Brasil calienta motores para un duelo ¨¦pico
Lula sigue a la cabeza de los sondeos para los comicios de octubre, pero Bolsonaro va recortando la distancia
Brasil calienta motores para celebrar dentro de cinco meses un duelo de proporciones ¨¦picas. El que no pudo ser, por decisi¨®n de los jueces, en los anteriores comicios. Lula, de 76 a?os, y Bolsonaro, de 67, se medir¨¢n en las urnas electr¨®nicas el pr¨®ximo octubre. Se perfila como un pulso formidable entre dos poderosas fuerzas antag¨®nicas: dos veteranos que pertenecen al establishment desde hace d¨¦cadas, ambos con carisma. Ni hay ni se espera que nadie les haga sombra en la campa?a. En un ambiente de polarizaci¨®n m¨¢xima, el electorado decidir¨¢ si retoma la senda de la normalidad democr¨¢tica o profundiza el volantazo a la extrema derecha que dio en 2018 despu¨¦s de que el Tribunal Supremo apartara al antiguo sindicalista de la carrera electoral cuando era claro favorito, allanando el camino del militar retirado hacia la victoria.
El expresidente protagoniz¨® el s¨¢bado pasado una fiesta electoral que su equipo se resiste a considerar la oficializaci¨®n de su candidatura, pero as¨ª fue interpretado. En un discurso le¨ªdo, Lula proclam¨®: ¡°Queremos regresar para que nadie ose desafiar nunca m¨¢s la democracia. Y para devolver el fascismo a la alcantarilla de la historia, de la que nunca debi¨® salir¡±.
Pocas dudas caben en Brasil de que las pr¨®ximas elecciones son las m¨¢s trascendentales desde que acab¨® la dictadura hace casi cuatro d¨¦cadas. Para Lula, lo que est¨¢ en juego es la supervivencia de la democracia brasile?a. Para Bolsonaro, las urnas dirimir¨¢n una batalla ¡°entre el bien y el mal¡±.
Durante los ¨²ltimos meses la foto que han arrojado las encuestas ¡ªBrasil las consume con avidez, cada semana se publican varias¡ª ha sido muy estable: Lula como favorito indiscutible con el 45% de los votos, y Bolsonaro, detr¨¢s con un apoyo s¨®lido del 25%. De todos modos, en las ¨²ltimas semanas el presidente le ha recortado cinco puntos. Lula ha cometido errores y causado pol¨¦micas. Levant¨® ampollas al culpar al presidente Zelenski, junto a Putin, por la guerra derivada de la invasi¨®n rusa de Ucrania en una entrevista con la revista Time, que le dedica esta semana su portada.
El analista Oliver Stuenkel, de la Fundaci¨®n Getulio Vargas, explica que ¡°esta elecci¨®n marca el momento m¨¢s importante desde 1985 porque el peligro para la democracia brasile?a aumentar¨ªa exponencialmente a partir de una reelecci¨®n de Bolsonaro. Hemos visto cosas semejantes en Venezuela, Hungr¨ªa, Turqu¨ªa, Rusia, y Nicaragua, donde el proceso de erosi¨®n de la democracia se aceler¨® despu¨¦s de la reelecci¨®n¡±. Bolsonaro ha desmentido a diario a los que esperaban que el ejercicio del cargo lo moderara. Si los brasile?os le concedieran un segundo mandato, ser¨ªa un aval para ampliar su agenda radical. Sus ataques a las instituciones son sistem¨¢ticos. C¨ªclicamente protagoniza tensos enfrentamientos con el Poder Judicial. El m¨¢s reciente, al indultar a un diputado af¨ªn al que el Supremo conden¨® a nueve a?os de c¨¢rcel por amenazas.
Ya nadie habla en serio de una victoria de Lula en primera vuelta. Hace dos semanas, el mitin del Primero de Mayo en S?o Paulo, que inclu¨ªa a Lula y un concierto de una famosa cantante, estuvo bastante menos concurrido de lo esperado. Incluso sus seguidores sienten que la batalla va a ser extremadamente re?ida. ¡°Veo muchas personas indecisas y todav¨ªa hay mucho odio al PT¡±, dec¨ªa la empleada del hogar Persia Borges, de 38 a?os, en el acto. ¡°Pero conozco personas del barrio que votaron a Bolsonaro y ahora van a votar a Lula¡±, dec¨ªa con una sonrisa. A la misma hora, los bolsonaristas protagonizaron un evento algo m¨¢s concurrido en una avenida a dos paradas de metro.
La batalla de verdad empieza ahora, cuando el obrero que lleg¨® a la Presidencia en 2002 y la dej¨® ocho a?os despu¨¦s con la popularidad por las nubes se eche a la calle, el h¨¢bitat donde mejor se mueve. Lula, l¨ªder de la izquierda brasile?a y del Partido de los Trabajadores (PT), oficializ¨® hace una semana su candidatura en un gran acto en S?o Paulo en el que su candidato a vicepresidente, el conservador Geraldo Alckmin, de 70 a?os, intervino desde casa porque la v¨ªspera dio positivo de covid-19. Otro rev¨¦s para el expresidente que espera que Alckmin mitigue los temores de los que le consideran un radical y le haga m¨¢s digerible entre votantes reticentes del centro y la derecha cl¨¢sica.
Antiguos adversarios (Lula le gan¨® las presidenciales en 2006), el exgobernador de S?o Paulo es un cat¨®lico practicante con fama de buen gestor. El contagio frustra por ahora los planes de emprender juntos una gira. Lula tendr¨¢ que iniciarla en solitario.
Como hace dos d¨¦cadas, cuando eligi¨® a un empresario como n¨²mero dos para su primer Gobierno, Lula y los suyos quieren calmar la inquietud de las ¨¦lites econ¨®micas. ¡°No es un radical¡±, recalcaba recientemente en un caf¨¦ de S?o Paulo Celso Amorim, que fue ministro de Exteriores y de Defensa y es una de las personas que m¨¢s le visit¨® en prisi¨®n. Sostiene Amorim que, si gana los comicios, ¡°har¨¢ una pol¨ªtica econ¨®mica responsable, sin austeridad, no tocar¨¢ el Banco Central y no va a abandonar las pol¨ªticas de inclusi¨®n social¡±.
Hasta hace bien poco su campa?a se limit¨® a actos retransmitidos por Internet. El expresidente ha cumplido a rajatabla todas las restricciones asociadas al coronavirus para poner en evidencia la desastrosa gesti¨®n de la pandemia por parte del Gobierno Bolsonaro. Aunque el hambre aumenta y situaci¨®n econ¨®mica es mala, la precampa?a monopoliza la cobertura medi¨¢tica pr¨¢cticamente desde que Lula fue pol¨ªticamente rehabilitado, r¨¢pidamente se coloc¨® a la cabeza de las encuestas y qued¨® claro que ya hab¨ªa alguien que pudiera plantarle cara a Bolsonaro.
El presidente, en cambio, nunca ha dejado de estar en campa?a ni de rodearse de seguidores incluso en lo peor de la pandemia que ha matado a m¨¢s de 600.000 brasile?os. Recorre el pa¨ªs inaugurando obras, participa de marchas moteras, y cada jueves reactiva a su n¨²cleo duro mediante una retransmisi¨®n en directo en Facebook en la que le suele acompa?ar el ministro cuya tarea toque ensalzar. El diputado mediocre que gan¨® los ¨²ltimos comicios con un discurso antisistema y de combate implacable contra la corrupci¨®n gobierna rodeado de militares y ha logrado mantener la imagen de pol¨ªtico limpio pese a las sospechas de corrupci¨®n que salpican a sus hijos y aliados.
Lula pas¨® casi 20 meses en prisi¨®n, condenado por corrupci¨®n. Una tras otra, las condenas que pesaban sobre ¨¦l fueron anuladas al considerar los jueces que su antiguo colega Sergio Moro no fue imparcial. Y hace unos d¨ªas el expresidente vio con satisfacci¨®n c¨®mo el comit¨¦ de derechos de la ONU dictaminaba que durante el proceso de la Lava Jato sus derechos pol¨ªticos fueron violados. Lula, que siempre proclam¨® su inocencia, se siente plenamente reivindicado. Y el intento de Moro de embarcarse en la carrera para disputar la presidencia a Lula y a Bolsonaro ha fracasado.
La campa?a de Lula est¨¢ anclada en el pasado, su legado es su principal bandera dos d¨¦cadas despu¨¦s. Constantemente se refiere a c¨®mo mejor¨® la vida de los brasile?os mientras fue presidente. Pretende reeditar los ¨¦xitos de sus dos mandatos (2003-2011) pero la actual coyuntura econ¨®mica e internacional es mucho m¨¢s adversa.
Esta precampa?a, que gira en torno a asuntos econ¨®micos, le beneficia, pero si el debate se traslada a otras cuestiones lo tendr¨¢ bastante m¨¢s dif¨ªcil, explica el analista Stuenkel. ¡°Si la elecci¨®n va a ser sobre econom¨ªa, desigualdad, desempleo, inflaci¨®n¡ Me parece que ganar¨¢ Lula porque durante su presidencia la situaci¨®n estaba mucho mejor. Si las elecciones son sobre valores, sobre familia, eso dar¨¢ una ventaja muy grande a Bolsonaro. Si el tema principal es el aborto, (los derechos) LGTB... Beneficia a Bolsonaro, que tiene una gran capacidad de movilizar a los religiosos, especialmente a los evang¨¦licos¡±.
Por eso, aliados y analistas consideran un error unas recientes declaraciones. Durante un encuentro sobre asuntos europeos, Lula defendi¨® que el aborto sea tratado como una cuesti¨®n de salud p¨²blica. Que abordara el asunto de manera espont¨¢nea, sin que nadie le preguntara, en un pa¨ªs conservador donde el asunto no est¨¢ en el debate pol¨ªtico, fue considerado un error grave porque solo le restar¨ªa votos adem¨¢s de dar munici¨®n al bolsonarismo.
El ultraderechista sigue sembrando dudas sobre las urnas electr¨®nicas. El temor es que plante¨¦ un desaf¨ªo al estilo Donald Trump, con la importante diferencia de que la solidez de las instituciones brasile?as est¨¢ lejos de la demostrada por las de Estados Unidos.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.