habr¨¢ que ver c¨®mo reaccionar¨¢ Lula a las restricciones que intentan imponerle en sus campa?as callejeras, pero el senador Rodrigues ha sido expl¨ªcito: ¡°No estamos antagonizando con un candidato normal, sino con un criminal. La vocaci¨®n de Bolsonaro es la de matar o incitar a la violencia y pasar¨¢ la campa?a incitando a un atentado contra Lula¡±.
Seg¨²n los ¨²ltimos sondeos, el exsindicalista vence ostensivamente a su adversario en los votos de las mujeres, sean ricas o pobres, de los j¨®venes, de los trabajadores y desempleados; mientras que el ultraderechista recoge los votos masculinos, los de los m¨¢s ricos y militarizados.
Lula se ha abanderado con el eslogan de que si la campa?a de su adversario aparece ostensivamente ¡°la del odio a todo y a todos¡±, la suya quiere que sea caracterizada por la del ¡°amor y del di¨¢logo¡±.
A saber.
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